Austeridad en el f¨²tbol
Comienza la Liga de f¨²tbol en un ambiente de euforia tras el ¨¦xito de Espa?a en la Eurocopa, pero tambi¨¦n de austeridad. La crisis econ¨®mica mundial alcanza al bal¨®n. Los clubes espa?oles han gastado la mitad que en 2007 (algo m¨¢s de 267 millones de euros), de los cuales un tercio corresponde al Barcelona. El fichaje m¨¢s caro ha sido azulgrana: 35 millones por el ex defensa sevillista Alves. Cristiano Ronaldo mantuvo en vilo al Real Madrid y a los medios de comunicaci¨®n deportivos este verano. Al final, el astro portugu¨¦s le dio calabazas a Ram¨®n Calder¨®n y decidi¨® quedarse un a?o m¨¢s a las ¨®rdenes de sir Alec Ferguson en el Manchester United. Su llegada al f¨²tbol espa?ol habr¨ªa producido un terremoto financiero (en m¨¢s de 80 millones de euros se cifraba el traspaso) y un efecto
en cascada de baile
de otros jugadores.
No vino porque no quiso o porque no se atrevi¨® a enfrentarse con Ferguson o porque, tambi¨¦n, Calder¨®n jug¨® muy mal las cartas y puso su ¨²nico empe?o en el genial futbolista portugu¨¦s sin tener otras bazas. Ahora, todos se atreven a decir no al presidente blanco: David Villa, Cazorla... Deber¨ªa ser objeto de reflexi¨®n para Calder¨®n esos rechazos "al club m¨¢s grande de la historia" y para los socios que le votaron hace dos a?os.
Si el Real Madrid fuera una empresa privada hace tiempo que el Consejo de Administraci¨®n habr¨ªa retirado a su presidente de la gesti¨®n de los fichajes. Calder¨®n tiene la mala costumbre de vender la piel del oso antes de cazarlo. Todos se enteran de sus planes y cuando quiere concretarlos se encuentra con que la otra parte sugiere una cifra desorbitada.
Claro que si mira alrededor observar¨¢ que sus colegas son iguales
o parecidos a ¨¦l.
Calder¨®n invit¨® a Ronaldo a declararse en rebeld¨ªa en Manchester y ahora Robinho le paga con la misma moneda al haberse sentido moneda de recambio para el fichaje del portugu¨¦s. En el f¨²tbol, hace tiempo que lo ¨²nico que vale es el dinero. Se incumplen contratos, se desestabiliza al rival o se manipula a los medios para que el precio de un futbolista se dispare. Y, eso s¨ª, al final ¨¦ste besa el escudo y su patr¨®n ensalza la historia del club. Pero pese a ello, el encanto sigue vivo.
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