Un cruzado m¨¢gico

El hombre que llev¨® la banda ancha al Reino Unido ha cruzado el canal de la Mancha para desembarcar en Alcatel-Lucent. Ben Verwaayen mereci¨® esa definici¨®n en el diario brit¨¢nico The Guardian el pasado abril cuando anunci¨® que dejaba su cargo como consejero delegado de BT tras seis a?os al frente de la compa?¨ªa de telecomunicaciones y sacarla de una situaci¨®n muy dif¨ªcil. Ahora le aguarda otra tarea tit¨¢nica: borrar el color rojo que ha te?ido la cuenta de resultados del fabricante de equipos telef¨®nicos Alcatel-Lucent durante los ¨²ltimos seis trimestres. No le asusta. Cuando el nuevo consejero delegado de la firma franco-estadounidense lee que analistas y prensa escriben que su nuevo trabajo ser¨¢ m¨¢s complicado que su paso por BT, confiesa que sonr¨ªe.

Su reto es acabar con los n¨²meros rojos en los resultados de Alcatel-Lucent

Verwaayen, de 56 a?os, tendr¨¢ que cerrar de una vez, y con ¨¦xito, la fusi¨®n de la francesa Alcatel y la estadounidense Lucent. Desde que el proceso de uni¨®n comenz¨® en diciembre de 2006, todo han sido dificultades: p¨¦rdidas, menor cuota de mercado, agresiva competencia china y desplome burs¨¢til, sus acciones han llegado a perder un 60% de su valor de mercado; tantos problemas se han llevado por delante al presidente del consejo, Serge Tchuruk, y a la norteamericana Patricia Russo, la predecesora de Verwaayen, y con quien trabajar¨¢ hasta el pr¨®ximo 15 de septiembre.

Con menos de una semana en la empresa, el nuevo primer ejecutivo no profundiza sobre lo que ser¨¢ su gesti¨®n. De momento, se ha dedicado a hablar y escuchar a la direcci¨®n y los clientes, y a recoger informaci¨®n. Sabe que el mercado es dif¨ªcil, pero tambi¨¦n que est¨¢ en continuos cambios que ofrecen oportunidades. Y para aprovecharlas pretende apoyarse en la innovaci¨®n y llevar a la compa?¨ªa franco-estadounidense "una cultura donde las altas expectativas sean la norma". En estos primeros d¨ªas, Verwaayen se ha encontrado con una sorpresa positiva, entusiasmo, y eso para ¨¦l tiene una interpretaci¨®n: "Hay ganas de cambio".

La receta que este ejecutivo holand¨¦s aficionado a la cocina tiene para Alcatel-Lucent comienza por explicar los beneficios de la fusi¨®n a los clientes y los accionistas. "Despu¨¦s tenemos que pasar r¨¢pidamente a la siguiente fase", explica en una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, "no quiero que la gente siga hablando de la fusi¨®n. Somos una empresa. As¨ª que tenemos que lograr r¨¢pidamente una oferta integrada de productos y servicios ¨²ltimo modelo".

Reconoce que el choque cultural entre la parte francesa y la estadounidense ha sido un problema hasta ahora, pero niega que Alcatel-Lucent pertenezca s¨®lo a dos pa¨ªses. "Tenemos 130 nacionalidades. Las de los 130 pa¨ªses donde estamos presentes. Esto no es una batalla entre la cultura francesa y la estadounidense. ?sta es una compa?¨ªa global que respeta las diferencias culturales y eso no es distinto de otras organizaciones internacionales".

La elecci¨®n de Verwaayen ha sido una sorpresa para muchos. Las quinielas se inclinaban por Mike Quigley. De hecho, el australiano era el preferido para algunos inversores. La supuesta decepci¨®n de ¨¦stos ha sido la excusa para explicar las ca¨ªdas en Bolsa a d¨ªas de conocerse el nombramiento. Pero Quigley ha pasado 34 a?os en Alcatel, y eso podr¨ªa haber decantado la balanza por alguien menos significado en la empresa como el holand¨¦s, seg¨²n BNP.

En todo caso, apostar por Verwaayen no es hacerlo por un desconocido. En el apartado de experiencia laboral de su curr¨ªculo aparece la operadora holandesa KPN, ITT (predecesora de Alcatel), Lucent y BT. Y al final el consejo se ha decantado por alguien que conoce perfectamente al cliente potencial del fabricante de equipos telef¨®nicos.

Cruzar el canal de la Mancha para instalarse en la capital francesa no supondr¨¢ un gran esfuerzo para Verwaayen, casado desde hace 33 a?os, padre de dos hijos y abuelo en dos ocasiones. "Ya he hecho grandes cambios antes. He vivido en Holanda, en Nueva Jersey, en Londres y ahora Par¨ªs". All¨ª coincidir¨¢ con un integrante de la aristocracia empresarial francesa, Philip Camus. El antiguo director general de EADS, de 60 a?os, ser¨¢ el presidente del consejo, un cargo no ejecutivo, a partir del pr¨®ximo 1 de octubre. Sustituir¨¢ a Serge Tchuruk. La selecci¨®n de ambos apenas ha llevado un mes desde que se conoci¨® la marcha de Russo y Tchuruk. El consejo quer¨ªa acabar pronto con la incertidumbre que pesaba en los mercados sobre la c¨²pula directiva.

Trabajar con Camus es una de las cosas m¨¢s relevantes para Verwaayen. "?l vive en EE UU, pero es muy franc¨¦s y conoce a todo el mundo aqu¨ª. Es un buen ejecutivo con experiencia. Hemos tenido muchas conversaciones sobre gobierno corporativo, reparto de papeles y responsabilidades. Creo que si el consejero delegado y el presidente forman una buena pareja, con respeto mutuo, y pueden comunicarse r¨¢pida y totalmente, la empresa est¨¢ en el buen camino".