Aliados de oto?o

La opci¨®n de ir a la investidura en segunda vuelta fue una decisi¨®n arriesgada de Zapatero. A falta de s¨®lo siete esca?os para alcanzar la mayor¨ªa absoluta, consider¨® preferible la incertidumbre de pactar apoyos coyunturales ante cada votaci¨®n a cargar con aliados nacionalistas fijos durante toda la legislatura. Seguramente fue una decisi¨®n motivada por el considerable trasvase de votos del PSOE al PP registrado el 9-M en todas las comunidades excepto en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, que se atribuy¨® a la anterior pol¨ªtica de alianzas.

La hora de la verdad de esta opci¨®n es la votaci¨®n de los presupuestos anuales, que requieren mayor¨ªa absoluta. El socio previsto hasta mediada la legislatura anterior, CiU, no est¨¢ disponible porque Montilla le gan¨® por la mano a Zapatero repitiendo un tripartito que exclu¨ªa a los de Artur Mas. Ning¨²n otro partido tiene esca?os suficientes para completar por s¨ª mismo mayor¨ªa, pero el PNV se acerca: tiene seis de los siete necesarios. Ya fue el socio preferente en la ¨²ltima fase de la legislatura, pero entonces (hasta enero de este a?o) estaba Imaz al frente y, desde su retirada, la referencia principal es Ibarretxe.

A pesar de todo, el PNV tiene dos ventajas como socio: que la principal contrapartida puede ser el apoyo socialista a los presupuestos vascos; y que no est¨¢ implicado en la batalla de la financiaci¨®n auton¨®mica. Su apoyo puede no costar dinero, algo conveniente dado el ajuste del gasto impuesto por la menor recaudaci¨®n prevista.

Es cierto que portavoces del PNV tambi¨¦n han hablado de "sacar tajada", en referencia a las transferencias de competencias sobre las que no hay acuerdo entre Madrid y Vitoria. Pero hace a?os que ese desacuerdo desempe?a un papel similar al del embargo norteamericano sobre Cuba: de pretexto para el inmovilismo soberanista de Ibarretxe. Un acuerdo sobre alguna de esas competencias podr¨ªa ser viable.

El esca?o que falta podr¨ªa venir del BNG, socio menor de los socialistas en Galicia, e incluso de UPN, partido asociado al PP en Navarra, y que gobierna gracias a la abstenci¨®n del PSN en la votaci¨®n de los presupuestos regionales. El caso de esta formaci¨®n es sintom¨¢tico de la situaci¨®n actual: los intereses de la clase pol¨ªtica local son cada vez m¨¢s aut¨®nomos respecto al tronco com¨²n. Curiosamente, en Navarra es UPN quien m¨¢s acent¨²a su identificaci¨®n con intereses exclusivos de ese territorio, mientras que los partidos nacionalistas vascos no pueden dejar de tener en cuenta los de Euskadi, lo que m¨¢s bien les perjudica.

En Euskadi habr¨¢ elecciones auton¨®micas en marzo o abril. El PNV podr¨ªa perderlas en favor del PSOE. En ese caso, Zapatero se encontrar¨ªa en la misma situaci¨®n que vivi¨® en Catalu?a: desea que gane all¨ª su partido, pero si lo hace pierde su principal aliado, que no aceptar¨ªa seguir si¨¦ndolo si en Euskadi pasa a la oposici¨®n. De los comicios vascos depender¨ªa que el PNV sea un aliado a tiempo completo o s¨®lo eventual: para pasar el apuro de los presupuestos que se negocian este oto?o.