Pol¨ªtica y periodismo en el l¨ªmite del pecado

Durante su reciente visita a Londres, el ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cen¨® tres noches seguidas en el restaurante Paparazi, de Bond Street, en compa?¨ªa de la modelo brit¨¢nica Naomi Campbell. El ex presidente y la modelo fueron vistos tambi¨¦n practicando footing a primera hora de la ma?ana del mi¨¦rcoles en los alrededores de Buckingham Palace.

?Deber¨ªa Aznar desmentir semejante patra?a? ?O deber¨ªa hacerlo s¨®lo en caso de que Campbell quedase embarazada y se le atribuyera la paternidad del hijo a Aznar? El p¨¢rrafo anterior, inventado para la ocasi¨®n, adolece en principio de la misma solvencia que el art¨ªculo publicado por el diario digital marroqu¨ª L'Observateur el pasado mi¨¦rcoles en el que se aseguraba que el beb¨¦ que espera la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, soltera de 42 a?os, es hijo de Aznar.

Pons, portavoz del PP: "Mi forma de vivir dice mucho de mi forma de pensar"

"El pol¨ªtico no ha de hablar de sus sentimientos", dice el fil¨®sofo Innerarity

"Lo m¨¢s importante de los pol¨ªticos es su vida ¨ªntima", dice Javier Gom¨¢

Rui Ferreira: "Es natural hurgar en el pasado de Palin, a quien nadie conoce"

Cualquier chisme en la Red toma en minutos dimensi¨®n planetaria

Alborch: "A las pol¨ªticas nos hacen preguntas que nadie har¨ªa a un hombre"

En Espa?a s¨®lo alg¨²n medio digital sin apenas resonancia se hab¨ªa hecho eco del infundio publicado por el diario marroqu¨ª. Pero Aznar a las seis y diez de la tarde del mi¨¦rcoles, a trav¨¦s de la fundaci¨®n FAES, emiti¨® un comunicado en el que amenazaba con "emprender todas las acciones legales contra quienes han vertido tales falsedades o quienes se hagan eco de ellas". A partir de ese momento, los medios digitales recogieron la mentira y su desmentido. Y al d¨ªa siguiente hubo diarios de difusi¨®n nacional que le dedicaron al chascarrillo hasta dos p¨¢ginas con sus correspondientes an¨¢lisis.

?Tiene que desmentir el ex presidente el siguiente bulo en el que se le pueda vincular con una tenista bielorrusa, una profesora de ingl¨¦s o una monitora de p¨¢del? Ya el pasado 23 de noviembre, a las ocho menos cuarto de la tarde y ante otros infundios (como su posible separaci¨®n de su esposa), lleg¨® a las redacciones un comunicado del propio matrimonio: "Esta infamia forma parte de la campa?a permanente de intento de desprestigio personal de don Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El matrimonio Aznar-Botella ha dado ya instrucciones a sus abogados para que emprendan acciones legales con car¨¢cter inmediato contra todos aquellos que han vertido calumnias sobre ellos".

Los chascarrillos de cafeter¨ªa que casi nunca lograban salir de la tasca de turno, y si lo hac¨ªan rara vez se les dejaba penetrar en las redacciones de los medios, ahora, gracias a Internet, adquieren una dimensi¨®n planetaria en cuesti¨®n de horas.

"Los medios digitales hacen m¨¢s f¨¢cil que se propalen todo tipo de infundios", explica Ram¨®n Salaverr¨ªa, profesor de periodismo especializado de la Universidad de Navarra y autor del blog e-periodistas. "Cuando algo es publicado en un medio impreso es perfectamente detectable qui¨¦n lo ha publicado en primer lugar. Pero en la Red al final no sabes qui¨¦n ha escrito qu¨¦ ni de d¨®nde proviene. A cambio de eso, la Red ha tra¨ªdo m¨¢s democratizaci¨®n, hay m¨¢s pluralidad. Y nunca hay que olvidar que la informaci¨®n no habr¨ªa pasado de simple chascarrillo si no hubiese entrado la FAES a desmentirlo".

?Por qu¨¦ nos interesa tanto la vida ¨ªntima de los pol¨ªticos? "Lo ¨²nico verdaderamente importante de los pol¨ªticos es su vida privada", dice Javier Gom¨¢, premio Nacional de Ensayo en 2003. "Cuando se contrata a una ni?era uno no s¨®lo se interesa por si sabe cocinar. No basta tampoco que los pol¨ªticos te digan si cuentan con antecedentes penales. Ellos influyen sobre mi patrimonio, mi vida cotidiana, mi libertad. Por tanto, yo puedo pedirles lo que Cicer¨®n llamaba decorum y podr¨ªa traducirse como uniformidad de vida. Han de ser ejemplares en su vida ¨ªntima. Despu¨¦s, cada pa¨ªs interpreta la ejemplaridad de forma distinta, pero es esa cualidad la que los hace dignos de nuestra confianza".

Si Sarah Palin, la candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, hace uso en pol¨ªtica de su postura contra el aborto, se muestra contraria a los programas de educaci¨®n sexual en las escuelas y al reparto de preservativos en los colegios... ?es relevante y necesario informar sobre el hecho de que su hija de 17 a?os est¨¢ embarazada de cinco meses?

Para el portavoz del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, s¨ª que lo es. "Mi forma de vivir dice mucho sobre mi forma de pensar. Asumo que se debe informar sobre la intimidad de los pol¨ªticos", sostiene Pons.

Para Daniel Innerarity, profesor de filosof¨ªa de la Universidad de Zaragoza y docente invitado en La Sorbona, no es necesario hablar sobre el estado de la hija de Palin, ni de los sentimientos de los pol¨ªticos.

"El hecho de que un pol¨ªtico te diga que es optimista me pone muy nervioso. No me interesan sus sentimientos; prefiero que hablen de las cosas. En ese sentido, que la hija adolescente de Palin tenga un comportamiento distinto del de su madre no me parece incoherente con lo que la candidata a vicepresidenta dice. Puedo pensar que no tiene autoridad moral para imponer sus convicciones sobre la hija. Pero eso no cambiar¨¢ mi forma de pensar sobre ella. Otra cosa ser¨ªa si ella misma hubiera abortado estando en contra del aborto o si hubiese presionado a la hija para abortar. Eso ser¨ªa una incoherencia entre lo que defiende y lo que practica".

"En Francia", a?ade Innerarity, "todo el mundo sab¨ªa que el presidente Fran?ois Mitterrand viaj¨® de vacaciones a Egipto con dos aviones, uno en el que iba su familia oficial y otro con su amante y su hija no reconocida legalmente. Y la gente no lo ve¨ªa ni bien ni mal. Lo habr¨ªan visto mal si Mitterrand hubiera defendido un modelo de familia tradicional. Ah¨ª s¨ª que habr¨ªa una incoherencia".

Sin embargo, Innerarity cree que es necesario informar sobre la intimidad de los pol¨ªticos. "Porque concederles un derecho a la intimidad sin limitaciones les asegurar¨ªa un poder excesivo de control sobre el discurso p¨²blico y rebajar¨ªa la calidad del debate democr¨¢tico. Pero habr¨ªa que distinguir entre el chisme y la informaci¨®n relevante".

?Y c¨®mo distinguirlos? "Que Aznar salga con una modelo ser¨ªa irrelevante. Que se divorcie, no. Como ciudadano tengo derecho a saber el estado civil de mis pol¨ªticos. Pero si yo fuera periodista ese dato lo dar¨ªa con una cierta moderaci¨®n, casi de forma similar al del lugar donde haya nacido".

El fil¨®sofo cree que la desviaci¨®n de la agenda p¨²blica a la esfera privada ha despolitizado a la sociedad. "Me temo que en la campa?a americana se habla muy poco de pol¨ªtica. Y que no se hable de econom¨ªa, de pol¨ªtica exterior, de la ONU, de seguridad social... beneficia a la derecha... Si yo fuera del Partido Dem¨®crata no escarbar¨ªa en las cuestiones privadas. Obama tiene que hablar de pol¨ªtica. Ni de raza, ni religi¨®n, ni familia".

"El affaire Clinton-Lewinsky desplaz¨® en los medios a otras cuestiones como las nuevas propuestas pol¨ªticas sobre la Seguridad Social, la financiaci¨®n de las campa?as, y la posici¨®n de Estados Unidos respecto a Irak, cuya preparaci¨®n militar ya se estaba cociendo", a?ade el fil¨®sofo.

Rui Ferreira, periodista y bloguero de origen portugu¨¦s afincado en Miami desde 1995, cree que Barack Obama tiene muy claro que desea hablar de pol¨ªtica. "Pero ahora hay una natural curiosidad por hurgar en el pasado de una persona de quien hasta hace una semana nadie sab¨ªa qui¨¦n era. Lo peor est¨¢ por venir. Puede que salgan informaciones sobre si prohibi¨® la difusi¨®n de alg¨²n libro cl¨¢sico en la biblioteca p¨²blica de su pueblo. O si no pagaba los impuestos en alg¨²n negocio que tuviera. Y eso ya no ser¨ªa una cuesti¨®n de vida ¨ªntima. Eso ha de interesarnos a todos".

El portavoz del PP Esteban Gonz¨¢lez Pons asume que un pol¨ªtico no tiene derecho a la intimidad. Pons est¨¢ casado en segundas nupcias y en su familia conviven los hijos del primer matrimonio suyo y de su esposa y otro hijo com¨²n. "Yo estoy acostumbrado de que mi vida ¨ªntima salga a la palestra, porque se supone que no es la tradicional en un pol¨ªtico del PP. Y he aceptado vivir con cierto grado de desnudez. ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite? Para mi persona, no puede haber ning¨²n l¨ªmite. Para mi familia, todos. Yo no tengo derecho a la intimidad. Pero mi familia no ha de cargar con mi decisi¨®n de dedicarme a la pol¨ªtica".

Pons, experto en cuestiones de Internet durante su etapa como portavoz del partido en el Senado, cree que en Espa?a el tratamiento de los medios es "impecable". Y el adjetivo sirve para los medios digitales tambi¨¦n. "Internet no es ninguna amenaza, es un campo abierto a la libertad. Lo que pasa es que a¨²n no nos hemos acostumbrado a distinguir en los medios digitales entre cabecera con credibilidad o sin credibilidad, como lo hacemos con el resto de los medios".

Gonz¨¢lez Pons considera que en Espa?a hay un doble rasero seg¨²n se informe de hombres o mujeres. "En Espa?a la vida ¨ªntima de las pol¨ªticas es m¨¢s p¨²blica que la de los pol¨ªticos. Nadie sit¨²a mi modelo familiar en primera l¨ªnea de mi curr¨ªculo. Si fuera mujer, s¨ª que lo har¨ªan".

Carmen Alborch, ex ministra de Cultura (1993-1996), senadora socialista y concejal en el Ayuntamiento de Valencia, recuerda que a menudo las pol¨ªticas han tenido que decir al periodista de turno: "?Esa pregunta que usted me plantea sobre mi imagen se la plantear¨ªa a un ministro?". "A pesar de todo", asume Alborch, "en este pa¨ªs, hasta hace muy poco tiempo, ha habido un gran respeto hacia la vida privada de los pol¨ªticos. Yo me he considerado una persona muy respetada. Y para una persona poco tradicional como yo eso es muy de agradecer".

Un lunes de 1994 el diputado conservador brit¨¢nico Stephen Milligan, de 45 a?os, fue hallado muerto en la cocina de su domicilio londinense. Vest¨ªa medias de mujer y una bolsa de pl¨¢stico le cubr¨ªa la cabeza. Ten¨ªa un cable el¨¦ctrico de espiral ce?ido al cuello. Se le par¨® el coraz¨®n mientras intentaba asfixiarse en una compleja sesi¨®n masturbatoria. El caso, en medio de varias dimisiones que sufri¨® el Gobierno de John Major a causa de esc¨¢ndalos sexuales, sirvi¨® para ilustrar cu¨¢nta distancia puede haber entre un pol¨ªtico rodeado de apretones de manos, flashes, aplausos y abrazos y su intimidad. Incluso, la distancia entre la vida ¨ªntima de alguien y su vida interior. John Major declar¨® a su muerte: "Debi¨® de ser un hombre muy infeliz, pero no dej¨® que lo not¨¢ramos".