Familiares de los secuestrados piden a la ex reh¨¦n que luche por su liberaci¨®n
Nadie dudaba en Colombia que a Ingrid Betancourt le esperaba un gran futuro pol¨ªtico. La gente com¨²n vio en la lucidez de esta mujer un terremoto capaz de cambiar el mapa pol¨ªtico del pa¨ªs. En plena euforia por su sorpresiva liberaci¨®n, alcanzaba un 31% en las encuestas cuando se preguntaba: "?Si no est¨¢ [el presidente ?lvaro] Uribe por qui¨¦n votar¨ªa?".
El efecto Jaque -as¨ª se bautiz¨® a la operaci¨®n que le devolvi¨® la libertad- se desinfl¨®. Dos meses despu¨¦s, en un sondeo reciente Ingrid comparte el primer lugar -con un 14% de intenci¨®n de voto- con el matem¨¢tico y ex alcalde de Medell¨ªn Sergio Fajardo, cuando se plantea la misma variable. Lo que s¨ª mantiene es su popularidad; un 63% de los colombianos mantiene una imagen favorable de ella.
?Ser¨¢ definitiva su decisi¨®n de alejarse de la pol¨ªtica? Muchos piensan que no ser¨¢ por mucho tiempo y que tarde o temprano se dejar¨¢ volver a tentar. Le¨®n Valencia, analista y polit¨®logo, cree que cuando vea una posibilidad volver¨¢ a jugar en este campo. "Con Uribe actuando hay poco espacio", indica.
En las encuestas elaboradas d¨ªas despu¨¦s de la liberaci¨®n ella ocupaba un segundo lugar, con un 8%, tras el imbatible Uribe, que barr¨ªa con el 72%.
Betancourt asegura que no regresar¨¢ al pa¨ªs, pues las FARC siguen amenaz¨¢ndola. Sin embargo, tal afirmaci¨®n genera dudas. "Esa versi¨®n, no obstante, funciona en Europa y le da m¨¢s fuerza a su perfil", asegur¨® hace poco la revista Semana. Seg¨²n esta prestigiosa publicaci¨®n, para la guerrilla colombiana ser¨ªa un suicidio asesinar a una de las mujeres m¨¢s populares del mundo. Betancourt no vuelve, creen muchos, porque es m¨¢s atractivo el espacio que est¨¢ tejiendo como hero¨ªna en el mundo.
Los familiares de los 29 rehenes canjeables (pol¨ªticos y militares a los que las FARC pretende intercambiar por guerrilleros encarcelados; el resto de secuestrados son con fines de extorsi¨®n) piensan que ese espacio lo debe utilizar Betancourt para convertirse en una "embajadora del di¨¢logo y el acercamiento entre las dos partes"; la comunidad internacional, piensan, es la ¨²nica que puede lograr este acercamiento entre el Gobierno y la guerrilla.
"Queremos y necesitamos que Ingrid se ponga en contacto con nosotros, que nos llame; ella prometi¨® que nos iba a ayudar. Ella tuvo la fortuna de la Operaci¨®n Jaque que la liber¨®, pero ella sabe que eso no se repite; que diga s¨ª al di¨¢logo, que lo diga sin miedo", reclama Marleny Orjuela, una mujer de pelo ensortijado, mediana estatura y actitud decidida, portavoz de los familiares de polic¨ªas y militares canjeables. S¨®lo quedan cuatro civiles en el grupo. "Cuando Ingrid gan¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias lo ofreci¨® a los secuestrados; esperamos m¨¢s que eso; que cumpla su palabra", dice en¨¦rgica Orjuela. El rosario de premios y distinciones que ha recibido en estos meses ha generado malestar. "?Por qu¨¦ todo a ella en un pa¨ªs que durante a?os ha acumulado tantas v¨ªctimas, tanto dolor?".
Daniel Samper, periodista y escritor que vive a caballo entre Espa?a y Colombia, escribi¨® en su columna del diario El Tiempo: "El Premio Pr¨ªncipe de Asturias desaprovech¨® la oportunidad de distinguir al soldado John Pinchado -quien escap¨® de las FARC-, o al profesor Moncayo -un humilde profesor que ha caminado por todo el pa¨ªs clamando por la libertad de su hijo canjeable- como s¨ªmbolos del antisecuestro, y prefiri¨® mirarse el blanco ombligo europeo".
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