La memoria hist¨®rica

Leo en su peri¨®dico que la derecha judicial y pol¨ªtica acusa al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n de reabrir las heridas de la guerra por tratar de investigar los desaparecidos. Reabrir significar¨ªa que est¨¢n cerradas. ?Lo est¨¢n? Dif¨ªcilmente puede ser as¨ª mientras tantos espa?oles est¨¢n enterrados en fosas comunes, cunetas o pozos, y sus viudos o viudas, hijos y nietos no pueden honrarles debidamente.

La Constituci¨®n signific¨® la reconciliaci¨®n pol¨ªtica de las dos Espa?as, la reconciliaci¨®n humana vino por v¨ªa sentimental: nos fuimos amando los hijos de vencedores y vencidos ajenos a odios antiguos y as¨ª nuestros hijos y nietos son s¨®lo espa?oles con antepasados en los dos bandos. La ¨²nica forma de cerrar de una vez por todas esta herida es recuperar cuanto antes los restos de estas personas y darles la sepultura digna que se merecen.- Gonzalo Otazo Castromonte. Laracha, A Coru?a.

Si fuera familiar de alguno de los desaparecidos por el franquismo me dar¨ªa la enhorabuena por el hecho de que la justicia de mi pa¨ªs -da lo mismo el juez que sea- abra e indague la posibilidad de que al menos aparezcan sus restos y se aplique la ley. Como ciudadano, me alegro y solidarizo. Rehabilitar la memoria, anta?o vilipendiada por el fascismo franquista, de un ser querido no supone s¨®lo cerrar heridas para sus familiares, tambi¨¦n es vital para la regeneraci¨®n democr¨¢tica de un joven Estado de derecho como el de Espa?a. Es repugnante, por ejemplo, que en nuestra joven democracia haya altas instituciones y ciudadanos que celebren la guerra de 1808 contra Napole¨®n y sus nefastas consecuencias y al mismo tiempo ignoren, no se dignen u omitan condenar el golpe de Estado franquista contra la democracia en 1936, de la que la nuestra es en cierta forma continuadora a pesar del largo lapso de oprobio dictatorial.

Pero tambi¨¦n, si fuera familiar de alguno de los desaparecidos por el franquismo indagar¨ªa a qu¨¦ o a qui¨¦n compensa la desaparici¨®n frecuente de sus bienes en los bolsillos de los asesinos o compradores que, por ser afectos a Franco, acud¨ªan a seudosubastas de tierras, casas, enseres... a precio de saldo. En muchos pueblos y ciudades de Espa?a todav¨ªa se comenta por lo bajo las rentas y ganancias de imperios econ¨®micos creados a partir de aquellos bienes desaparecidos tras la desaparici¨®n de sus due?os.- Gaspar Garc¨ªa Fern¨¢ndez./>Madrid