Padre denuncia a padre
Cientos de familias mienten para que sus hijos accedan al colegio deseado
Padres que se empadronan en una plaza de garaje a cinco kil¨®metros del domicilio familiar, pero a 50 metros del colegio que quieren para sus hijos; matrimonios bien avenidos que fingen o incluso llevan a t¨¦rmino un divorcio para que la solicitud de escolarizaci¨®n del ni?o tenga los puntos extra por familia monoparental; padres que a la vez que presentan un certificado de incapacidad laboral permanente alegan trabajar al lado del centro en el que quieren inscribir al hijo. La picaresca para conseguir plaza en algunos colegios se salda cada a?o con cientos de denuncias por fraude que en muchos casos acaban en los juzgados y con el ni?o expulsado del centro en el que hab¨ªa sido indebidamente admitido.
S¨®lo en Andaluc¨ªa se han registrado 1.315 reclamaciones por fraude
La picaresca suele estar relacionada con el domicilio, los divorcios y la renta
S¨®lo en Andaluc¨ªa, la Junta ha registrado este a?o 1.315 reclamaciones, en la mayor¨ªa de los casos de padres cuyos hijos se quedaron fuera del colegio que quer¨ªan. Seg¨²n los datos aportados a este peri¨®dico por las delegaciones provinciales de Educaci¨®n, a partir de estas denuncias se han detectado 337 fraudes. En todos los casos, el enga?o ha obligado a volver a baremar a los alumnos cuyos padres mintieron y restarle los puntos que hab¨ªan obtenido de forma fraudulenta.
Pedro Rasc¨®n, presidente de la CEAPA (Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres) afirma que la picaresca se da por toda Espa?a pero que es muy dif¨ªcil contabilizar el n¨²mero de casos. Por ejemplo, en Barcelona el a?o pasado hubo una sentencia judicial contra un colegio que hab¨ªa contratado a padres por dos meses para que sus hijos obtuvieran los puntos que se dan a los ni?os cuyos padres trabajan en la escuela. "En las escuelas p¨²blicas se comenten menos fraudes porque hay m¨¢s transparencia. Es en las concertadas donde m¨¢s se da". En la capital andaluza, han sido este a?o 46 los centros afectados (38 concertados y 8 p¨²blicos)
hasta el punto de que el delegado provincial de Educaci¨®n, Jaime Moug¨¢n, ha calificado de "preocupante" la situaci¨®n por el retraso que ocasiona en el proceso de escolarizaci¨®n y el "colapso" en las tareas de la polic¨ªa auton¨®mica.
Rasc¨®n asegura que el sistema se enfrenta a dos problemas: "Por un lado los colegios concertados tienen sistemas muy opacos y dif¨ªciles de vigilar. Por el otro, muchos padres no denuncian las irregularidades porque temen que sea eso lo que impida a sus hijos el acceso al colegio. Si las autoridades se involucraran en serio encontrar¨ªan mucha tela que cortar". Corresponde a cada comunidad aut¨®noma promover la investigaci¨®n de los enga?os. "S¨®lo los m¨¢s flagrantes acaban siendo investigados por la Alta Inspecci¨®n Escolar", afirma un portavoz del Ministerio de Educaci¨®n.
Cada comunidad aut¨®noma tiene su propio sistema de baremaci¨®n para regular el acceso a los centros p¨²blicos y concertados. La mayor¨ªa prima la cercan¨ªa del colegio al domicilio familiar y, en menor medida, al trabajo de uno de los padres. Los hijos de familias numerosas, menor renta, con otro hermano que ya estudie en el centro o que padezcan alguna discapacidad suelen obtener tambi¨¦n puntos extra. En algunos casos, como el actual sistema de baremaci¨®n andaluz se bonifica tambi¨¦n a los hermanos de partos m¨²ltiples o a los hijos de familias monoparentales, lo que ha generado en los dos ¨²ltimos cursos denuncias contra padres que recurrieron a un divorcio expr¨¦s aunque siguieron conviviendo.
No obstante, m¨¢s de la mitad de los enga?os se cometen en el apartado de domicilio familiar: desde el peculiar empadronamiento en un garaje, a padres que llegan a alquilar un piso cerca del colegio que quieren y que, para evitar ser denunciados, incluso se mudan a ¨¦l hasta que el ni?o es definitivamente admitido.
Estas situaciones han dado lugar a que padres cuyos hijos se han quedado sin plaza contraten a abogados y detectives para destapar trampas de familias rivales.
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