La recesi¨®n en Irlanda castiga al Tratado de Lisboa

La crisis econ¨®mica podr¨ªa acabar tambi¨¦n por enterrar el Tratado de Lisboa. El declive econ¨®mico en el que est¨¢ entrando Irlanda desaconseja la convocatoria de un nuevo refer¨¦ndum a corto plazo. El primer ministro luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, puso ayer el dedo en la llaga al advertir: "Dada la crisis econ¨®mica a la que nos enfrentamos y que los Gobiernos son cada vez m¨¢s impopulares en Europa, organizar un refer¨¦ndum ser¨ªa muy peligroso". Juncker dice que "hay que ser realista" y prev¨¦ que el Tratado pueda entrar en vigor hacia el primero de enero de 2010.

Los irlandeses sufren su primera crisis tras 25 a?os de alto crecimiento

Irlanda est¨¢ enfrent¨¢ndose a su primera recesi¨®n tras haber registrado el m¨¢s alto crecimiento de la Uni¨®n durante los ¨²ltimos 25 a?os. Pero desde hace un a?o el sector de la construcci¨®n sufre las mayores p¨¦rdidas de la UE. Durante los tres primeros meses de 2008, la ca¨ªda super¨® el 10%. El desempleo, hasta hace poco uno de los m¨¢s bajos de Europa, ha alcanzado el 5,9%, frente al 4,6% de hace un a?o. No obstante, la inflaci¨®n se mantiene baja en el 3,2%.

El Tratado de Lisboa fue negociado como una alternativa menos ambiciosa a la Constituci¨®n europea despu¨¦s del rechazo de Francia y Holanda en 2005. El nuevo tratado ha sido ratificado ya por 24 Estados, pero volvi¨® a caer en desgracia el pasado 11 de junio cuando el 53,4% de los irlandeses vot¨® en contra en un refer¨¦ndum muy participativo.

Quedan pendientes de ratificaci¨®n la Rep¨²blica Checa y Suecia. Este ¨²ltimo pa¨ªs, que ten¨ªa previsto ratificarlo en noviembre, ha aplazado la decisi¨®n y quiz¨¢ lo haga antes de fin de a?o.

En la Rep¨²blica Checa el proceso est¨¢ en suspenso pendiente de que el Tribunal Constitucional decida si el texto est¨¢ en l¨ªnea con su Constituci¨®n. El Gobierno est¨¢ a favor de la ratificaci¨®n, pero el presidente, V¨¢clav Klaus, un activo euroesc¨¦ptico, ha manifestado que no firmar¨¢ el nuevo tratado si antes no lo ha ratificado Irlanda.

Diego L¨®pez Garrido, secretario de Estado para la UE, manifest¨® ayer: "Los pa¨ªses miembros hemos ofrecido nuestro apoyo a Irlanda para buscar la mejor manera para superar el no del refer¨¦ndum al Tratado de Lisboa, pero les corresponde a los irlandeses proponer una v¨ªa alternativa".

Hasta ahora, la estrategia de Nicolas Sarkozy, que ejerce la presidencia de turno de la Uni¨®n, era presionar a Dubl¨ªn para que convocara cuanto antes un nuevo refer¨¦ndum. El primer ministro, Brian Cowen, deber¨¢ presentar un informe sobre la situaci¨®n de su pa¨ªs al Consejo Europeo de los d¨ªas 15 y 16 de octubre. Sin embargo, ante el nuevo panorama de incertidumbre econ¨®mica, fuentes comunitarias estiman que Cowen no anunciar¨¢ ninguna fecha de convocatoria antes de diciembre. El primer ministro irland¨¦s hab¨ªa pedido el pasado junio un plazo de 18 meses para reconducir la situaci¨®n.

Ante las escasas posibilidades de que entre en vigor el nuevo tratado antes de febrero, las elecciones europeas del pr¨®ximo mes de junio se realizar¨¢n de acuerdo con el vigente Tratado de Niza. Espa?a no ganar¨¢ cuatro esca?os, como preve¨ªa el de Lisboa, pero mantendr¨¢ un mayor peso en las decisiones del Consejo.

El Tratado de Niza exige adem¨¢s reducir el n¨²mero de comisarios como m¨ªnimo en uno. Una de las f¨®rmulas que se barajan es que el pa¨ªs al que pertenezca el Alto Representante carezca de comisario.

Charles Grant, director del Centre for European Reform (CER), considera que "el fallecimiento del Tratado de Lisboa no ser¨ªa una cat¨¢strofe". En su opini¨®n, Europa "funciona bastante bien en muchas ¨¢reas con los actuales tratados" y cree que contin¨²a avanzando la integraci¨®n consiguiendo resultados a trav¨¦s de la construcci¨®n de organismos institucionales tales como Eurojust, la Agencia Europea de Defensa, a trav¨¦s de la cooperaci¨®n pr¨¢ctica en asuntos particulares como el problema nuclear de Ir¨¢n o aprobando nuevas leyes como las relativas al comercio de emisiones de CO2 o la liberalizaci¨®n de los mercados energ¨¦ticos.