"Nunca dirigir¨¦ una pel¨ªcula de mi padre"

Comparado con el silencio que reina en Santa M¨®nica (California) a estas horas tan tempranas, el bullicio del Broadway Deli recuerda al t¨ªpico bar espa?ol de caf¨¦ con churros en pleno ajetreo. Y a Rodrigo Garc¨ªa M¨¢rquez se le ve en medio del guirigay como pez en el agua, leyendo Los Angeles Times con ganas y reconocido con la familiaridad de un habitual. "Ahora s¨®lo tengo tiempo de leer las noticias en Internet, pero en cuanto tengo un segundo prefiero leer el diario". Y es que Garc¨ªa M¨¢rquez, primog¨¦nito del escritor colombiano por todos conocido, no tiene un respiro. De ah¨ª las horas, el lugar y la premura.

A sus 48 a?os este nacido en Colombia criado en M¨¦xico y afincado en Los ?ngeles desde que decidi¨® que la imagen era lo suyo, no se pierde una. Su nombre es parte central de la llamada nueva edad de oro de la televisi¨®n, director de algunas de las mejores series de la cadena HBO como Los Sopranos, A dos metros bajo tierra, Carnivale, Big love y ahora In treatment. Y tambi¨¦n es uno de los cinco realizadores en el centro de la revoluci¨®n hispana de Hollywood (junto a los tres amigos de Cha Cha Cha Guillermo del Toro, Alfonso Cuar¨®n y Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu) ultimando el pr¨®ximo rodaje de su nueva pel¨ªcula, Mother and child. "Trato de simplificar porque lo verdaderamente cansado de dirigir es que es intensamente social, tienes que lidiar con gente todo el d¨ªa. Me gusta porque soy muy sociable pero el cine te da siempre el doble de lo que necesitas", asegura.

El hijo del escritor tiene claro que lo suyo es el cine. Para la literatura, su padre

De momento, la ¨²nica simplificaci¨®n est¨¢ en su dieta. S¨®lo claras de huevo en la tortilla vegetariana que este hombre grandull¨®n pide acompa?ada de moras sin apenas mirar un men¨² que parece las tablas de la ley por su tama?o, que no por contenido. Y para beber, lo que la carta define como un "abre ojos", un buen cappuccino. La Deli est¨¢ cerca de su casa, donde vive con su esposa y sus dos hijas y donde escribe todos los d¨ªas -"a veces, media hora, otras cuatro, otras nada", dice-, y tambi¨¦n cerca de HBO, donde ir¨¢ en cuanto acabe de desayunar para un nuevo rodaje. "Es una buena ¨¦poca para la televisi¨®n, con un cine de estudio cada vez m¨¢s procesado para atraer varones de 19 a?os que s¨®lo quieren ver lo mismo", resume de su experiencia. Les alimenta con la misma pasi¨®n con la que come su tortilla.

Tuvo claro desde muy joven que lo suyo era la imagen, en parte por lo mucho que le gustaba la fotograf¨ªa y tambi¨¦n porque, para qu¨¦ negar el peso de la familia, en la literatura siempre habr¨ªa sido comparado con su padre. As¨ª que su amor por las letras est¨¢ en sus guiones, siempre propios tanto en Nueve vidas como en Cosas que dir¨ªa con s¨®lo mirarla. ?Y qu¨¦ responder¨ªa a una oferta para dirigir alguna de las novelas de su padre? "No dirigir¨¦ una novela de mi padre porque ser¨ªa un fen¨®meno de prensa, no se ver¨ªa con objetividad". Pero al menos ?es posible una adaptaci¨®n decente? Su continuo pesta?eo se relaja. "Hasta ahorita hubo mala suerte pero es posible. Muchos de los que han dirigido sus novelas lo han hecho con mucho respeto y poca audacia", resume experto en diseccionar los guiones de otros.