Isaac Montero, el escritor del sarcasmo y la desilusi¨®n
Su obra 'Ladr¨®n de lunas' gan¨® el Premio de la Cr¨ªtica
La literatura espa?ola perdi¨® ayer a uno de sus escritores m¨¢s destacados. Un infarto cerr¨® las p¨¢ginas de la vida de Isaac Montero a sus 72 a?os, en Madrid. Su relaci¨®n con la literatura fue la de un desenga?ado. Los desenga?ados con la historia, con la del mundo y la de su pa¨ªs, suelen ejercer el sarcasmo como dispositivo de desnudamiento moral. Pero para que dicho sarcasmo no resulte inoperante y escaso de delicadeza est¨¦tica, Montero lo ti?¨® de exactitud.
El sarcasmo y una cuota grande de desilusi¨®n impregnaron sus libros. La sociedad espa?ola fue uno de los grandes temas de sus novelas. La que sigui¨® a la posguerra y la que se fragu¨® con la Transici¨®n. Nacido en Madrid en 1936 y perteneciente a la llamada generaci¨®n del medio siglo, el autor de Documentos secretos practic¨® todos los g¨¦neros de la ficci¨®n, desde el cuento (con el cual obtuvo un premio S¨¦samo en 1957 con la pieza El tel¨¦fono) hasta el ensayo y, por supuesto, la novela, formato con el cual obtuvo un lector fiel ajeno a las modas.
Una cuesti¨®n privada fue otro de los premios S¨¦samo que gan¨®, t¨ªtulo que mostr¨® en su d¨ªa la pericia narrativa del escritor madrile?o en un g¨¦nero tan exigente como es la novela corta. Montero perteneci¨®, por exigencias de la cronolog¨ªa est¨¦tica, al realismo social. Con ¨¦l transitaron Caballero Bonald, Ferres, L¨®pez Pacheco y Daniel Sueiro, por citar a los m¨¢s destacados. Los d¨ªas de amor, guerra y omnipotencia de David el Callado (1972), la trilog¨ªa Documentos secretos, publicada entre 1972 y 1978 -que conforman las novelas, adem¨¢s de la que presta t¨ªtulo al conjunto, ?rboles y ropa de vestir y Necesidades de un nombre propio-, P¨¢jaro de una tormenta (1984), Se?ales de humo (1988), Estados de ¨¢nimo (1994), Ladr¨®n de lunas (1998), La fuga del mar (2000) y El lobo cansado (2007): todos estos son t¨ªtulos imprescindibles, si se quiere establecer un canon de ficci¨®n comprometida en la narrativa espa?ola de los ¨²ltimos 40 a?os.
En P¨¢jaro en una tormenta, Isaac Montero pone a prueba las prestaciones de la novela negra. No se somete absolutamente a sus leyes, no cae en la trampa del entretenimiento f¨¢cil: urde alrededor de este g¨¦nero una trama polic¨ªaca para adentrarse de lleno en el vientre del tejido social y pol¨ªtico que siempre le interes¨® al autor desvelar: en este caso, la Espa?a democr¨¢tica, con sus abismos morales no totalmente resueltos, dada la carga franquista que heredaba.
En 1999, el escritor se lleva el Premio de la Cr¨ªtica por Ladr¨®n de lunas, un merecido galard¨®n que se le resisti¨® durante varios injustos a?os. Parodia y sarcasmo alumbran este fresco hist¨®rico de posguerra. Los acontecimientos ocurren entre 1939 y 1945. Un personaje central que se desdobla en dos h¨¦roes antag¨®nicos. Aqu¨ª tenemos una luminosa representaci¨®n de la impostura, temas que trataron en su d¨ªa Juan Mars¨¦ (sobre todo en La muchacha de las bragas de oro) y el Rafael Chirbes m¨¢s reciente.
El realismo narrativo de Isaac Montero nunca fue acomodaticio. Cuando lo consider¨® necesario, postul¨® una renovaci¨®n en la forma y en la perspectiva de los temas que siempre le preocuparon. Fue un escritor desenga?ado con su entorno. Pero nunca con la ficci¨®n. En la que confi¨® con la plenitud del escritor necesario y comprometido con su tiempo que siempre fue.
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