Costumbrismo entre rejas, alzh¨¦imer l¨ªrico
'El patio de mi c¨¢rcel' deja indiferente; 'La caja de Pandora' es cine duro y sensible
Si hago agradecida memoria de pel¨ªculas del g¨¦nero carcelario que me hayan impresionado descubro que en todas ellas lo fundamental, lo que les otorgaba tensi¨®n y atractivo, era que la ¨²nica y l¨®gica meta de sus protagonistas era escaparse del trullo, algo con lo que un gui¨®n s¨®lido y un buen director acostumbra a prolongarse en el ¨¢nimo y en los anhelos del identificado espectador. Estoy hablando de las extraordinarias Un condenado a muerte se ha escapado, de Robert Bresson; La evasi¨®n, de Jacques Becker; Cadena perpetua, de Frank Darabont; Fuga de Alcatraz, de Don Siegel; Al rojo vivo, de Raoul Walsh, y Traidor en el infierno, de Billy Wilder.
Las intenciones de Bel¨¦n Mac¨ªas en El patio de mi c¨¢rcel no son las de describir una fuga sino las de retratar la supervivencia cotidiana en una c¨¢rcel de mujeres, algo que ha hecho recientemente y con resultados escalofriantes el director argentino Pablo Trapero en Leonera. Aunque sepa que las forzadas habitantes de lugar tan indeseable en El patio de mi c¨¢rcel no van a donarme un subid¨®n de adrenalina preparando su escapada, s¨ª espero que su resignado infierno pueda llegar a conmoverme, que ser testigo de su solidaridad, su angustia, su esperanza, su coraje, su miedo, su opresi¨®n, su capacidad de resistencia, sus problem¨¢ticos amores y sus escapes para ahuyentar la desesperaci¨®n me haga comprenderlas, compadecerlas o quererlas. Pero no hay manera. Ni su desgarro, ni su desamparo, ni su violencia, ni sus trapicheos, ni sus noviazgos, ni sus celos, ni el liberador refugio que les ofrece su improvisada vocaci¨®n teatral, ni su enganche, ni sus monos, ni su sida, ni su tormentoso pasado, ni su posibilista o desolado presente, logran mi empat¨ªa o mi emoci¨®n. Algo falla si disponiendo de un material emocional tan intenso la ¨²nica sensaci¨®n que me provoca es indiferencia. Me huele m¨¢s a culebr¨®n televisivo que a cine s¨®lido. Que la directora huya del manique¨ªsmo en el tratamiento de los personajes revela buenas intenciones, pero eso nunca ha garantizado que aparezca el arte. No es una pel¨ªcula irritante, s¨®lo mediocre.
La pel¨ªcula turca La caja de Pandora, dirigida por Yesim Ustaoglu, habla de una enfermedad especialmente tenebrosa llamada alzh¨¦imer, de no saber qui¨¦n eres, de sentirte perdido e impotente, de no reconocer tu mundo ni a los tuyos. Lo hace con sensibilidad. Narra la catarsis de tres hermanos cuyas vidas andan torcidas cuando tienen que juntarse para afrontar la demencia senil de su madre, la abrumadora responsabilidad de hacerse cargo del desamparo absoluto. Lo hace con sensibilidad y dureza, con personajes y situaciones que desprenden veracidad, pero tambi¨¦n con exceso de lirismo en la personalidad de la enferma.
Junto a Frozen river, ¨¦sta es la ¨²nica pel¨ªcula de la secci¨®n oficial hasta el momento que me ha removido un poco, que me hace sentir y pensar.
Babelia
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