El Gobierno impone el estado de sitio en una regi¨®n rebelde

El estado de sitio vigente desde la madrugada de ayer en el departamento amaz¨®nico de Pando -una de las regiones que se oponen al Gobierno de Evo Morales y escenario de la violencia que azota estos d¨ªas a Bolivia- ha provocado una tensa calma en el resto del pa¨ªs. Mientras, el presidente boliviano, Evo Morales, se mostr¨® dispuesto a revisar la propuesta auton¨®mica de la nueva Constituci¨®n a fin de conseguir un acuerdo con sus opositores regionales por la "unidad del pa¨ªs" y tras haber obtenido la autorizaci¨®n de sus bases.

Faltan gasolina y bombonas de gas; los alimentos son pocos y caros

El Gobierno central impuso en Pando, en el extremo norte del pa¨ªs, el estado de excepci¨®n -con toque de queda entre la medianoche y las seis de la ma?ana- por una dram¨¢tica confrontaci¨®n entre seguidores de Morales y defensores de la autonom¨ªa, con un saldo preliminar de 16 muertos y medio centenar de heridos.

Poco antes de conocerse la entrada en vigor de la ley marcial, en Cobija, la capital de Pando, la llegada de un avi¨®n militar asust¨® a los habitantes, que trataron de impedir que aterrizara. Tres personas, entre ellas una periodista de televisi¨®n, fueron heridas de bala. Un soldado recibi¨® un disparo y lleg¨® al centro m¨¦dico sin vida.

La presencia militar en Cobija se limitaba ayer al interior del aeropuerto, de donde no salieron los soldados para evitar enfrentamientos con los grupos de autonomistas que rodean la zona y que, como el gobernador Leopoldo Fern¨¢ndez, desconocen el estado de sitio.

El resto de la ciudad se encuentra en calma, pero los habitantes est¨¢n muy nerviosos ante la ola de rumores de presuntas nuevas llegadas de militares y campesinos del oficialista Movimiento Al Socialismo, que no quisieron abrir sus negocios pese al d¨ªa de feria en la zona franca fronteriza con Brasil.

El Ejecutivo y el representante de las cinco regiones autonomistas, el gobernador de Tarija, Mario Coss¨ªo, acordaron retomar hoy el di¨¢logo para pacificar Bolivia. En principio, las partes coinciden en la apremiante necesidad de pacificar el pa¨ªs y de establecer las bases de un di¨¢logo en torno a un temario que incluya el texto constitucional con el que Morales quiere refundar Bolivia -con la oposici¨®n de los autonomistas- y los estatutos auton¨®micos impulsados, pese al rechazo del Gobierno, por los dirigentes regionales.

Tambi¨¦n est¨¢ pendiente el tema del Impuesto Directo de Hidrocarburos (IDH), que el Gobierno recort¨® en enero en contra de los opositores.

Mientras tanto, familiares de muchos campesinos desaparecidos el viernes en Pando continuaban busc¨¢ndolos en las aguas del caudaloso Tahuamanu y en la densa vegetaci¨®n que rodea las poblaciones de Porvenir y Filadelfia. Seg¨²n la prensa local, al menos 30 ind¨ªgenas fueron atacados por hombres armados, presuntamente seguidores del gobernador de la regi¨®n, cuando cruzaban un puente.

En el resto del pa¨ªs se vive en zozobra: casi se ha agotado la provisi¨®n de bombonas de gas, no hay combustible, las tarifas del transporte p¨²blico han subido, y los alimentos son pocos y caros. Los departamentos autonomistas mantienen sus medidas de presi¨®n: cierre de carreteras, ocupaci¨®n de las plantas petroleras y cierre de gasoductos en el sur boliviano, adem¨¢s de la ocupaci¨®n de oficinas gubernamentales. En ese contexto, todos esperan expectantes la concreci¨®n del di¨¢logo entre el Gobierno y los autonomistas.