Los autobuses de Barcelona pierden 10 millones de viajes en 9 meses

Cuesta abajo: ¨¦sa es la trayectoria que siguen los autobuses urbanos que gestiona Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). En los ¨²ltimos meses, han dejado de transportar unos 10 millones de pasajeros, incluyendo los que se perdieron durante los d¨ªas de huelga de la pasada primavera y contando siempre id¨¦nticos periodos del a?o anterior. Pero la empresa es consciente de que la ca¨ªda de usuarios no es s¨®lo cosa del paro de conductores. De hecho, empez¨® ya en el pasado mes de septiembre y ha seguido de modo casi constante hasta el 30 de junio, ¨²ltima fecha de la que se dispone de datos. Total: 10 millones menos. Los seis primeros meses se cierran con 94 millones. El pasado a?o hubo 203 millones de usuarios en 12 meses y, si se hubiera seguido la t¨®nica general, lo esperable era un aumento del 3%. En cambio se ha producido un notable retroceso.

Metro, tranv¨ªa y Ferrocarrils han ganado pasaje en los ¨²ltimos meses

El ¨²ltimo consejo de TMB, celebrado en julio, tuvo ya conocimiento de estos hechos, que en buena medida prefiguran las decisiones de futuro de la empresa: las cosas van mal y se espera que vayan peor. La explicaci¨®n dada entonces por los principales dirigentes de TMB (D¨ªdac Pesta?a, vicepresidente ejecutivo, y Assumpta Escarp, presidenta) apuntaban a los cambios en la econom¨ªa. Hay menos movilidad vinculada al trabajo porque hay menos empleados al aumentar el paro. El problema, hizo notar alg¨²n consejero en esa misma reuni¨®n, es que s¨®lo los autobuses pierden pasajeros. No ocurre lo mismo con el resto del transporte urbano: ni el metro, ni Ferrocarrils de la Generalitat ni el tranv¨ªa han notado el impacto de la crisis econ¨®mica. Al contrario, en los tres casos registran incrementos de pasaje, coincidiendo con los aumentos apuntados en los ¨²ltimos a?os, tras el proceso de integraci¨®n tarifaria. El ¨²nico modo de transporte que retrocede es el autob¨²s. Un portavoz de TMB rechaz¨® de plano que la p¨¦rdida de usuarios pueda estar relacionada con la baja calidad del servicio, por ejemplo en lo que a falta de puntualidad se refiere. Todo lo contrario, se?al¨® el portavoz: las encuestas que encarga la empresa dan a la calidad una nota muy alta. Es decir, mejorar es imposible.

Pero algo se hace. Hace unos d¨ªas, con motivo de la presentaci¨®n de nuevos veh¨ªculos, la empresa anunci¨® reducciones de servicio en algunas l¨ªneas. Ayer lo neg¨® de plano: "Con el abucheo al alcalde Jordi Hereu, todos lo entendieron mal", sostuvo el portavoz de TMB. "No hay reducci¨®n", insisti¨®, "s¨®lo hay ajustes de horarios que afectan a los conductores". Fuentes sindicales enviaron ayer a este diario una relaci¨®n de 48 l¨ªneas en las que se produce el "ajuste" horario. En todas ellas el tiempo de conducci¨®n se reduce. Desde 17 horas y 4 minutos menos en la l¨ªnea 7, por ejemplo, hasta seis horas en la l¨ªnea 41. En todos los casos, se?al¨® la empresa, se trata de "adaptaciones" que el usuario "casi no notar¨¢". La misma fuente se neg¨® repetidamente a cuantificar el "casi". "El usuario ya sabe qu¨¦ l¨ªneas se modifican porque lo pone en las paradas", a?adi¨® el portavoz oficial. S¨ª reconoci¨® cambios en las l¨ªneas 11, 26 y 40, relacionadas con obras en las v¨ªas que recorren.

Los sindicatos promotores de la ¨²ltima huelga sostiene que la reducci¨®n del servicio es del 7% de media, contabilizando todas las l¨ªneas afectadas. A esto hay que a?adir una segunda queja sindical: 81 conductores que han estado prestando servicio en los meses de verano perder¨¢n, al menos provisionalmente, el empleo. "No se trata de despidos", puntualiz¨® el portavoz de la compa?¨ªa. Lo que ocurre, apunt¨®, es que "no se les renuevan los contratos, pero pasan a figurar en una lista de espera y se les llamar¨¢ en el futuro cuando haya plazas". Estos conductores realizaban suplencias de verano y tambi¨¦n de fin de semana. La direcci¨®n de TMB tiene diversos proyectos de reforma de las l¨ªneas de autobuses que buscan recuperar el atractivo para el pasajero. "El problema es que est¨¢n asustados y no se atreven a abordar los cambios por si la cosa empeora", explic¨® un miembro del Consejo de Administraci¨®n de la compa?¨ªa.