Retrato del primer coru?¨¦s
Una t¨¦cnica novedosa recrea los rostros de los antiguos pobladores de la ciudad
El color del pelo y de los ojos, el tono de la piel o la existencia de una cicatriz es pura ficci¨®n. Pero con sus m¨¢s y sus menos, se puede uno hacer una idea del aspecto f¨ªsico de los primeros habitantes de A Coru?a con la reconstrucci¨®n, o mejor dicho "la aproximaci¨®n facial", que el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) logr¨® hacer a partir de dos cr¨¢neos completos hallados en la c¨¦ntrica calle Real de la ciudad. Son restos humanos que datan de la ¨¦poca romana, de los siglos II a IV, y su transformaci¨®n en dos cabezas de pl¨¢stico y arcilla con aspecto humano ser¨¢n sin duda el principal punto de atracci¨®n de la exposici¨®n, a partir de finales de septiembre, sobre los or¨ªgenes de A Coru?a y el modo de vida de sus primitivos residentes.
"El ADN lo puede casi todo, pero no sirve con personas desfiguradas"
El proyecto cont¨® con la ayuda de la cient¨ªficia que recre¨® la cara de Bach
Para lograr lo que el ayuntamiento anuncia como "la cara de los primeros coru?eses" fueron necesarios nueve meses de minucioso trabajo en el laboratorio de antropolog¨ªa del Imelga que dirige, desde Ver¨ªn (Ourense), el m¨¦dico forense Fernando Serrulla. Y el resultado, para el que se emple¨® t¨¦cnicas forenses in¨¦ditas en Espa?a, ya tiene aplicaci¨®n pr¨¢ctica. Este verano, se utiliz¨® el mismo m¨¦todo ideado para aventurar el rostro del primer coru?¨¦s con el fin de identificar el cad¨¢ver carbonizado, se supone que de un indigente, aparecido en Lugo. El equipo forense de Ver¨ªn consigui¨®, a partir de esos restos, dibujar un retrato robot frontal y de perfil de la cara presumible del fallecido y difundirlo con la esperanza de que alguien lo reconozca.
"Estoy entusiasmado con esta t¨¦cnica", confiesa Serrulla, "es importante, porque aunque el ADN lo puede casi todo, no sirve cuando se trata de personas desfiguradas o desaparecidas, ah¨ª s¨®lo se logra una identificaci¨®n por la v¨ªa antropol¨®gica". Es la primera vez en Espa?a que se reconstruye con base cient¨ªfica y metodolog¨ªa forense el rostro de una persona a partir de su cr¨¢neo. Ni tan siquiera se emple¨® un m¨¦todo "tan preciso" para las reconstrucciones faciales realizadas en Atapuerca, asegura el responsable del laboratorio gallego de Antropolog¨ªa. El trabajo consisti¨® en aunar datos reales con "mucha labor" de bibliograf¨ªa y suplir lo que es imposible de averiguar con imaginaci¨®n y arte. Una escultora, Mar¨ªa G¨®mez, fue la encargada de dar aspecto humano a los milenarios cr¨¢neos coru?eses.
"No sabemos si eran tuertos, gruesos o ten¨ªan la nariz torcida, pero nos aproximamos a la morfolog¨ªa general de estas personas a partir de las partes duras de su esqueleto. Son fidedignas las ¨®rbitas, los orificios de la nariz y la posici¨®n de la boca", cuenta Serrulla. En un croquis con estas informaciones se situaron, en mil¨ªmetros, las profundidades de las partes blandas de los 52 puntos craneofaciales que suelen tener todos los rostros. Y a partir de ah¨ª, se dibuj¨® un retrato robot de perfil y frontal de los ancestros coru?eses. Pero en vez de hacer un molde en escayola de unos restos humanos de gran fragilidad por su antig¨¹edad y que no conviene manipular, Serrulla recurri¨® a escanear los cr¨¢neos para que una empresa de Madrid realizara una r¨¦plica exacta en pl¨¢stico.
Son, en realidad, dos esculturas de pl¨¢stico y arcilla, moldeadas por Mar¨ªa G¨®mez siguiendo los datos de los croquis y dibujos del antrop¨®logo forense, lo que se expondr¨¢ en A Coru?a. Serrulla defiende el hito que supone este resultado. Sin formaci¨®n alguna, el m¨¦dico forense de Ver¨ªn tuvo que recurrir a la ayuda, m¨¢s bien escasa, de expertos mundiales, sobre todo de la antrop¨®loga escocesa Caroline Wilkinson, conocida por haber recientemente reconstruido el rostro de Johann Sebastian Bach con t¨¦cnicas forenses y digitales. Aunque ella contaba con una importante ventaja: la existencia de retratos pintados del m¨²sico.
"Nadie te quiere ense?ar, ¨¦ste es un mundo muy competitivo, en el que nadie suelta prenda y tuvimos que buscarnos nuestras propias v¨ªas", destaca el antrop¨®logo de Ver¨ªn. Pero al margen de su morfolog¨ªa y el aspecto m¨¢s o menos imaginario de los ancestros de A Coru?a, s¨ª que se sabe con exactitud la edad, el sexo, la talla y la raza de las dos personas a las que pertenec¨ªan los dos cr¨¢neos milenarios. Aunque eso son datos que seguir¨¢n bajo secreto del sumario hasta que se abra, dentro de tres semanas, la esperada exposici¨®n.
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