Ex maltratadas y felices
Un proyecto del Instituto de la Mujer de Sevilla aplica las experiencias de mujeres que superaron la violencia machista para ayudar a otras v¨ªctimas
Natalia y Mar¨ªa fueron maltratadas durante m¨¢s de 10 a?os, y por m¨¢s de una pareja. F¨ªsica y psicol¨®gicamente. Una est¨¢ amenazada de muerte y la otra recuerda el d¨ªa y la hora de cada golpe. Pero tienen algo m¨¢s en com¨²n: las dos han superado el trauma de los malos tratos y han reconstruido sus vidas. Natalia est¨¢ pintando las paredes de su nueva casa y Mar¨ªa acaba de regresar de sus primeras vacaciones sola. Un proyecto del Instituto de la Mujer y las universidades de Sevilla y Valencia utilizan sus experiencias para ayudar a cientos de mujeres que a¨²n no se sienten con fuerzas para salir de la situaci¨®n. En Espa?a hay m¨¢s de dos millones de mujeres que sufren violencia de g¨¦nero, seg¨²n fuentes del gobierno. Pero se desconoce la cifra de las que ya no los sufren m¨¢s.
En Espa?a hay m¨¢s de dos millones de mujeres que sufren malos tratos
"Algunas v¨ªctimas salen de la violencia. Y hay que visibilizar este tipo de logros"
"Se acabaron las mentiras. Podremos ayudarnos y volver a estar tranquilas"
"Es muy necesario visibilizar este tipo de logros", explica Mar¨ªa Jes¨²s Cala, profesora del Departamento de Psicolog¨ªa Experimental en la Universidad de Sevilla. "Hay mujeres que salen de situaciones de violencia machista, con m¨¢s o menos cicatrices, y consiguen reconducir sus vidas", contin¨²a. "Y ellas nos pueden ayudar mucho a evitar futuros abusos", concluye. El nombre del proyecto es : "Recuperando el control de nuestras vidas: Reconstrucci¨®n de identidades en mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero.
Natalia, de 50 a?os, es un nombre ficticio. Ella misma lo ha elegido. Es funcionaria en la Junta de Andaluc¨ªa y "por nada del mundo" quiere que le reconozcan. Tiene dos hijos "maravillosos" y se enamor¨® de su segunda pareja por Internet. "?C¨®mo si no?", se r¨ªe. "Me cont¨® en la primera cita que ten¨ªa sida y me daba mucha pena", explica. "Una pena horrible", insiste. Cuenta que le gust¨® esa persona porque hablaba de "respeto, familia, valores". Y se fue a vivir con ¨¦l.
"Con el tiempo se fue haciendo m¨¢s agresivo hasta acabar encerr¨¢ndome en una casa de campo, quitarme las llaves del coche y propinarme palizas cada vez que le pon¨ªa nervioso o hac¨ªa algo mal", cuenta esta mujer delgada de melena rubia. De lo que m¨¢s se arrepiente es de haber negado a sus hijos. "Fueron contando qu¨¦ algo raro pasaba, que yo aparec¨ªa siempre con contusiones.. y yo dije que ellos estaban locos, que ten¨ªan celos y que todo era una mentira". Natalia interrumpe la conversaci¨®n cada poco tiempo para coger aire. Enlaza un cigarro con otro y confiesa que "lo peor" no lo va a contar porque le da verg¨¹enza. "Me lleg¨® a decir que si hac¨ªa lo que ¨¦l quer¨ªa, pod¨ªa quedarme unos cinco a?os con ¨¦l, hasta que me muriera por agotamiento... y yo dije que s¨ª", revela abriendo los ojos como platos. "Necesitaba que ¨¦l me quisiera y acept¨¦ todo", lamenta hasta desaparecer en un prolongado silencio.
"A las mujeres nos cuesta mucho romper una relaci¨®n porque la sociedad a¨²n lo considera un fracaso", explica la profesora Cala. "Lo peor es que las j¨®venes de ahora est¨¢n volviendo a valorar positivamente conductas negativas", explica Juan Ignacio Paz, psic¨®logo especializado en violencia de g¨¦nero que trabaja en el Instituto de la Mujer de Sevilla. "Los celos, la posesi¨®n o el control sobre el otro vuelven a verse como pruebas de amor", se preocupa Paz, que tambi¨¦n organiza el proyecto. "Por eso hay que hablar de estas cosas, detectar las se?ales, revertir la perniciosa educaci¨®n de g¨¦nero que hemos recibido", sentencia rotundo.
Mar¨ªa [tambi¨¦n nombre ficticio] dice que es feliz porque por fin vive sin miedo. Entra en un bar y pide "lo de siempre": Un vaso de agua gigante del que apenas bebe. Este verano ha sido el primero de su vida en el que ha viajado con amigas. "Mi primer marido me prohibi¨® trabajar, el segundo salir con gente", reconoce Mar¨ªa. "Cada d¨ªa me sent¨ªa m¨¢s encogida, m¨¢s muerta de miedo, m¨¢s encerrada". Seg¨²n los psic¨®logos los pasos para "salir" son siempre los mismos: "Primero hay que romper el silencio, despu¨¦s compartir experiencias con personas que hayan pasado por lo mismo", resume Paz. Sobre el perfil de la v¨ªctima, lo tiene claro: "No debe confundirse la consecuencia de los malos tratos con la causa".
Mar¨ªa durmi¨® dos a?os con su "ni?a", como ella le llama, aunque ya ha cumplido los 28 a?os. Estudi¨® en la universidad, tiene un buen trabajo y un nivel social alto. "Cualquier mujer, por muy fuerte que parezca, puede ser v¨ªctima de violencia machista si le pillan en un momento emocional adecuado", aclara Paz. "Yo le debo todo a mi hija", agradece Mar¨ªa. "Es mi hada madrina", sonr¨ªe.
La metodolog¨ªa de la investigaci¨®n, que lleva ya un a?o y concluir¨¢ en 2010, es la siguiente: Entrevistas individuales, historias de vida y grupos de discusi¨®n. "Un espacio donde hablar sin que nadie te cuestione, te juzgue y sin sin miedo a comentarios externos...", a?ade Paz.
Natalia y Mar¨ªa coinciden en que cuanto m¨¢s hablan del tema, mejor se sienten. Ya han roto el silencio, primer paso de la superaci¨®n. Admiten que antes se ve¨ªan como "culpables". "No tiene m¨¢s remedio que pegarme porque le pongo nervioso", se dec¨ªan a s¨ª mismas. "Pero se acabaron las mentiras", dice cada una por su lado.
En los pr¨®ximos meses podr¨¢n contar su historia a otras mujeres. Y se sienten satisfechas: "Entre todas podremos ayudarnos, volver a estar tranquilas y bueno, ser felices, ?no?".
Falsos mitos sobre los abusos en pareja
- La violencia de g¨¦nero se produce en entornos de pobreza o falta de formaci¨®n cultural.
- El maltratador pierde el control debido a sustancias como el alcohol o las drogas.
- Existe un perfilde mujer con m¨¢s tendencia a permitir abusos por parte de sus parejas.
- Los abusos s¨®lo se dan con las mujeres m¨¢s d¨¦biles, con carencias afectivas o falta de auto estima.
- Son ciertos los ideales de la media naranja, el pr¨ªncipe azul y la familia perfecta.
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