Las elecciones en EE UU y la triple "o"

LO NUEVO CON EL USO DE las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC) en la campa?a presidencial estadounidense no es su uso para recoger importantes sumas de dinero, ni para difundir los mensajes de los candidatos. Esto ya ocurri¨® en 2004 con Howard Dean, primero y, en menor medida, con John Kerry y George Bush. El desaf¨ªo es utilizarlas para organizar a los activistas y movilizarlos. Ah¨ª fue donde fall¨® el aparato dem¨®crata el d¨ªa de las elecciones, mientras que los republicanos supieron emplear m¨¢s eficientemente bases de datos muy precisas y el activismo de las iglesias conservadoras.

Podemos asumir que el partido de McCain tiene iguales o mejores informaciones, pero las reservas de los fundamentalistas frente a su personalidad pone en tela de juicio su participaci¨®n en lugares clave. Visto en este contexto, la selecci¨®n de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, una evangelista opuesta al aborto y favorable a las armas, parece tener como objetivo convencer este sector esencial del aparato para que se pronuncie a favor del d¨²o y se movilice. Respuesta inteligente, pol¨ªtica y tradicional frente a la cual Barack Obama cuenta en parte significativa con un uso audaz de las TIC.

La originalidad de la propuesta de Obama es que cuenta con un uso sofisticado de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n para resolver ese problema del mundo f¨ªsico

La verdadera innovaci¨®n de la campa?a es que la gente haya proporcionado las informaciones voluntariamente

En un pa¨ªs donde los blancos mayores suelen votar m¨¢s que otros sectores de la poblaci¨®n, el problema central es conseguir que voten negros que se olvidaron de sus esperanzas de anta?o, y j¨®venes que todav¨ªa las tienen. Para lo cual hace falta que se registren y que vayan a votar. Un asunto de organizaci¨®n y de movilizaci¨®n.

La originalidad, y la incertidumbre, de la propuesta de Obama es que cuenta con un uso sofisticado de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n -en particular redes sociales, SMS y bases de datos- para resolver ese problema del mundo f¨ªsico, lo que se empieza a llamar "la triple o" (Obama Online Operation).

La integraci¨®n de Chris Hughes, uno de los fundadores de Facebook, ha permitido darle considerable importancia a las redes sociales donde el n¨²mero de amigos registrados (m¨¢s de 1,4 millones en Facebook, casi dos millones en MyBarackObama.com) cuenta menos que su capacidad para organizar eventos (80.000) y reuniones. Esta estructura les permiti¨® estar presente en todos los Estados durante las primarias y constituye la base sobre la cual se organizan para la elecci¨®n. Requiere un constante di¨¢logo con los activistas que gozan de considerable autonom¨ªa. Durante un tiempo el grupo m¨¢s importante de sus seguidores en Facebook protestaba contra su posici¨®n sobre una ley de telecomunicaciones.

Entre toda esta gente los mensajes de los tel¨¦fonos m¨®viles tienen un papel fundamental porque son la forma de comunicaci¨®n m¨¢s personal, permiten establecer una relaci¨®n bidireccional y alimentan una base de datos envidiable por la calidad de sus informaciones.

Quienes han contribuido con sus datos en Facebook, MySpace y MyBarackObama.com y quienes han dado su n¨²mero de tel¨¦fono para recibir un SMS o su c¨®digo postal para conocer a los vecinos con similares simpat¨ªas suman varios millones. La verdadera innovaci¨®n, seg¨²n declar¨® Bill McIntyre, un especialista republicano del marketing online, es que la gente haya proporcionado las informaciones voluntariamente. Son reunidas en una gigantesca base de datos (sobre 280 millones de americanos) llamada Catalist y creada por Harold Ickes, un ex consejero de Bill Clinton que vende sus servicios a causas progresistas.

El impacto real s¨®lo se conocer¨¢ el 4 de noviembre (si todo funciona de manera limpia). Ciertos analistas piensan, sin embargo, que pesar¨¢ sobre el futuro del pa¨ªs independientemente del resultado. Si Obama pierde, tendr¨¢ en su poder datos de suma importancia que le permitir¨¢n pesar en la vida interna de su partido (Bill McIntyre un analista republicano los valora en varios cientos de millones de d¨®lares). Si gana, podr¨ªa utilizar esas herramientas para experimentar con esas nuevas formas de democracia con las que sue?an los entusiastas de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.