Los aguaceros 'puntuales' sortean a la meteorolog¨ªa

El sistema de alertas contra las lluvias torrenciales de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (AEM) o est¨¢ mal concebido, o no funciona adecuadamente, o resulta insuficiente para alertar a nadie con la antelaci¨®n necesaria. Por segunda vez en apenas doce d¨ªas, las precipitaciones torrenciales de lluvia sobre amplias zonas del este de Madrid se presentaron s¨²bitamente, y de madrugada, sin que nadie pudiera tomar precauciones ni evitar sus desastrosos efectos. No obstante, pese a las recientes precipitaciones de pedrisco sobre el centro de Madrid, con piedras heladas de m¨¢s de tres cent¨ªmetros, nada ha cambiado en el circuito que debiera conectar a la agencia meteorol¨®gica con las autoridades y a ¨¦stas con la ciudadan¨ªa.

Una descarga sobre zonas de cuatro kil¨®metros es impredecible

Un sistema de radar mide el espesor de las nubes y su carga

Bueno, s¨ª. La estaci¨®n meteorol¨®gica del parque del Retiro que, durante la anterior tormenta de granizo, facilit¨® datos sobre lo sucedido en el centro de Madrid -datos matizados luego de forma opuesta por la Agencia Estatal- remiti¨® ayer a esta instituci¨®n para recabar cualquier tipo de informaci¨®n al respecto.

"Una gran tormenta es como un gran caldero en ebullici¨®n, en el cual hay numerosas burbujas; un par de ellas estalla y, aunque es posible saber que se trata de una tormenta de envergadura, no se puede averiguar de antemano cu¨¢l de las burbujas, las tormentas localizadas, va a estallar, ni d¨®nde va a hacerlo".

Con esta f¨¢bula explicaba ?ngel Rivera, portavoz de la Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa, las violentas descargas de lluvia ca¨ªdas sobre ¨¢reas del este y del sureste de Madrid, se?aladamente el Corredor del Henares, Coslada y Rivas Vaciamadrid. Rivera precisaba: "El Observatorio de Barajas, el m¨¢s cercano al escenario de las tormentas, registr¨® hasta 52 litros por metro cuadrado durante cuatro horas, con un pico de 38 litros por metro cuadrado durante una hora".

"Un desplome de una nube cargada de lluvia en una zona de tres o cuatro kil¨®metros resulta indetectable", reitera el portavoz. "Luego, lo que cuenta son las infraestructuras de cada sitio: en un barrio, con las infraestructuras de alcantarillado en buen estado, el efecto de una tormenta es muy distinto del de otra tormenta de iguales caracter¨ªsticas que descargue sobre un barrio con infraestructuras peores".

Cuando se superan los 30 litros por metro cuadrado y hora, sobreviene la situaci¨®n de alerta amarilla que, a juicio del portavoz, "es la que se hab¨ªa decretado". Rivera explica que una predicci¨®n de 52 litros implica que si en una superficie impermeable y acristalada, por ejemplo, de un metro cuadrado de superficie, caen 52 litros, la altura que adquiere el agua depositada es de 52 mil¨ªmetros.

Para predecir tormentas intensas de duraci¨®n reducida se suele emplear un sistema de radar. "Con ¨¦l medimos la reflectividad de la nube, con la que cabe determinar su espesor, es decir, la altura de la formaci¨®n nubosa, permite predecir a su vez la cantidad de lluvia que va a descargar". As¨ª, el granizo que descarg¨® sobre zonas del centro de Madrid en la madrugada del 17 de septiembre proced¨ªa de nubes situadas a una altura m¨¢xima de 13 kil¨®metros, seg¨²n fuentes de la AEM consultadas entonces.

Pero la reflectividad inducida desde los sistemas de radar abarca periodos largos, que no diseccionan el tama?o de las nubes en periodos de tiempo cortos, hecho que los cient¨ªficos consultados esgrimen para se?alar la impredecibilidad de tales precipitaciones.

Es decir, con el actual sistema, la lluvia torrencial s¨²bita puede descargar en cualquier momento, en todo lugar y a cualquier hora, siempre y cuando se encuentre dentro de un estado atmosf¨¦rico donde haya "intervalos nubosos al principio, aumentando durante el d¨ªa de nuboso a muy nuboso y con lluvias d¨¦biles a moderadas y posibilidad de alg¨²n chubasco fuerte con tormenta en la tarde-noche".

Tal era la previsi¨®n meteorol¨®gica en la Comunidad de Madrid para el domingo. Para el lunes, en cuya madrugada se registraron las descargas torrenciales de lluvia en la periferia oriental de Madrid, la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa emit¨ªa en la ma?ana de ayer una previsi¨®n que indicaba: "Habr¨¢ cielos nubosos o muy nubosos a primeras horas, con chubascos d¨¦biles o localmente moderados y ocasionalmente acompa?ados de tormentas, tendiendo durante el d¨ªa a intervalos nubosos, adem¨¢s de aparecer nieblas en las cumbres de la sierra durante la primera mitad del d¨ªa". La jerga meteorol¨®gica empleada es lo suficientemente ambigua, cabe comprobarlo, como para contemplar cualquier tipo de situaci¨®n y evoluci¨®n posterior.

Con respecto a las previsiones, a mediod¨ªa de ayer el portavoz ?ngel Rivera destacaba: "Si bien en este momento [la una de la tarde], las predicciones se sit¨²an en el nivel de color verde, es decir, sin riesgos de precipitaciones consistentes, vamos a vivir una semana de fuerte inestabilidad porque hay masas de aire caliente y otras de aire fr¨ªo que van a encontrarse, todo lo cual determina una fase de anomal¨ªas que pueden alcanzar otros episodios parecidos". Seg¨²n sus palabras, "el Mediterr¨¢neo ser¨¢ el escenario principal de la inestabilidad que se avecina". Por su parte, F¨¦lix Alonso, agricultor de la zona de Somosierra, miraba al cielo en la tarde del domingo mientras se frotaba el ment¨®n: "Este color negro de las nubes sobre el puerto es el mismo de la v¨ªspera del pedrisco de Madrid el otro d¨ªa. Lo que viene es malo", sentenciaba.