Este oto?o toca divorciarse menos
Las rupturas de parejas se concentran en septiembre - Relaciones agotadas quedan en evidencia tras las vacaciones - Pero el ritmo de disoluciones se frena desde 2007 debido en parte a la crisis
El fen¨®meno se repite a?o tras a?o. Despu¨¦s de las vacaciones de verano, centenares de parejas espa?olas deciden romper y a partir de octubre llega una avalancha de demandas de divorcio a los juzgados. Pero la tendencia, por primera vez desde que existe divorcio en Espa?a, ya no es a m¨¢s rupturas. Tras a?os de r¨¢pido crecimiento, y reformas legales como la del divorcio express, en el a?o 2007 y los primeros meses de 2008 el ritmo se ha frenado. Un cambio en el que, seg¨²n los expertos, est¨¢ influyendo la recesi¨®n econ¨®mica. Las dificultades monetarias puede estar retrasando, incluso congelando, decisiones de separaci¨®n.
Este mes es decisivo. El psic¨®logo cordob¨¦s Jos¨¦ Manuel Aguilar estaba tratando a cuatro parejas antes de las vacaciones para intentar recomponer su deteriorada relaci¨®n. A primeros de septiembre, tres de esos matrimonios le anunciaron que no acudir¨ªan m¨¢s a la consulta porque hab¨ªan decidido separarse. Algo parecido le ocurri¨® a la abogada de Barcelona Olaya Lourdes Checa. Tres mujeres y un hombre pasaron por su despacho antes del verano para informarse sobre las consecuencias legales del divorcio. En los primeros d¨ªas de este mes se reunieron de nuevo con ella para anunciarle que se separaban y que quer¨ªan que les defendiera.
El 27% de las separaciones se decide despu¨¦s del verano
Es la "saturaci¨®n convivencial intensiva", define un psic¨®logo
El psic¨®logo cl¨ªnico Antonio Bolinches ha realizado un estudio sobre las 503 parejas heterosexuales que ha tratado en los ¨²ltimos diez a?os y concluye que septiembre es, sin duda, el mes en el que se acuerdan m¨¢s rupturas. En concreto, en el 27% de los casos
"En verano se pasa muchas horas juntos y la pareja se da cuenta de que la relaci¨®n est¨¢ agotada, que existe una gran incomunicaci¨®n y que ¨¦l o ella se ha convertido en un extra?o al que no se le encuentra ninguna compensaci¨®n para seguir juntos", explica Aguilar. Es lo que Bolinches define como "saturaci¨®n convivencial intensiva", que s¨®lo se produce de vacaciones "porque durante el resto del a?o cada uno est¨¢ inmerso en su proyecto personal sin pensar demasiado en proyecto com¨²n de pareja o de familia".
Solamente existe otro periodo del a?o en el que se da ese repunte de las rupturas. Es en enero, despu¨¦s de la Navidad, y por motivos parecidos a los del verano. "Las comidas o las cenas navide?as acent¨²an la discordia entre la pareja, porque llega un momento en que uno u otro est¨¢ harto de ver cada a?o a esa suegra o ese cu?ado al que no soporta y que provoca una ri?a y despu¨¦s la ruptura", reflexiona la abogada Checa, en cuyo despacho tambi¨¦n se acumula el trabajo a partir de enero. "Si funciona la relaci¨®n, el verano sirve para recuperar la sinton¨ªa con la pareja y la familia, pero si no, tambi¨¦n sirve para que uno se plantee si vale la pena seguir", apostilla el abogado valenciano Isidro Ni?erola, presidente de la Sociedad Espa?ola de Abogados de Familia, que agrupa a 1.300 letrados de esta especialidad.
El verano o la Navidad como final de trayecto es una idea en la que coinciden otros profesionales que intervienen en estos procesos, como jueces y abogados. Para la magistrada de Barcelona Isabel Tom¨¢s, especializada en derecho de familia, no es casualidad que muchas rupturas coincidan con el mes de septiembre, cuando se inicia un nuevo ciclo. "El curso escolar supone el inicio y el cierre de muchas cosas, tambi¨¦n de una relaci¨®n de pareja", asegura. Su compa?ero Jos¨¦ Luis Utrera Guti¨¦rrez, que lleva 12 a?os al frente de otro juzgado de familia de M¨¢laga, comparte esa opini¨®n. "El verano puede ser la gota que colma el vaso, pero lo que est¨¢ claro es que la pareja no se pelea el 15 de agosto y el 1 de septiembre vienen al juzgado".
Por primera vez desde que se aprob¨® la ley del divorcio en Espa?a, las rupturas matrimoniales disminuyeron en 2007 respecto al a?o anterior. El a?o pasado rompieron 137.510 parejas, un 5,8% menos que en 2006, en que fueron 145.919. La modificaci¨®n de la ley del divorcio en 2005 y la entrada en vigor del llamado divorcio expr¨¦s, que permite la ruptura legal en pocas semanas sin necesidad de la separaci¨®n previa, ha convertido esta fase intermedia en casi residual. El a?o pasado, se divorciaron 125.777 parejas (un 0,9% menos que en 2006) y se separaron 11.583, lo que significa un descenso del 38,4%.
El abogado Bolinches considera que este descenso de las rupturas matrimoniales est¨¢ relacionado con el estancamiento de la poblaci¨®n espa?ola y del freno del n¨²mero de inmigrantes que llegan a Espa?a. Y es que el a?o pasado el 2,9% de las disoluciones matrimoniales fue de parejas extranjeras y en el 6,4% de los casos uno de los dos c¨®nyuges no era espa?ol.
Otra caracter¨ªstica que tienen en com¨²n las rupturas de septiembre y de enero es que casi siempre son pactadas. "No son motivo de un calent¨®n o del descubrimiento de una infidelidad, que eso no se perdona casi nunca, ni en invierno ni en verano", explica Aguilar. "Se llega a la ruptura por agotamiento, porque no hay nada de qu¨¦ hablar y en esa tesitura lo mejor es llegar a un acuerdo y acabar", a?ade la abogada Checa. Y esos casos afectan por igual a todas las franjas de edades y no siempre se dan entre parejas con muchos a?os de convivencia.
El psic¨®logo Bolinches ha clasificado las parejas que se separan en tres grupos. Las que denomina "saturadas" son las que presentan peor pron¨®stico porque las desavenencias afectan al proyecto de vida o la escala de valores. Aparecen a partir de los cinco a?os de convivencia, cuando los c¨®nyuges tienen pocas cosas en com¨²n, o bien a partir de los 10 a?os, cuando uno ha renunciado a su forma de ser para evitar conflictos.
Las parejas "divergentes" suelen llevar de 15 a 20 a?os de convivencia, cada uno tiene sus propios intereses y durante el a?o tienen autonom¨ªa suficiente para soportar la convivencia. Hasta que, precisamente en verano, se den cuenta de lo alejados que est¨¢n. Y finalmente Bolinches habla de las parejas "desencantadas", la que acude con m¨¢s frecuencia a la consulta. Llevan pocos a?os juntos y en muchas ocasiones no superan la primera crisis seria, que se puede plantear en las primeras o en las segundas vacaciones.
Con todo, las cifras facilitadas ayer por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica aseguran que el mayor n¨²mero de rupturas del a?o 2007 afect¨® a la franja de edad que va de los 40 a los 49 a?os, aunque en ellas la edad media es de 41,2 a?os y en ellos, de 43,8. La duraci¨®n media de los matrimonios disueltos fue de 15,6 a?os, superior a los 15,1 a?os de 2006.
Otros datos estad¨ªsticos, en este caso del Consejo General del Poder Judicial, ratifican que las rupturas matrimoniales pueden haber tocado techo en Espa?a. Y es que en el primer trimestre de 2007 se disolvieron 40.579 parejas, mientras que en el mismo per¨ªodo de 2006 fueron 32.909.
?Tiene algo que ver la crisis econ¨®mica con este descenso? Justo S¨¢enz, presidente de Federaci¨®n de Euskadi de Madres y Padres Separados y de la confederaci¨®n estatal, considera que puede influir, pero tambi¨¦n apostilla que "la mayor¨ªa de las personas no est¨¢n con la calculadora echando n¨²meros, sino inmersos en una situaci¨®n de trauma psicol¨®gico de cuyos efectos no son conscientes hasta al cabo de unos meses". En su opini¨®n, el dato m¨¢s preocupante es que no pare de aumentar a?o tras a?o el n¨²mero de rupturas contenciosas, aquellas en las que la pareja no pone de acuerdo y ha de decidir un juez sobre los hijos, la vivienda y la pensi¨®n. "Antes de la entrada en vigor de la Ley de Violencia, los divorcios sin acuerdo eran el 35%. Ahora son el 42%", explica S¨¢enz.
Nadie se atreve a ser categ¨®rico en sus afirmaciones, pero todos los profesionales coinciden, con matices, en que la recesi¨®n econ¨®mica puede haber frenado los deseos de romper de muchas parejas. "Hasta hace poco, si una pareja se divorciaba, vend¨ªan la casa en el plazo m¨¢ximo de seis meses y cada uno empezaba una nueva vida. Ahora cuesta mucho y se lo piensan m¨¢s", explica el abogado Isidro Ni?erola.
En t¨¦rminos parecidos se expresa el psic¨®logo Aguilar. "El divorcio empobrece a todos y es razonable que muchas parejas hagan primero sus n¨²meros y vean que aquel apartamento de vacaciones que ten¨ªan en la costa vale cada vez menos, no se vende ni a la de tres".
"Yo creo que si la pareja no se soporta, no est¨¢ dispuesta a seguir en la misma casa, pero lo que s¨ª notamos los abogados de familia es que en los convenios de separaci¨®n o divorcio de mutuo acuerdo se opta cada vez m¨¢s por situaciones puente", afirma Ni?erola. Es decir, que la pareja deja de existir legalmente como tal, pero acuerdan seguir en el mismo domicilio por un tiempo hasta que se venda la vivienda o uno de los dos tenga medios para irse.
Para Justo S¨¢enz, la liquidaci¨®n de los bienes gananciales, como puede ser la vivienda, en la sentencia de separaci¨®n ayudar¨ªa a reducir el porcentaje de divorcios conflictivos. Y es que la mayor¨ªa de los jueces y de las demandas que presentan los abogados, incluyen en el mismo lote vivienda, custodia de hijos y pensi¨®n. Pr¨¢cticamente siempre para la mujer.
"Si se separan esos tres elementos y, por ejemplo, se opta por la custodia compartida, se excluye a los ni?os de la disputa por la casa y se evita manipularlos", dice S¨¢enz. "Lo que la mujer ha de tener claro es que el matrimonio no es un seguro de vida para que te mantenga un se?or y que, encima, sigue vigente cuando se acaba", sostiene la juez Isabel Tom¨¢s.
Otra medida que, seg¨²n S¨¢enz, reducir¨ªa la conflictividad de las separaciones ser¨ªa extender la mediaci¨®n familiar a todos los municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes, algo que ahora s¨®lo sucede en las grandes ciudades. El juez Jos¨¦ Luis Utrera es un firme defensor de esta medida para que sean los c¨®nyuges quienes se pongan de acuerdo y no sea ¨¦l quien les tenga que imponer una sentencia.
Ambos jueces tambi¨¦n coinciden en que la crisis est¨¢ generando otros efectos entre los ex c¨®nyuges. El m¨¢s grave es el impago de las pensiones de alimentos para los hijos, una cantidad que determina en funci¨®n de los ingresos de quien la debe abonar, sin que el Poder Judicial haya dictado nunca unas tablas orientativas y todo quede a criterio de cada magistrado.
Isabel Tom¨¢s explica que en los ¨²ltimos meses ha dictado muchas m¨¢s ejecuciones dinerarias de las que ven¨ªa acordando hasta ahora. "El problema se plantea si el padre est¨¢ en paro, tiene una renta muy peque?a y no hay bienes para embargar", advierte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.