Avalancha de despidos colectivos

Aqu¨ª no pasa nada. Si uno mira las cifras de expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE), los considerados despidos colectivos, parece que durante la primera mitad de 2008 no ha llegado la crisis econ¨®mica a las compa?¨ªas espa?olas y, por tanto, no hay p¨¦rdida de trabajo. Nada m¨¢s lejos de la realidad, porque el paro no deja de aumentar, y va a hacerlo m¨¢s en los pr¨®ximos meses, seg¨²n todas las previsiones. Las empresas, a decir de las centrales sindicales mayoritarias en nuestro pa¨ªs, est¨¢n optando de forma generalizada por no renovar contratos temporales y, por supuesto, por frenar en seco el n¨²mero de incorporaciones a sus plantillas. Eso las que no se ven abocadas al concurso de acreedores (antigua suspensi¨®n de pagos), con el que las filas del paro se est¨¢n engrosando, pues supone una salida m¨¢s o menos masiva de sus empleados.

Trabajo vigila que las empresas no utilicen la crisis para despedir

En 2007, el motivo de los ERE era de organizaci¨®n; en 2008 es econ¨®mico

Los expedientes en la construcci¨®n han subido un 140%. Es el turno del autom¨®vil

Pero tambi¨¦n se est¨¢n acogiendo a los expedientes de regulaci¨®n, ya sean definitivos o de car¨¢cter temporal (los menos). Si entre enero y junio de 2007, el Ministerio de Trabajo autoriz¨® 1.962 expedientes que pusieron en casa a 34.504 trabajadores, en el primer semestre de este a?o han sido 1.752 los ERE aprobados y 48.488 las personas que se han quedado sin empleo. Aunque s¨®lo durante esta semana, tres compa?¨ªas, Ford, Futura y General Motors, han anunciado que pretenden presentar sendos ERE que afectar¨¢n a casi 3.000 trabajadores en total. Y en los despachos de abogados laboralistas y las consultoras especializadas hay m¨¢s ajetreo que de costumbre, porque "se est¨¢ preparando una verdadera avalancha de expedientes en la segunda parte del a?o", vaticina Antonio G¨®mez de Enterr¨ªa, socio de Sagardoy Abogados. En su despacho se est¨¢n tramitando actualmente casi una decena.

Presentar un expediente de regulaci¨®n de empleo no es cualquier cosa. Para empezar, es un procedimiento al que se llega normalmente por obligaci¨®n; no hace falta que la empresa presente p¨¦rdidas, aunque s¨ª que justifique de forma pormenorizada el deterioro de su situaci¨®n por p¨¦rdida de competitividad, crisis econ¨®mica o de consumo, reorganizaci¨®n, etc¨¦tera. "Los ERE son la parte traum¨¢tica de la gesti¨®n empresarial. Son cirug¨ªa", se?ala el director de recursos humanos de Martinsa-Fadesa, Jos¨¦ P¨¦rez Domene, que acaba de dar el finiquito a los 234 trabajadores que se han visto afectados por el presentado en mayo por su empresa.

Sin embargo, el secretario confederal de Acci¨®n Sindical de UGT, Toni Ferrer, sospecha que muchas compa?¨ªas espa?olas est¨¢n utilizando la crisis econ¨®mica para realizar despidos colectivos, aunque bien podr¨ªan mejorar su eficiencia con otro tipo de medidas menos dr¨¢sticas. Es el caso de las firmas automovil¨ªsticas, seg¨²n Ram¨®n Gorriz, secretario de pol¨ªtica industrial de la Federaci¨®n Minerometal¨²rgica de Comisiones Obreras, "que est¨¢n trasladando a sus plantillas espa?olas los problemas que tienen en Estados Unidos" y, en vez de tomar medidas de ajuste de producci¨®n (como ha hecho Seat con la supresi¨®n de un turno de producci¨®n para evitar el ERE), tratan de reducir sus costes a trav¨¦s del recorte de empleo, cuando el a?o pasado el sector duplic¨® sus beneficios, explica.

Y es que, como dice G¨®mez de Enterr¨ªa, "lo inteligente es presentar un ERE cuando la empresa tiene medios econ¨®micos para pagarlo, puesto que es muy caro. Cuando se pasa ese momento, ya es una resistencia, un huir hacia delante". En su opini¨®n, en 2007 hubo sociedades que se adelantaron y aprovecharon sus mejores condiciones econ¨®micas para acometerlo. Pero hoy, cuando esas condiciones han empeorado sobremanera, se anuncian muchos ERE. Los del sector de la construcci¨®n ya han sido sonados (han crecido un 140% entre el primer semestre de 2007 y 2008), lo mismo que los del autom¨®vil, que empiezan a sucederse y "se llevar¨¢n detr¨¢s", en ambos casos, a la industria auxiliar que los provee, vaticina Ferrer.

Para Miguel Cuenca, presidente de Cusan Abogados, si bien los ERE est¨¢n aumentando este a?o, el verdadero cambio respecto a 2007 es el motivo por el que se llevan a cabo. Antes eran razones organizativas y actualmente son econ¨®micas. Tambi¨¦n, a juicio de G¨®mez de Enterr¨ªa y de UGT, se debe a que la Administraci¨®n (sobre todo la Central, que se reparte con las comunidades aut¨®nomas la potestad de aprobar los ERE) ha estrechado la vigilancia. Y los datos comparados de los primeros semestres del a?o pasado y ¨¦ste les dan la raz¨®n. En 2007 dej¨® de aprobar y desestim¨® 145 expedientes; en 2008 ha echado atr¨¢s 172.

La Administraci¨®n Central busca, como marca la ley, que los ERE tengan un contenido social que aminore la p¨¦rdida del empleo y sus consecuencias, adem¨¢s de su corte puramente econ¨®mico. Con los mismos recursos de que dispone una compa?¨ªa para pagar indemnizaciones (la norma fija un m¨ªnimo de 20 d¨ªas por a?o trabajado durante 12 mensualidades, que s¨®lo se utiliza en casos de quiebra de la sociedad y que normalmente suelen oscilar entre 30 y 40 d¨ªas por a?o) se pueden recortar ¨¦stas y, por ejemplo, mejorar las prestaciones del desempleo, destinar importantes partidas a la formaci¨®n de los trabajadores o poner en marcha planes de recolocaci¨®n que rebajen el impacto del expediente. Pero los propios afectados de los despidos, a veces prefieren coger el dinero de la indemnizaci¨®n a la promesa de un empleo a medio plazo.

No es tiempo de hacer frente a costosas medidas sociales, pero, seg¨²n la abogada Pilar Albert, de Deloitte, que tiene unos seis expedientes en tramitaci¨®n que afectan a unas 4.000 personas, algunas empresas procuran reubicar a sus empleados en otras compa?¨ªas del grupo, prejubilar o jubilar anticipadamente, utilizar la figura de la movilidad geogr¨¢fica o de la recolocaci¨®n (al ser cara, esta posibilidad se ofrece menos que el a?o pasado). Estas medidas, si no se negocian simult¨¢neamente con la modificaci¨®n de los convenios colectivos, sirven de muy poco y, probablemente, en el futuro derivar¨¢n en nuevos despidos colectivos, a?ade.

Los ERE nacen normalmente del acuerdo de empresarios y trabajadores, no sin conflictividad laboral, que les suele acompa?ar. As¨ª ha sido, por ejemplo, el que tiene en marcha Radio Televisi¨®n Espa?ola (RTVE) y que supondr¨¢ la salida de 4.150 trabajadores del grupo entre 2007 y finales de este a?o, de la cual s¨®lo est¨¢n pendientes 631 personas. RTVE espera iniciar 2009 con 6.454 empleados. Un portavoz de la corporaci¨®n asegura que los despidos se han producido entre personas mayores de 52 a?os que voluntariamente se han adherido al ERE, accediendo a unas prejubilaciones por las que conservar¨¢n el 92% de su salario neto.

Aunque en los tiempos que corren, tambi¨¦n hay otros a los que la realidad les va superando, tal y como reconoce el director de recursos humanos de Martinsa-Fadesa. El ERE de 234 trabajadores que present¨® en mayo va a ampliarse en unas cincuenta personas (las que se han adherido a ¨¦l de forma voluntaria), y probablemente con nuevos ajustes de empleo, asegura. Tras el expediente, la inmobiliaria present¨® el concurso de acreedores m¨¢s grande que ha tenido lugar en Espa?a (5.000 millones de euros de deuda). "Trabajamos bajo unas premisas que la realidad ha ido desbordando. En el plan de viabilidad de la compa?¨ªa, que estar¨¢ listo seguramente en octubre, veremos si existe la m¨¢s que probable necesidad de prescindir de m¨¢s personas", explica.

Martinsa-Fadesa cuenta actualmente con 590 empleados en Espa?a y m¨¢s de 200 en el extranjero. Sus ex empleados han percibido 36 d¨ªas por a?o trabajado. La empresa tendr¨¢ que desembolsar cuatro millones de euros para costear el ERE, asegura P¨¦rez Domene, mientras la inmobiliaria tiene problemas para pagar las n¨®minas de sus empleados actuales. -