Consenso inaudito

Me consta por referencias muy directas y fiables que es imposible que un juez pueda llevar personalmente el control de los miles de expedientes que se acumulan en su juzgado, especialmente cuando -como consta ha sucedido en el caso Mari Luz- los funcionarios responsables de impulsar el proceso y de dar cuenta al magistrado del estado del mismo no cumplieron con su obligaci¨®n. En tales circunstancias, atribuir la responsabilidad a don Rafael Tirado ser¨ªa tanto como responsabilizar al cirujano de la defectuosa gesti¨®n del calendario de visitas que incumbe a la administraci¨®n de su hospital. Los dirigentes pol¨ªticos est¨¢n dando muestras de un inusual grado de consenso en torno a la necesidad de sancionar de modo ejemplar a este profesional. Ahora bien, el consenso es un fen¨®meno que tanto puede denotar coincidencia de pareceres como confluencia coyuntural de necesidades exculpatorias: las necesidades de quienes con su pol¨ªtica presupuestaria han venido posibilitando que los juzgados sean ¨®rganos end¨¦micamente descompensados y disfuncionales, y la conveniencia de quienes se han abstenido durante decenios de establecer una normativa capaz de deslindar n¨ªtidamente las responsabilidades en el seno de la oficina judicial. As¨ª las cosas, parece ser que lo que ahora conviene es ofrecer como sea a los familiares de la v¨ªctima la cabeza de alg¨²n responsable de carne y hueso y cuya culpabilidad no se diluya en el magma siempre abstracto de las carencias del sistema.