'Off the record' can¨ªbal
Es de dominio com¨²n que el verano marca una baja estacional de la informaci¨®n. Se cuenta incluso, no s¨¦ si tambi¨¦n ser¨¢ una leyenda urbana, que hay agencias internacionales especializadas en generar serpientes de verano del tipo "un chino devorado por un reptil" (normalmente tambi¨¦n una serpiente), "la benignidad de una copa de vino al d¨ªa", "las calor¨ªas que se consumen con alguna pr¨¢ctica sexual", "un nuevo c¨¢lculo de la edad del Universo seg¨²n el telescopio Hubble", cosas as¨ª.
Invoco estos fen¨®menos porque la actualidad pol¨ªtica gallega durante el mes de agosto ha vivido bajo el signo de un parad¨®jico s¨ªndrome del off the record con ida y vuelta: se habla de lo que no es (el presunto adelanto electoral) mientras aparecen fardos de coca¨ªna en las costas gallegas y el off the record se invierte para no hablar de lo que es (la pervivencia e incluso auge del narcotr¨¢fico). Es como si el sentido com¨²n de los informadores, polit¨®logos y pol¨ªticos profesionales fuese v¨ªctima de alg¨²n efecto narcotizante ambiental.
La acuicultura en un pa¨ªs pionero es estrat¨¦gica, y no todo vale ni todo es negativo por principio
Extra?a expectativa la de un adelanto electoral que no obedec¨ªa a ninguna circunstancia objetiva. Hasta se me cocurre que las nebulosas presiones internas en el PSOE de aqu¨ª y de Espa?a eran una puesta en escena para que brillase finalmente la autoridad del presidente. Y es que es realmente equ¨ªvoco que el inter¨¦s general y el bienestar de la ciudadan¨ªa pudiesen aconsejar el adelanto y tambi¨¦n lo contrario. Hace mal la nueva clase pol¨ªtica gallega en acudir a estos discursos obsesivos y endog¨¢micos, pues no deb¨ªa olvidar que hace no tantos a?os, con Fraga y los suyos empleados en fagocitar la vida social gallega, la sociedad civil del pa¨ªs logr¨® desarrollar como autodefensa una singular y blindada conciencia emocional para vivir al margen de la agenda pol¨ªtica oficial. Efectivamente, no hab¨ªa que ser especialmente clarividente para discernir que aquella guerra entre los del birrete y la boina no iba con la mayor¨ªa.
El contraste frente a esa omnipresencia del anticipo electoral en la informaci¨®n lo han dado esos fardos flotantes que no han suscitado m¨¢s que el inter¨¦s de las cr¨®nicas de sucesos. En los 80 y los 90 en Galicia se desarroll¨® frente al narcotr¨¢fico una contradictoria reacci¨®n social que antepon¨ªa la moralina sobre el consumo individual de drogas y la tragedia sanitaria y penal de los toxic¨®manos a una reflexi¨®n efectiva contra el fen¨®meno y su desarticulaci¨®n. Incluso todo ello conviv¨ªa con un parad¨®jico orgullo nacional de que no se confundiese a Galicia con Sicilia. Pasan los a?os, el asunto contin¨²a y, de ser ciertas las enormes cifras de valoraci¨®n en el mercado de los alijos, habr¨ªa que deducir que buena parte del producto interior bruto se nutre de esa actividad y eso, desde luego, s¨ª que merece una reflexi¨®n colectiva profunda, adem¨¢s de una acci¨®n pol¨ªtica estructural y contundente.
Estar recurrentemente instalados en ese off the record can¨ªbal que devora la realidad tiene necesariamente sus consecuencias. As¨ª en cuanto se ha despejado la inc¨®gnita culebr¨®nica del anticipo de las elecciones, en el entorno del presidente se ha comenzado a hablar de la deslealtad electoralista del BNG a prop¨®sito de su oposici¨®n al Plan Acu¨ªcola, si efectivamente la dial¨¦ctica del di¨¢logo y la negociaci¨®n ya estuviesen superadas por esa presunta deslealtad. Si eso fuese una verdad absoluta, la inestabilidad del Gobierno s¨ª que habr¨ªa justificado la convocatoria de elecciones desechada pocas horas antes. Y esta vez s¨ª que no deber¨ªamos contaminar un debate necesario con las intrigas de los pasillos del poder.
La acuicultura en un pa¨ªs pionero precisamente en esa actividad y l¨ªder en pesca es una cuesti¨®n estrat¨¦gica en la que no todo vale ni todo es negativo por principio, porque es precisamente el medioambiente el que ha suscitado que la sobrepesca modifique la actividad extractiva tradicional. Por favor, negocien y discutan sobre ello con la misma pasi¨®n y energ¨ªa que si se tratase de la reforma del Estatuto. O de un anticipo electoral.
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