?Monetarios sin riesgo?
Los recientes acontecimientos vividos las ¨²ltimas dos semanas en los mercados financieros han vuelto a precipitar el repunte de la aversi¨®n al riesgo, hasta niveles hist¨®ricamente pocas veces observados. Tras el rescate de las agencias hipotecarias norteamericanas la pasada semana, en esta ocasi¨®n hemos vivido la cara y la cruz: el rescate de la mayor compa?¨ªa de seguros (AIG) y la quiebra del cuarto mayor banco de inversi¨®n (Lehman) de aquel pa¨ªs, con m¨¢s de 150 a?os de historia de ¨¦xito.
Los efectos y la valoraci¨®n de las repercusiones para la econom¨ªa y los mercados financieros mundiales no se han dejado esperar, reflejando una oleada de ventas y huida hacia la calidad pocas veces vista en episodios de p¨¢nico hist¨®ricos similares a los observados estos ¨²ltimos d¨ªas. El riesgo sist¨¦mico descontado sobre el sector bancario se ha reflejado en el desplome de las cotizaciones de las acciones, diferenciales de riesgo interbancario respecto al Tesoro nunca antes pagados y un fuerte incremento del riesgo de cr¨¦dito cotizado en los mercados de derivados, reflejando la probabilidad de contagio y quiebra en forma de bola de nieve.
Hay que esperar que los fondos conservadores de activos monetarios dejen de liquidarse y tengan un respiro
Esa posibilidad es m¨¢s o menos conocida por los inversores, aunque no esperada con tanta intensidad, pero estos ¨²ltimos acontecimientos esconden un efecto perverso en dos ejes del sistema, tal y como lo conocemos: el riesgo de contraparte y el significado de activo sin riesgo. Quiz¨¢ estas dos razones hayan llevado al Tesoro de Estados Unidos a anunciar un rescate masivo de bonos y la previsible nacionalizaci¨®n y nueva regulaci¨®n de los derivados de cr¨¦dito y activos monetarios. Este anuncio ha provocado un fuerte rebote en la renta variable mundial, relajaci¨®n en el riesgo del cr¨¦dito cotizado y disminuci¨®n en la falta de confianza entre bancos, que comenz¨® hace ya m¨¢s de un a?o.
Esperemos que estas futuras medidas restablezcan la confianza en un enfermo sistema, para alivio de los inversores y mejora del funcionamiento de unos mercados financieros rotos. Pero, sobre todo, que los fondos conservadores de activos monetarios dejen de liquidarse, y tengan un respiro tras verse salpicados por los activos respaldados por pr¨¦stamos e hipotecas, el creciente riesgo de cr¨¦dito y, en esta ocasi¨®n, papel comercial y pagar¨¦s de empresas en una huida hacia la calidad pocas veces vista.
Sebasti¨¢n Larraza y Alberto V¨¢zquez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas, Afi.
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