Un imberbe loco por el 'soul' triunfa en Europa"

Cuando la influyente revista brit¨¢nica Mojo le pregunt¨® al m¨ªtico Nick Lowe cu¨¢l era su tema favorito del momento, el hombre que ayud¨® a definir el sonido de Elvis Costello y que en Jesus of cool entreg¨® uno de los mejores ¨¢lbumes de la historia del pop, no dud¨® en nombrar Take my love with you, de un imberbe de un pueblo de Massachusetts llamado Eli Paperboy Reed. "Cuando mi manager lo escuch¨®, pens¨® inmediatamente que estaba conectado a esa escena de Mark Ronosn y los Dap-Kings.

Puede ser el Amy Winehouse masculino", seg¨²n Nick Lowe

Fue un blanco tocando m¨²sica de negros en el pueblo m¨¢s negro de Dixie

Si gano dinero, har¨¦ lo de siempre: comprarme trajes y discos", dice Eli Reed

Pero en realidad no lo est¨¢, aunque cuando escuchas a Elie Paperboy Reed, entiendes por qu¨¦ se podr¨ªa pensar eso. ?Es posible que se convierta en la versi¨®n masculina de Amy Winehouse? ?Por qu¨¦ no?", comentaba Lowe a Mojo.

"Nick es un gran tipo. Una de las veces que toqu¨¦ en Londres tuve problemas con mi equipo y ¨¦l me dej¨® una de sus guitarras. Jam¨¢s hab¨ªa tocado un instrumento con tanto cuidado", responde Eli desde su casa en Boston. Su segundo ¨¢lbum (Roll with you) junto a su banda de acompa?amiento, los True Loves, est¨¢ empezando a llamar la atenci¨®n de prensa y p¨²blico, gracias a su certera recreaci¨®n del legado de sellos como Stax o Chess.

Rhythm and blues, soul y gospel se encuentran en un disco que, a pesar de sonar como 1964, posee una energ¨ªa y una pasi¨®n raramente hallados en las producciones m¨¢s revivalistas. Y por encima de todo, la voz de Eli, puro Sam Cooke. "Es que es una m¨²sica vibrante y joven. Es pura energ¨ªa, por lo que no creo que jam¨¢s pueda ser retro, porque est¨¢ conectada con un sentimiento que es demasiado emocionante para ser eso. Tampoco es revival, porque no estoy reviviendo nada. Estoy viviendo, soy demasiado joven para querer volver a revisar nada", responde este veintea?ero amante de los trajes de piel de serpiente y los polos de punto.

La biograf¨ªa de Eli est¨¢ ligada a la historia de tres ciudades y a su sustrato musical. Nacido en Boston, hijo de un cr¨ªtico musical quien le leg¨® toda su colecci¨®n de viejos discos de soul y blues, evitando as¨ª cualquier tipo de exposici¨®n del cr¨ªo a la actualidad, Eli empez¨® a tocar la guitarra por unos pocos d¨®lares en Harvard Square.

Tras terminar el colegio, encontr¨® trabajo en una emisora radiof¨®nica en Clarksdale, Misisipi. Pero cuando lleg¨® all¨ª, el puesto hab¨ªa desaparecido, as¨ª que se dedic¨® a recorrer, tutelado por el viejo bater¨ªa Sam Carr, el circuito de bares de una ciudad que muchos consideran una de las mecas de la m¨²sica negra. "Fueron tiempos muy duros", recuerda. "Estar solo, con 19 a?os, en una ciudad tan pobre y violenta como Clarksdale tocando en bares donde realmente debes luchar por ganarte la atenci¨®n del p¨²blico fue complicado, pero muy instructivo. Creo que logr¨¦ absorber la esencia del lugar y sorprender a m¨¢s de un esc¨¦ptico. Salir de all¨ª vivo, me dio mucha confianza".

As¨ª, tras la aventura en el sur, Eli puso rumbo a Chicago. Con la maleta llena de viejos vinilos soul que compraba con el dinero ganado en los bares, el chaval fue en busca de Mitty Collier, la m¨ªtica cantante del sello Chess convertida hoy en pastora religiosa. "Le dije que era fan suya y que yo tambi¨¦n tocaba m¨²sica. Me invit¨® a probar su nuevo piano y le gust¨® lo que hice con ¨¦l. Me nombr¨® ministro musical de su iglesia". Y tras ser un blanco tocando m¨²sica de negros en el pueblo m¨¢s negro de Dixie, Eli pas¨® a ser un jud¨ªo no practicante tocando m¨²sica religiosa en una iglesia evangelista. "Pero la raza o la religi¨®n jam¨¢s han sido un problema para m¨ª. Jam¨¢s he sentido que estaba fuera de lugar. Todo el mundo ve¨ªa c¨®mo viv¨ªa la m¨²sica y no si era blanco o jud¨ªo, o lo que fuera".

Tras juntar a unos cuantos amigos para grabar unos temas durante el par¨®n invernal universitario, Eli edit¨® su primer largo, Walkin' and talkin' (for my abby) and other smash hits, una mezcla de versiones de cl¨¢sicos oscuros y alguna composici¨®n propia. "Dos de los miembros de la banda me dejaron y pens¨¦ en abandonarlo todo y seguir con la universidad en serio, pero llegaron dos chicos nuevos con una pasi¨®n y un talento enormes y recuper¨¦ la confianza en mi m¨²sica".

Mientras todo esto suced¨ªa, el mundo giraba a su favor. El soul revival hab¨ªa llegado y, de pronto, Eli se encontraba con que su disco, destinado por definici¨®n a minor¨ªas selectas y algo nost¨¢lgicas, era celebrado por medios que hasta hac¨ªa poco s¨®lo hablaban de esta m¨²sica en su secci¨®n de obituarios. "Creo que s¨ª es cierto que el ¨¦xito de cierta gente ha contribuido a que yo me haya podido dar a conocer m¨¢s r¨¢pidamente, pero la verdad es que no formo parte de ninguna escena. S¨®lo quiero que la gente conozca mi m¨²sica. Si gano dinero, har¨¦ lo de siempre: comprarme trajes y discos".