Locura en el S¨¢nchez Pizju¨¢n

Si algo no funciona, hay que cambiarlo. Y eso es lo que hicieron Manolo Jim¨¦nez y Manolo Preciado. Los dos introdujeron cuatro cambios respecto al once titular de la primera jornada, que acab¨® con un empate para el Sevilla ante el Racing, y una derrota del Sporting con el Getafe. Lo que probablemente desconoc¨ªan ambos t¨¦cnicos era el efecto revolucionario que iban a tener esos cambios. Sobre todo, en los primeros 45 minutos y en dos jugadores: Maresca, omnipresente, y Bilic, que se fue a casa con un hat trick. Un primer tiempo de locos, que termin¨® con tres goles en el saco de cada equipo, y que podr¨ªa haber terminado as¨ª, si no fuera porque tras el descanso Kanout¨¦ apareci¨® para darle los tres puntos al Sevilla.

Jim¨¦nez, el t¨¦cnico sevillista, ha reconocido en alguna ocasi¨®n que lo que m¨¢s le llama la atenci¨®n de su plantilla es la polivalencia. Pero lo que Maresca pretendi¨® ayer supera el significado de la palabra. Sali¨® al terreno de juego como una moto. Acompa?ado por Fazio, reconvertido en centrocampista en la primera mitad, el italiano decidi¨® multiplicarse. Baj¨® a apoyar a Prieto y Squillaci en el centro de la zaga. Recorri¨® cuando le pareci¨® la banda derecha, haciendo las veces de Navas. Se encarg¨® de botar los saques de esquina y las faltas. S¨®lo le falt¨® ponerse los guantes y darle el relevo a Palop en la porter¨ªa. El gol le lleg¨® a Maresca despu¨¦s de un disparo ajustado al palo desde fuera del ¨¢rea. El tercero de su equipo, que pon¨ªa por delante al Sevilla, aunque no por mucho tiempo. Todo esto sucedi¨® en los primeros 45 minutos, con los dos equipos instalados en la locura permanente.

Tras el silbato inicial, los gijonenses se adelantaban en el marcador con dos goles de Bilic. El primero, al meter la punta del pie entre las piernas de Prieto y enviar el centro de Diego Castro al fondo de la red. Y el segundo, tras un pase de Carmelo desde la banda izquierda. El enfado de Jim¨¦nez era monumental, el necesario para que el impacto asturiano lo contrarrestara el Sevilla un poco m¨¢s tarde. Primero, con una internada de Jes¨²s Navas por la derecha, que culmin¨® Chevant¨®n. Y despu¨¦s Kanout¨¦, devolvieron la igualdad al encuentro. Pero no tard¨® Bilic en volver a ver porter¨ªa. Maldonado se at¨® el cuero a la bota, quit¨® el polvo de la l¨ªnea de fondo, le hizo un ca?o a Dragutinovic y centr¨® al ¨¢rea para que recibiera Carmelo, al que derrib¨® la zaga gijonense. Mateu Lahoz se?al¨® penalti. Bilic se encarg¨® de transformarlo y firmar su tercera diana. Preciado, desde el banquillo del Sporting, estaba plet¨®rico con la idea de ara?ar un punto en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Pero lleg¨® el descanso, el desfile a los vestuarios y la vuelta al campo de los equipos. Kanout¨¦ le agu¨® la fiesta con el cuarto gol del Sevilla.

De ambas defensas, del debate de Capel, titular ayer, del virus fifa, o del olfato goleador de Luis Fabiano, que sustituy¨® a Chevant¨®n, no hubo nada destacable. Lo mismo que sobre la segunda mitad. En la primera, se dijo todo.