El que faltaba
Bettini supera al 'sprint' a Gilbert y Valverde en una exigente final
Valverde, Boonen, Bennati... Faltaba alguien, no cualquiera. Alguien que luce el maillot arco iris de campe¨®n del mundo y que agolpa un palmar¨¦s repleto de etapas y cl¨¢sicas, que es algo as¨ª como un zorro del sprint, no es cualquiera. Es Paolo Bettini, el pizpireto, el zascandil, el ciclista que lo intent¨® en el Alto de San Jer¨®nimo en C¨®rdoba, cuando nadie lo esperaba y nadie lo entend¨ªa. Bettini, que seg¨²n confes¨® no conoc¨ªa el final, en un exigente y hermoso circuito por Toledo que inclu¨ªa la subida al Cerro de los Palos, todo un examen de selectividad, gan¨® por ser el m¨¢s fuerte y el m¨¢s listo, es decir el mejor colocado. A Bettini se le esperaba. Extra?aba que el ciclista de Cecina (Livorno) acabara la primera semana con la hoja de servicios en blanco. Y eligi¨® un d¨ªa poco propicio. Eligi¨® el d¨ªa de Valverde, el de los finales exigentes, que no falt¨® a la cita pero le faltaron fuerzas para rematar la jugada, tantas que hasta el franc¨¦s Gilbert le meti¨® media rueda en el sprint. Faltaba alguien que al fin lleg¨®.
Se dir¨¢ que el Cerro de los Palos selecci¨®n¨® al personal que deb¨ªa jugarse el triunfo de etapa. Y se dir¨¢ bien. All¨ª atacaron el franc¨¦s Talabardon, y el espa?ol David Herrero, y el hijo de Stephen Roche, Nicholas, y el italiano Nocentini (harto de ser un segund¨®n en las llegadas masivas). Atacaron muchos y el primer pelot¨®n subi¨® a ritmo alto ese corto y exigente repecho que se hizo largo y duro. El resto se hizo pedazos.
Pero la verdadera selecci¨®n la hizo alg¨²n o algunos indeseables que sembraron los ¨²ltimos 20 kil¨®metros de clavos y chinchetas provocando un aluvi¨®n de pinchazos. All¨ª, en el escaso grosor de una chincheta, cuando el pelot¨®n iba lanzado, pod¨ªan los ciclistas perder la etapa que buscaban o los minutos que no quer¨ªan. Valverde, que ya antes se hab¨ªa visto envuelto en una ca¨ªda, fue uno de los afectados. Hubo decenas, mientras quiz¨¢s en alguna curva, alguno o algunos se re¨ªan felices por el estropicio conseguido. Habr¨¢ que pensar que su esp¨ªritu gamberro desconoc¨ªa que un pinchazo con la carrera lanzada puede provocar una ca¨ªda de incalculables consecuencias. Se supone que no pretend¨ªan eso. O quiz¨¢s sea mucho suponer.
Bettini no pinch¨® ni ah¨ª ni en la llegada y apunt¨® a la etapa de Suances como su segundo objetivo. All¨ª se despedir¨¢ ?scar Freire, que seguro que la tiene apuntada. No en vano ayer fue cuarto disputando su primer sprint de la Vuelta. Antes del final y de los clavos, Chavanel hizo su carrera particular y bonific¨® en los dos sprints intermedios, convirti¨¦ndose en el nuevo l¨ªder de la carrera. Desde Jalabert, ning¨²n franc¨¦s hab¨ªa vestido el jersey oro. Chavanel tampoco es cualquiera y ayer hizo historia con un liderato que conservar¨¢ hoy sin duda alguna. Es jornada de descanso.
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