Suero para los ayuntamientos

La m¨¦dica que lo atend¨ªa le advirti¨® seriamente: "Chiquillo, mete algo en el cuerpo, que te vas". Francisco Fernando Garc¨ªa D¨ªaz llevaba dos semanas a base de agua y tabaco. Termin¨® en el hospital. Le metieron suero en vena. Se recuper¨®.

Hoy, su voz suena potente y acelerada al tel¨¦fono. Se siente triunfador. Tras una huelga de hambre de dos semanas, el alcalde de Polopos ha copado titulares en media Espa?a.

Francisco es el regidor de un peque?o pueblo de la Alpujarra granadina. Poco m¨¢s de 2.000 habitantes. El diagn¨®stico financiero de Polopos es un calco del de cualquier otro municipio: los ingresos han ca¨ªdo en picado, pero los gastos han aumentado. Est¨¢n al borde de la quiebra. El simple pago de las n¨®minas de los empleados municipales se convierte cada mes en una tragedia. Los 20 trabajadores del ayuntamiento de Polopos no pudieron cobrar su sueldo de julio hasta el 20 de agosto. Y que den gracias. Porque en otros municipios andaluces estudian despidos.

Los ingresos que recibe un ayuntamiento proceden de tres fuentes: el Estado, la comunidad aut¨®noma y los impuestos municipales. Estos ¨²ltimos se han visto mermados de manera dram¨¢tica, sobre todo por la paralizaci¨®n del sector de la construcci¨®n. El Estado y las Comunidades Aut¨®nomas (CC AA) aportan fondos y subvenciones a las arcas municipales. Pero pocos y tarde. Los ayuntamientos se ven forzados a cubrir una serie de servicios que son responsabilidad del Estado o de las CC AA. El alcalde de Polopos enumera algunos: su ayuntamiento paga la luz, el agua, la limpieza de las escuelas y el centro sanitario, la limpieza de ramblas y playas, los servicios de socorristas y de la Cruz Roja y los balizamientos de embarcaciones... Adem¨¢s de la atenci¨®n a inmigrantes, las guarder¨ªas o los centros de mayores.

La situaci¨®n era insostenible. Pero puede serlo m¨¢s.

Al d¨ªa siguiente de que Francisco abandonara su huelga de hambre, este peri¨®dico avanzaba otra mala noticia: el pr¨®ximo a?o, los ayuntamientos ver¨¢n mermados los ingresos que reciben del Estado, de acuerdo con el borrador de los Presupuestos Generales (PGE) que prepara el ministro de Hacienda Pedro Solbes. Unos 700 millones de euros menos.

La reacci¨®n ha sido un¨¢nime: de izquierda a derecha. El numero dos de los socialistas andaluces, Luis Pizarro, dec¨ªa: "No es una buena noticia". El presidente de los populares, Javier Arenas, la calificaba de "trampa y enga?o". Un portavoz de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP) exclama: "Esto supone la asfixia econ¨®mica de los municipios".

En auxilio de Solbes acud¨ªa el vicepresidente econ¨®mico de la Junta de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Gri?¨¢n: se ha hecho una "lectura incorrecta", dice, de la propuesta de Solbes. Porque la cantidad total que recibir¨¢n los 8.111 municipios espa?oles (de ellos 770 andaluces) crece el a?o pr¨®ximo un 6,3%, unos 1.000 de euros m¨¢s. Cierto. Pero crece gracias a la deuda que Hacienda tiene pendiente de 2007.

No es sin embargo este extremo lo m¨¢s importante. Lo fundamental es que, desde hace a?os, los ayuntamientos reclaman una soluci¨®n definitiva para sus problemas. Son la administraci¨®n m¨¢s pr¨®xima al ciudadano. La que presta los servicios m¨¢s b¨¢sicos y directos, aunque a veces no sean de su competencia. Y necesitan una financiaci¨®n adecuada.

El Gobierno andaluz ha prometido que, esta vez s¨ª, sacar¨¢ adelante en el Parlamento dos importantes leyes: la de R¨¦gimen Local y la de Participaci¨®n de las Entidades Locales en los Tributos de la Comunidad. Falta hacen.

Porque todos son, o deben ser, conscientes de que lo que el alcalde de Polopos, y otros muchos regidores como ¨¦l, necesitan es que inyecten suero en las arcas municipales. Si no queremos que los alcaldes se dediquen a buscar financiaci¨®n extra por v¨ªas mucho menos ortodoxas. En el urbanismo corrupto y salvaje, por ejemplo.