¡®Viento fuerte¡¯, el ayer llega todos los d¨ªas
A la cuidada producci¨®n de la obra de Jon Fosse estrenada en el Teatro Espa?ol le falta intencionalidad y una urgencia real de contar algo
¡°Es como si todo hubiera sucedido en sue?os y en la realidad a la vez¡±, afirma el narrador de El otro nombre, primera novela de la torrencial Septolog¨ªa de Jon Fosse. Tambi¨¦n Viento fuerte se desarrolla en terreno ambiguo. Esta obra de c¨¢mara, con la que el ¨²ltimo premio Nobel de Literatura noruego regres¨® al ruedo teatral tras consagrarse a la narrativa durante siete a?os, se estren¨® en Oslo en 2021 y simult¨¢neamente en Berl¨ªn, donde la cr¨ªtica alemana la recibi¨® con frialdad. Tampoco la producci¨®n que acaba de estrenarse en el Teatro Espa?ol de Madrid le saca partido al breve texto original, una historia triangular narrada a r¨¢fagas por un hombre maduro, de regreso a casa tras un largo viaje indeterminado.
Fosse lo cuenta todo desde la perspectiva del var¨®n que se encuentra a su esposa en brazos de otro, mucho m¨¢s joven. Dice su autor que Viento fuerte es un poema dram¨¢tico, pero m¨¢s parece un oratorio o un auto profano, g¨¦neros en los que encaja mejor su estatismo y la inacci¨®n que lo caracteriza. El personaje narrador habla de la sorpresa que le produce encontrar a su mujer en brazos de un joven y hace algunas observaciones sobre el presente inspiradas en El poder del ahora, ensayo de Eckhart Tolle difundido profusamente veinte a?os ha. El viento como met¨¢fora de las adversidades que marchitan el amor aparece en la cultura popular profusamente. Por ejemplo en The Wind (1928), melodrama sobrecogedor del sueco Victor Sj?str?m, producido en los EEUU, o en El rosal, inspirado vals criollo de Gerardo Matos, popularizado por Carlos Gardel en la pel¨ªcula Luces de Buenos Aires (1931).
El montaje de Jos¨¦ Mar¨ªa Esbec es atractivo en lo visual y mantiene el p¨¢lpito de un enigma latente. Fosse no aclara el porqu¨¦ del conflicto que atraviesa la pareja: al contrario, le pasa un difumino para desdibujarlo y lo cierra con un recurso narrativo circular calcado de La lecci¨®n, de Ionesco. El juego de paneles m¨®viles que muestran y ocultan sucesivamente diferentes secciones del escenario, reproduce en la sala Margarita Xirgu del Espa?ol un juego que el director ucranio Andriy Zholdak mostr¨® con mayor desarrollo en su Hamlet. Dreams, de 2005, en la sala grande de este mismo teatro. Pero una vez desplegada la mec¨¢nica de la escenificaci¨®n, puestas ya todas las cartas de su director sobre la mesa, se echa de menos un motivo fuerte para representarla. ?Qu¨¦ se nos quiere contar en esta funci¨®n?
En la producci¨®n original noruega, el Ulises urbano y la Pen¨¦lope infiel tienen parecida edad, mientras que en la alemana estrenada simult¨¢neamente, y en la espa?ola de ahora, la esposa es mucho m¨¢s joven, elecci¨®n que introduce cierto patetismo en un texto que tal vez se jugar¨ªa mejor sobre tierra batida. A este respecto, en el brev¨ªsimo v¨ªdeo promocional de la funci¨®n del Norske Teatret de Oslo aparece una escena virulenta, donde el hombre de regreso ataca al intruso: es un indicio de que el texto podr¨ªa ponerse mucho m¨¢s en acci¨®n de como lo vemos en el Teatro Espa?ol. Sin embargo, Jossie Weller, director del montaje del Deutsches Theater berlin¨¦s, estrenado al mismo tiempo que la producci¨®n noruega, tambi¨¦n escogi¨® una actriz joven y decidi¨® darle la vuelta al guante de su puesta en escena: situ¨® al p¨²blico sobre un escenario giratorio y a los int¨¦rpretes en la platea vac¨ªa.
En su ambig¨¹edad manifiesta, la palabra de Fosse recuerda en esta obra a la de Pinter. La inacci¨®n del Hombre, interpretado por Felipe Garc¨ªa V¨¦lez, es la misma que lleva al protagonista de La ¨²ltima cinta de Krapp a escuchar mil veces una grabaci¨®n magnetof¨®nica que ya se sabe de memoria. Pero la cadencia de la escritura del autor noruego y su manera de ir trenzando variaciones sobre el mismo texto, al que regresa como regresa el estribillo de una canci¨®n, son bernhardianas en extremo.
Sorpresivamente, en esta pareja europea dispareja, desenhebrada, a punto de diluirse, existe un eco insospechado de otros amantes, iran¨ªes, muy distintos en sus ra¨ªces, pero que se hallan en un punto parecido de su evoluci¨®n sentimental. Me refiero a los protagonistas de Timeloss, una obra bastante anterior, de 2013, escrita y dirigida por el autor y director persa Amir Reza Koohestani, estrenada en Espa?a en 2022, en el Conde Duque, tras una larga gira europea. Timeloss habla del desamor con otra profundidad y con un pellizco final que estremece, porque pone en evidencia el da?o que hacen las sanciones euroestadounidenses a los pueblos que las sufren. En aquel montaje hab¨ªa una urgencia por contar que se echa de menos en este, que poco remueve, a pesar del bonito envoltorio que le proporciona Esbec.
Viento fuerte
Texto: Jon Fosse. Dirección: José María Esbec
Traducción: Cristina Gómez Baggethun
Reparto: Felipe García Vélez, Zaida Alonso y Alberto Amarilla
Teatro Español. Madrid. Hasta el 2 de febrero
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