El coraz¨®n de Coppola
Cinco t¨ªtulos fundamentales del cineasta, algunos de ellos poco conocidos, juntos en un estuche
Coppola. Pocos apellidos han generado tanta ch¨¢chara y llenado tantos huecos como el de este director de cine nacido en Detroit. S¨®lo un chiflado se empecinar¨ªa durante a?os en ser al mismo tiempo el eterno millonario a punto de arruinarse y el militante cin¨¦filo dispuesto a llegar hasta las ¨²ltimas consecuencias por una bobina. Y s¨®lo un chiflado lo conseguir¨ªa. La mitolog¨ªa en torno al barbudo m¨¢s temerario de la historia del cine ha crecido hasta hacerse m¨¢s grande que el propio barbudo. Para record¨¢rnoslo, Manga Films edita en DVD cinco de sus obras en un pack essential, donde lo de essential no es s¨®lo una palabra a?adida para vender m¨¢s. El pack Coppola Essential incluye Dementia 13, La conversaci¨®n, Corazonada, Rebeldes y Apocalypse Now Redux. No har¨¢ falta acudir a aquello tan sobado de rep¨®quer de ases, pero con una mano como ¨¦sta ser¨ªa un pecado no jug¨¢rsela.
'Corazonada' saca hoy un palmo a muchos musicales que se han hecho en los ¨²ltimos treinta a?os
Empezando por el eslab¨®n d¨¦bil, Dementia 13 no es una pel¨ªcula de autor, sino tan s¨®lo una pista, un rastro de migas que llevar¨¢ m¨¢s adelante hasta el realizador. El verdadero inductor del filme no es otro que un productor llamado Roger Corman, don "m¨¢s sexo y m¨¢s violencia", el hombre del "m¨¢s por menos", el zorro que hac¨ªa dinero hasta con las tomas falsas. Fue Corman quien le ofreci¨® a Francis (lo de Ford no llegar¨ªa hasta despu¨¦s) la oportunidad de dirigir un proyecto con 20.000 d¨®lares de presupuesto (Francis se apa?ar¨ªa para conseguir 20.000 m¨¢s por su cuenta) con abundancia de casquer¨ªa, un castillo irland¨¦s, un montaje confuso y un mont¨®n de telegramas de Corman exigiendo carne y sangre. Una receta que nunca falla.
Lo m¨¢s destacado de esta pel¨ªcula sobre una familia disfuncional -por llamarlo de alguna manera- es que la futura mujer de Coppola, Eleanor, empez¨® a serlo durante aquel rodaje, cuando fue asignada como directora art¨ªstica y se enamor¨® del director. Ser¨¢ por eso por lo que ¨¦l nunca ha renegado del filme y lo ha mencionado en varias ocasiones, como "una gran escuela". Corman y ¨¦l no repitieron, pero el primero sigui¨® sin perder ni un d¨®lar...
La conversaci¨®n no iba a ser tan sencilla. Para empezar, Coppola estaba en pleno desarrollo de su personalidad como realizador, sue?os de independencia incluidos. Reci¨¦n llegado de la segunda entrega de El Padrino, quer¨ªa huir del ¨¦xito y el encasillamiento (dos palabras que para el director eran casi sin¨®nimas), y el tema, de su propia cosecha (inspirado por un reportaje en la revista Life), se las tra¨ªa: un investigador descubre una alambicada trama llena de micr¨®fonos, fragmentos de conversaciones que llevan hasta otras conversaciones, las cuales llevan a su vez hasta algunos cad¨¢veres. La apertura, m¨ªtica, sigue en un largo plano a dos personajes en una conversaci¨®n que dar¨¢ al espectador algunos detalles de lo que est¨¢ por llegar. Marlon Brando deb¨ªa ser el que llevara los zapatos del investigador Harry Caul, pero al final mand¨® a paseo el proyecto y dej¨® el camino libre a Gene Hackman. Envejecido y decr¨¦pito por orden del director, Hackman contempl¨® mudo las obsesivas conversaciones entre Dean Tavoularis (dise?ador de producci¨®n), Bill Buttler (director de fotograf¨ªa) y Walter Murch (montador de sonido), metidos en un remolino de soluciones imposibles y callejones sin salida que -milagrosamente- acababan por funcionar. La cinta arranca su ¨²ltimo acto con di¨¢logos al m¨ªnimo y echa el tel¨®n a las bravas, sin concesiones, con los lamentos de un saxof¨®n. La pel¨ªcula, magn¨ªfica; Coppola, un poco m¨¢s pobre, y como guinda del pastel: el esc¨¢ndalo Watergate, que explot¨® en esas fechas. Porque las casualidades no existen. O eso dicen. Aun as¨ª, la cinta le sirvi¨® para competir en los Oscar de 1974 en lucha fratricida consigo mismo: la segunda parte de El Padrino y La conversaci¨®n acumularon once y tres nominaciones, respectivamente.
Y de ah¨ª, al infierno. Un tipo gordo llega a Filipinas para rodar una pel¨ªcula sobre Vietnam. Un a?o despu¨¦s, el tipo ha perdido 25 kilos, est¨¢ a punto de perder la cabeza, su actor principal ha tenido un ataque al coraz¨®n, la estrella de la pel¨ªcula no se sabe los di¨¢logos e improvisa largas parrafadas inservibles, y un tif¨®n tropical le deja sin decorados y sin dinero. De fondo suena This is the end, de The Doors.
Se ha dicho ya todo de Apocalypse Now, y el mejor resumen de lo acaecido son las palabras del director, ya recuperado, en el Festival de Cannes de 1979: "?ramos demasiados, ten¨ªamos acceso a demasiado dinero, a demasiado equipo, y as¨ª, poco a poco, perdimos la cabeza". M¨¢s clarificadoras a¨²n eran sus declaraciones en pleno rodaje: "Estoy pensando en pegarme un tiro". Finalmente, opt¨® por no dispararse y la pel¨ªcula sigue siendo lo que todos saben: una obra maestra, una declaraci¨®n de intenciones..., una aut¨¦ntica locura.
Tres a?os despu¨¦s, Coppola segu¨ªa siendo Coppola, el hombre que no retrocede ni para tomar impulso, el sue?o de cualquier casa de empe?os que se precie. Su ¨²ltima locura en enero de 1979 hab¨ªa sido comprar a Metro Goldwyn Mayer el gui¨®n de un musical llamado Corazonada que -se supon¨ªa- ten¨ªa lugar en Chicago. El director decidi¨® convertir aquello en una superproducci¨®n y trasladar la acci¨®n a Las Vegas. Dicho y hecho: mete todos los activos de su productora Zoetrope encima de la mesa, contrata al director de fotograf¨ªa Vittorio Storaro y pide un mont¨®n de millones al Chase Manhattan Bank. El Chase le da la pasta (despu¨¦s volver¨ªa unas cuantas veces a sus oficinas, a pedir m¨¢s) y Coppola llama a Van Morrison para que le haga la banda sonora. El Le¨®n de Belfast pasa de Las Vegas y, en ¨²ltima instancia, el dueto imposible formado por Cristal Gayle y Tom Waits acaba por entregar un trabajo antol¨®gico, francamente impagable. De todas formas, el haber tenido que utilizar a unos 400 operarios para construir unas Vegas en interiores, con sus casinos y todo, y el hecho de no tener una sola estrella en el reparto y haber gastado 30 millones en una pel¨ªcula que nadie quiere ver llevan al director (otra vez) a la ruina. Corazonada saca hoy en d¨ªa un palmo a muchos de los musicales que se han hecho en los ¨²ltimos 30 a?os y es un filme a reivindicar en cualquier contexto. Pocos pueden decir que se arruinaron en un para¨ªso de pl¨¢stico y luces de ne¨®n entre canciones de Tom Waits.
Rebeldes es otra cosa: rodada en una transici¨®n dif¨ªcil y basada en la novela de Susan Hinton, Coppola ejerci¨® de pitoniso y logr¨® reunir en esta denuncia con claro cariz comercial a algunos de los rostros que en el futuro copar¨ªan las carteleras teenagers de todo el planeta, incluyendo a Tom Cruise, Rob Lowe, Ralph Macchio y Patrick Swayze. Rebeldes es un peque?o cl¨¢sico, una magn¨ªfica pel¨ªcula que, sin seguir el dec¨¢logo coppoliano de "h¨¢galo usted mismo", s¨ª que le sirve al director para demostrar que puede rodar con el me?ique lo que otros no podr¨ªan hacer con ambas manos. Funcion¨® en taquilla, dej¨® al realizador con buena salud mental y le devolvi¨® la confianza en sus propias posibilidades, abri¨¦ndole las puertas a un horizonte financiero menos inestable.
Cuestionado en ocasiones por lo vol¨¢til de su cine en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, Coppola ha demostrado como pocos que el idealismo tambi¨¦n puede ser un valor cinematogr¨¢fico y ahora disfruta de una ¨¦poca de prosperidad asentada en sus vi?edos, de los que s¨®lo sale para dirigir cuando le apetece y con quien le apetece. Para los que a¨²n alberguen dudas de por qu¨¦ est¨¢ considerado como uno de los grandes de todos los tiempos, ¨¦chenle sin falta un vistazo a este pack. Todos los dem¨¢s, tambi¨¦n.
Coppola Essential. Incluye Dementia 13, La conversaci¨®n, Corazonada, Rebeldes y Apocalypse Now Redux. Manga Films.
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