Las familias de desaparecidos de la guerra piden una disculpa al Estado
Garz¨®n recibe 143.353 nombres de v¨ªctimas, un censo apurado hasta ¨²ltima hora
Parec¨ªa un turista, un curioso. Pero Toru Arakawa, el japon¨¦s de 70 a?os que observaba ayer frente a la Audiencia Nacional el traj¨ªn de familiares con cajas, maletines y bolsas repletas de documentaci¨®n sobre las v¨ªctimas de la Guerra Civil y la posguerra, ha ayudado a recuperar algunos de los cuerpos de los represaliados. Sus ¨²ltimos veranos los ha dedicado a desenterrar una historia con la que nada tiene que ver. Y ayer esperaba frente a la puerta de la Audiencia porque por nada del mundo se habr¨ªa perdido el gran momento de los hijos y nietos de la barbarie: la entrega de los nombres de 143.353 v¨ªctimas, el trabajo de 20 a?os. Arakawa aterriz¨® en Madrid el pasado d¨ªa 16 para compartir con ellos ese instante.
"Hemos sacado los nombres uno a uno. Y a¨²n faltan much¨ªsimos"
Era un d¨ªa grande para las asociaciones de la memoria hist¨®rica. Muchos de sus miembros ni so?aban con algo as¨ª. Antonio Onta?¨®n jam¨¢s pens¨® que un d¨ªa entrar¨ªa en la Audiencia Nacional para aportar datos de su investigaci¨®n. "?Ten¨ªa mi libro sobre la mesa! ?Garz¨®n est¨¢ leyendo mi libro [Rescatados del olvido]!", exclamaba, orgulloso, tras entregarle el listado con los 2.535 desaparecidos de Cantabria. Tampoco Cecilio Gordillo pens¨®, cuando se embarc¨® en el proyecto Todos los Nombres, de Andaluc¨ªa "para hacer una lista porque no la hac¨ªa nadie", que ¨¦sta acabar¨ªa en manos de un juez.
En cierto modo, atravesar ayer las puertas de la Audiencia Nacional con 143.353 nombres era ya un premio al esfuerzo de muchos a?os; hasta hace apenas dos, a contracorriente. Pero en medio de la euforia, hab¨ªa tambi¨¦n algo de pesadumbre. En el tramo final de su lucha, era inevitable que pensaran en todo lo que hab¨ªan invertido en ese censo (rob¨¢ndole horas al sue?o y a la familia, aguantando incluso amenazas), y en "lo f¨¢cil que le hubiera resultado hacer todo esto a la Administraci¨®n del Estado". Con el orgullo de haber sido capaces, se mezcl¨® la indignaci¨®n de haber sido los ¨²nicos.
"El sistema acad¨¦mico y la Administraci¨®n han quedado en evidencia. Este trabajo no se puede delegar a asociaciones privadas. Es una labor que incumbe al Estado", declar¨® un hombre exhausto, Fernando Mag¨¢n, el abogado que representa a los denunciantes. Paqui Maqueda, de la Asociaci¨®n Memoria Hist¨®rica y Justicia de Andaluc¨ªa, afirm¨®: "No nos hemos sacado ning¨²n nombre de la manga. Han salido uno a uno, con nuestro esfuerzo, entrevistando a los pocos donantes de memoria que quedan. Pedimos al Estado que asuma la b¨²squeda de desaparecidos, y una disculpa p¨²blica que restablezca la dignidad de las v¨ªctimas". Ayer llevaron 143.353 nombres, pero "a¨²n faltan much¨ªsimos".
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