"As¨ª no se puede estar"

Araceli, de 62 a?os, no puede abrir una lata. Mucho menos vestirse, realizar labores cotidianas b¨¢sicas o andar sin la ayuda de una silla de ruedas el¨¦ctrica. La culpa la tiene una poliomielitis infantil que ha ido degenerando hasta dejarle totalmente maltrecha la rodilla izquierda. Pero s¨®lo en parte. Las secuelas de la polio ser¨ªan mucho m¨¢s llevaderas de no ser por el c¨¢ncer de pecho que tuvo en 1996. Y, sobre todo, de no haber tenido que hacer frente a las met¨¢stasis de repetici¨®n que se le han reproducido -ocho en los huesos y dos en el h¨ªgado- y contra las que lleva combatiendo ocho a?os a base de quimio y radioterapia.

Esta mujer no se explica c¨®mo se ha quedado sin ayudas en su estado

Esto en lo que respecta al tratamiento. Otra cosa es la lucha contra el dolor: 90 miligramos de morfina que suele tomar por las ma?anas y 60 por las tardes. "Normalmente en comprimidos, aunque tambi¨¦n me he aplicado parches, que tienen un efecto m¨¢s r¨¢pido", relata. Con esta carga a sus espaldas -y con un trastorno de ansiedad derivado de todos estos problemas- no es extra?o que Araceli haya pasado este a?o tres meses sin moverse "ni poder salir de casa". Aunque tampoco era previsible que, con este historial cl¨ªnico le denegaran las ayudas correspondientes a la ley de la dependencia, y lo han hecho. Y ello, pese al reconocimiento de grado de minusval¨ªa del 86% expedido en 2004 por parte de la Consejer¨ªa de Bienestar Social, que "tal y como estoy ahora ser¨ªa mayor", comenta-.

Araceli no sale de su asombro despu¨¦s de haber recibido una carta de Bienestar Social que le informa de que no se encuentra "en un grado y nivel de dependencia de los que la ley ampara en este momento". Actualmente las ayudas corresponden a los grandes dependientes (nivel III grados 1 y 2) y los dependientes severos (grado II nivel 2). Y Bienestar Social no considera que Araceli est¨¦ entre ellos, aunque tampoco le ha comunicado cu¨¢l es su grado de dependencia. De hecho, ¨¦sta es la ¨²nica comunicaci¨®n que ha recibido desde que solicit¨® las ayudas en junio de 2007.

Araceli, que ha recurrido esta decisi¨®n, no se explica c¨®mo se le impide el acceso a estas ayudas, despu¨¦s de media vida sac¨¢ndose certificados. Desde el primero que obtuvo, una cartilla de la Asociaci¨®n Nacional de Inv¨¢lidos Civiles, all¨¢ por 1970 que acredita su inclusi¨®n con 24 a?os en esta entidad. Diecis¨¦is a?os m¨¢s tarde obtuvo la, denominada por entonces, calificaci¨®n de minusval¨ªa. Como en el caso anterior, tampoco tuvo mayor problema en conseguirla. El equipo de valoraci¨®n y orientaci¨®n de Albacete del Instituto Nacional de Servicios Sociales estableci¨® una minusval¨ªa del 35% debido a las "secuelas de poliomielitis que afecta a ambas extremidades inferiores". En 2004, Bienestar Social -ya se hab¨ªa trasladado a Valencia- le reconoci¨® una tasa del 86%: a la poliomielitis, se le a?ad¨ªa el proceso tumoral y "un trastorno de ansiedad generalizado".

Ahora, adem¨¢s, su mujer y principal cuidadora, Inma, casi no puede ayudarla, por una lesi¨®n en el brazo. "Imag¨ªnate c¨®mo hacemos para vestirnos, las dos en la cama haciendo esfuerzos; todo un n¨²mero", comenta. Con vistas a los pr¨®ximos a?os, han solicitado a los servicios sociales una vivienda accesible, "hasta dos veces en el IVSA, y a la asistente social de Ciutat Vella [el bario de Valencia en el que residen]" . Pero tampoco ha habido suerte. "As¨ª no se puede estar", coinciden las dos.