Tiempo de canallas
La ciudad en la que vivo -Milwaukee- se encuentra en el Estado de Wisconsin, que all¨¢ por los a?os cincuenta tuvo un senador de infame recuerdo para todos, pero sobre todo para "la gente del cine", no en vano el siniestro McCarty se distingui¨® en su obsesi¨®n de cazar brujas en Hollywood.
Todo esto lo cuenta muy bien una de las v¨ªctimas del mismo McCarty, la escritora Lillian Hellman, en su autobiograf¨ªa Tiempo de canallas.
Los canallas pasan con el tiempo, y con el tiempo son reemplazados, no necesariamente de la misma profesi¨®n que McCarty.
Y en medio de las bambalinas del Festival de San Sebasti¨¢n, los canallas asesinan de nuevo, eso s¨ª, no muy lejos de San Sebasti¨¢n.
O muy lejos, seg¨²n se mire, que ni un minuto de silencio interrumpi¨® el festejo donostiarra. ?C¨®mo es que no se oyera el disparo desde tan cerca y yo lo oyera desde tan lejos?
?Ser¨ªa por el ruido de la orquesta?
Silencio. Se rueda.
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