Un acuerdo a la espera del traductor
Bruselas y Mosc¨² chocan al interpretar de forma distinta el pacto de agosto
La evoluci¨®n del conflicto entre Georgia y Rusia depender¨¢ de que Mosc¨² y la UE coincidan (de forma expl¨ªcita o sobrentendida) en la interpretaci¨®n de los seis puntos del acuerdo con el que el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, logr¨® sellar un alto el fuego entre Tbilisi y Mosc¨². Este documento no ha sido publicado y las discrepancias sobre ¨¦l se basan en las interpretaciones de quienes lo gestaron y firmaron.
Seg¨²n el ministro de Exteriores franc¨¦s, Bernard Kouchner, ha habido "problemas de traducci¨®n" en el texto, escrito primero en franc¨¦s, luego en ruso y despu¨¦s en ingl¨¦s. La secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, fue la encargada de llevar el documento al presidente georgiano, Mija¨ªl Saakashvili, quien en la noche del 7 al 8 de agosto desencaden¨® la crisis al enviar al Ej¨¦rcito a la capital de Osetia del Sur.
La UE est¨¢ dispuesta a mandar una misi¨®n de hasta 200 observadores civiles a las zonas de conflicto entre Georgia y los territorios independentistas. Estos observadores se integrar¨ªan (con una organizaci¨®n, competencias y ¨¢mbito territorial por esclarecer) en el tejido formado por pacificadores rusos (que act¨²an en Osetia del Sur y Abjazia), observadores de la ONU (en Abjazia) y de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa, OSCE (en Osetia del Sur y en menor medida en Abjazia).
Si Rusia acepta la presencia europea, esto supondr¨ªa que Mosc¨² admite un grado de internacionalizaci¨®n de los conflictos al que no estaba dispuesta antes de la llamada "guerra de agosto". Tras reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, el Kremlin ve con buenos ojos la intervenci¨®n internacional, siempre que no cuestione la misi¨®n de sus propias tropas.
El ministro de Exteriores de Finlandia, Aleksandr Stubb, en calidad de presidente de la OSCE, ha manifestado que los observadores de esta organizaci¨®n (20 en la actualidad) se desplazan con bastante libertad en la zona de conflicto de Georgia, incluida la "zona de seguridad" en las fronteras de Abjazia y Osetia del Sur. Rusia no tiene intenci¨®n de quedarse en el territorio georgiano y puede retirar sus tropas despu¨¦s de que los observadores internacionales comprueben la desmilitarizaci¨®n de la zona de conflicto, seg¨²n el embajador de Mosc¨² en la OTAN, Dmitri Rogozin. "Ahora estamos ah¨ª porque esperamos a los observadores", dijo.
"La misi¨®n europea de observadores a Georgia puede ser enviada a la zona de conflicto pr¨®ximamente, pero s¨®lo despu¨¦s de recibir la aprobaci¨®n de Rusia", manifest¨® el alto representante de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, seg¨²n la agencia Itar-Tass. La principal discrepancia entre europeos y rusos tiene que ver con la zona de permanencia de las tropas rusas en el territorio de Georgia propiamente dicho.
El 12 de agosto, Sarkozy dijo en el Kremlin que las tropas rusas deb¨ªan retirarse a su emplazamiento anterior a las acciones militares y a?adi¨® que antes de poner en funcionamiento un "mecanismo internacional", los pacificadores rusos tomar¨ªan "medidas suplementarias de seguridad". Aparentemente, este punto sirve al Kremlin para legitimar los puestos de control en los accesos al puerto de Poti.
La cumbre de ministros de Exteriores de la UE en Avi?¨®n ha causado buena impresi¨®n en Mosc¨². "La confrontaci¨®n no es nuestra opci¨®n", dijo el s¨¢bado el presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, que recalc¨® que su objetivo es desarrollar "relaciones de buena vecindad basadas en los principios reales del derecho internacional".
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