De la Espa?a en blanco y negro al v¨ªdeo

Ferran Barenblit, flamante director del Centro de Arte Dos de Mayo desde principios de este mes, present¨® ayer las dos primeras exposiciones que inauguran esta temporada. Gustos, colecciones y cintas de v¨ªdeo y Ram¨®n Masats: 1955-1965 enfrentan la m¨¢s actual con un paseo por la Espa?a en blanco y negro, la de los a?os que la vieron pasar de la m¨ªsera posguerra al primer respiro del desarrollismo.

Para la muestra de videoarte, el centro ha cambiado su arquitectura interior para convertirse en una enorme caja negra, la se?a de identidad de los espacios de arte contempor¨¢neo, donde no pueden faltar las minisalas de proyecciones. La muestra re¨²ne 23 piezas de videoarte realizadas por 22 artistas nacionales y extranjeros. Eso explica la tercera parte del t¨ªtulo de la exposici¨®n. Lo de colecciones viene porque las obras han sido cedidas por individuos y entidades privadas, como Teresa Sapey, Pi Fernandino, la Fundaci¨®n Helga de Alvear o la Fundaci¨®n Arco, y por la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de la Comunidad de Madrid. Lo de gustos, porque, seg¨²n la comisaria de la muestra, Virginia Torrente, la exposici¨®n representa muchos gustos: "El del coleccionista, el de la comisaria y el del p¨²blico, que elegir¨¢ sus obras preferidas". Barenblit destac¨® que todas las piezas, salvo dos, han sido realizadas en el siglo XXI: "El v¨ªdeo es un lenguaje que ha sido asumido por todos los artistas contempor¨¢neos". La generalizaci¨®n de las tecnolog¨ªas y el hecho de que el p¨²blico est¨¢ habituado, gracias a la televisi¨®n y a Internet, a "decodificar", seg¨²n Barenblit, ayuda a acortar la distancia entre el videoarte y el p¨²blico. Isaac Julien, Cao Guimar?es, Hiraki Sawa o Julian Rosefeldt son algunos de los artistas presentes en la exposici¨®n.

Las im¨¢genes est¨¢n acompa?adas de textos escritos por Francisco Umbral

La muestra de fotograf¨ªas de Masats procede en su totalidad de la colecci¨®n de la Comunidad de Madrid. La c¨¢mara recorre una Espa?a anclada todav¨ªa en el costumbrismo, pero en la que se aprecian ya brotes de una incipiente modernidad. Rostros api?ados contra el paso de la Virgen en El Roc¨ªo, una mujer que muestra una manteler¨ªa a unas turistas en Torremolinos, la playa de Sanl¨²car de Barrameda, un viajero con montera que contempla Las tres gracias de Rubens en el Museo del Prado, conviven con un barrio de Chamart¨ªn en ciernes, antes de convertirse en se?a de identidad de la clase media que se consolidar¨ªa en la d¨¦cada siguiente. Y, por supuesto, est¨¢ la foto-ense?a de Masats: la de los seminaristas jugando al f¨²tbol. Las im¨¢genes est¨¢n acompa?adas por los textos que escribi¨® el fallecido Francisco Umbral para el cat¨¢logo de una exposici¨®n de Masats organizada en 2002 por la Consejer¨ªa de Cultura y Turismo.