Ingrid Betancourt: "No quiero volver a ser pol¨ªtica"
La ex candidata presidencial de Colombia crear¨¢ una fundaci¨®n
Han pasado casi tres meses desde que la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt fue rescatada en la selva de Colombia y se siente incapaz de hablar con detalle de los m¨¢s de seis a?os que estuvo secuestrada por la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). "Soy muy feliz... pero mi coraz¨®n sigue encadenado a esos ¨¢rboles de la selva", confes¨® ayer Betancourt, al referirse a que la persigue el recuerdo de los que permanecen secuestrados. "No quiero volver a ser pol¨ªtica", asegur¨® en Madrid e indic¨® que planea crear una fundaci¨®n que defienda los derechos humanos.
"Mi coraz¨®n sigue encadenado a esos ¨¢rboles de la selva", confiesa
Tres meses despu¨¦s, sigue sin poder hablar de los detalles del secuestro
Ingrid Betancourt, de 46 a?os, cuenta que se siente diferente de la que fue capturada el 23 de febrero de 2002 cuando viajaba a San Vicente del Cagu¨¢n, en campa?a electoral. "En la selva perd¨ª la infancia de mis ni?os y cosas que ten¨ªa que perder -mucha bobada y mucha impaciencia- y gan¨¦ a Dios, gan¨¦ humildad y mucho amor por el mundo", explic¨® en la presentaci¨®n del libro Infierno verde (Aguilar), en el que el ex congresista colombiano Luis Eladio P¨¦rez, liberado en febrero, cuenta sus seis a?os en la c¨¢rcel de las FARC, con la ayuda del periodista Dar¨ªo Arizmendi.
En la conferencia de prensa, en la que los dos se emocionaron m¨¢s de una vez, la ex senadora y su compa?ero de cautiverio insistieron en que son felices. "Es muy dif¨ªcil olvidar y har¨ªamos mal en olvidar a los rehenes que quedan en la selva, pero Dios nos ha dado esta oportunidad de ser libres y no la vamos a desperdiciar", dijo Luis Eladio P¨¦rez.
Los meses posteriores a la liberaci¨®n son muy duros y muchos se preguntan c¨®mo est¨¢ Ingrid, que no ha vuelto a Colombia por problemas de seguridad. "Desde afuera es dif¨ªcil de decir. La procesi¨®n va por dentro. Pero es una mujer muy estructurada, inteligente, con unos v¨ªnculos afectivos importantes y un gran apoyo social, lo que en principio es una ayuda para superar una experiencia como la que sufri¨®", explica en conversaci¨®n telef¨®nica desde Bogot¨¢ la psic¨®loga Olga Luc¨ªa G¨®mez, directora de la Fundaci¨®n Pa¨ªs Libre, que cada a?o se encarga de una media de 300 casos de v¨ªctimas del secuestro. "Mi terapia es el amor de mi familia", dijo ayer Betancourt. "Tambi¨¦n ha sido importante mantenerme activa en agradecer a todos lo que han hecho por nosotros", a?adi¨®.
En una operaci¨®n de pel¨ªcula, el Ej¨¦rcito colombiano liber¨® a la ex candidata y a otros 14 rehenes el 2 de julio. Desde el primer minuto, Betancourt sorprendi¨® al mundo con una agenda llena de actividades, que la llev¨® del multitudinario recibimiento de su familia y la prensa en Bogot¨¢ a Par¨ªs, donde, alojada en los mejores hoteles, se reuni¨® con el presidente Nicolas Sarkozy; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el ex presidente Jacques Chirac; visit¨® la Asamblea Nacional francesa, y concedi¨® entrevistas. Betancourt tiene doble nacionalidad colombiana y francesa.
Hasta que, a mediados de julio, dijo que no pod¨ªa m¨¢s. "Es tiempo de parar. Hace unos d¨ªas estaba encadenada en la selva. No quiero sumergirme en la depresi¨®n", afirm¨® entonces. Primero fue de peregrinaje al santuario de Lourdes, donde demostr¨® hasta qu¨¦ punto se ha convertido en una persona religiosa. Segundo, particip¨® en un concierto por los rehenes en Par¨ªs el 20 de julio, d¨ªa nacional de Colombia, para pedir la liberaci¨®n de los 500 secuestrados en manos de las FARC. Tercero, viaj¨® con sus hijos a las islas Seychelles, donde vivi¨® entre 1984 y 1986, para descansar.
"Lo que est¨¢ haciendo Ingrid me parece sensato. Primero, se dedica a ella; y luego, a su agenda pol¨ªtica", a?ade la psic¨®loga. "Ella sufri¨® una conversi¨®n religiosa en la selva; me gusta m¨¢s esta Ingrid que est¨¢ m¨¢s m¨ªstica y l¨®gica", opina la periodista colombiana Mar¨ªa Jimena Duz¨¢n, en una entrevista telef¨®nica.
Tras las vacaciones en las Seychelles, la reaparici¨®n de Betancourt el 1 de septiembre en Roma con el Papa aument¨® a¨²n m¨¢s si cabe ese aire m¨ªstico que la envuelve desde el rescate. Ayer, todav¨ªa llevaba en la mu?eca el rosario que se fabric¨® durante el cautiverio. De la visita a Benedicto XVI fue a Florencia, Pisa... y viaj¨® a Nueva York, donde estudia su hija. Volver a Colombia no entra en los planes inmediatos de Betancourt, que tiene previsto intervenir en el Parlamento Europeo el 8 de octubre y recoger el Premio Pr¨ªncipe de Asturias el 24 del mismo mes. "El riesgo de regresar a Colombia es muy alto", afirm¨®. Podr¨ªa volver a ser secuestrada. Todo indica que Betancourt se mudar¨¢ a Par¨ªs.
No hay un ¨²nico patr¨®n para explicar por lo que pasa un ex reh¨¦n, pero los expertos distinguen tres etapas. La primera, que suele durar de dos a tres meses, es de euforia. La segunda, hasta el octavo mes, es de introspecci¨®n y de saber qu¨¦ hacer en el futuro; la tercera es de readaptaci¨®n. Algunas v¨ªctimas padecen estr¨¦s, angustia, insomnio y un sentimiento de alerta permanente, sobre todo al principio. Una mayor¨ªa lo supera; los que no lo logran, pueden acabar padeciendo depresiones agudas y trastornos de estr¨¦s postraum¨¢tico.
Pero Betancourt parece tener muy claro lo que quiere hacer. No dedicarse a la pol¨ªtica, como se hab¨ªa especulado, al menos de momento, sino crear una fundaci¨®n que se ocupe de la defensa de la libertad, los derechos humanos y el medioambiente, en Colombia y en el mundo. Quiere luchar para terminar con la guerra en Colombia y liberar a los que a¨²n est¨¢n secuestrados. La ex candidata contaba ayer entusiasmada su proyecto, aunque a¨²n no pod¨ªa hablar de las torturas que sufri¨® en la selva, donde vivi¨® encadenada, enferma, humillada y estuvo al borde del suicidio.
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