Jonathan Demme no se siente c¨®modo juzgando
El presidente del jurado defiende el cine como un arte no competitivo
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En un mundo de alfombras rojas, de gritos de las fans (ayer tocaba "?Hugo! ?Hugo!", por Hugo Silva), la lecci¨®n de cine que imparti¨® en su conferencia de prensa como presidente del jurado el cineasta Jonathan Demme (Nueva York, 1944), su sonrisa y sus ganas de comer, rodar y bailar dejaron a los periodistas una sensaci¨®n de melancol¨ªa y de tiempo perdido en otras entrevistas y encuentros.
En un mundo de alfombras rojas, de gritos de las fans (ayer tocaba "?Hugo! ?Hugo!", por Hugo Silva), la lecci¨®n de cine que imparti¨® en su conferencia de prensa como presidente del jurado el cineasta Jonathan Demme (Nueva York, 1944), su sonrisa y sus ganas de comer, rodar y bailar dejaron a los periodistas una sensaci¨®n de melancol¨ªa y de tiempo perdido en otras entrevistas y encuentros.
Por su doble condici¨®n de director (en el certamen se han proyectado sus dos nuevos filmes, Neil Young trunk show -otro concierto grabado del m¨²sico canadiense, con quien colabor¨® en Heart of gold- y La boda de Rachel -su ¨²ltimo trabajo de ficci¨®n-) y de cabeza de los repartidores de premios, Demme confes¨® sentirse un hip¨®crita. "Las pel¨ªculas no pueden realmente competir entre s¨ª. Como cineasta s¨®lo deseas rodar buenos filmes. Y lo digo tras concursar este a?o en Toronto y Venecia con La boda de Rachel. No creo que se pueda juzgar el arte, as¨ª que soy, como jurado, un hip¨®crita. Pero c¨®mo rechazar la oferta de San Sebasti¨¢n, una de las grandes ciudades del mundo, y de un festival que he visitado en anteriores ocasiones, para charlar de cine con gente tan maravillosa como mis compa?eros de tribunal". Dio una pista sobre su elecci¨®n: "Hay una pel¨ªcula que es vital que sea reconocida en el palmar¨¦s [?Tiro en la cabeza? ?La palestina Laila's birthday?]. A ver qu¨¦ deliberamos".
Ah¨ª comenz¨® a desgranar su visi¨®n de la vida, "de la importancia de ser positivo y de que el resultado de tu trabajo sea parte de la soluci¨®n" del problema reflejado en la pantalla. Por eso ha huido de Hollywood: "Es un tiovivo, provoca demasiado estr¨¦s y acorta la vida. En realidad, no disfruto del viaje empresarial, con tantas personas opinando sobre tu trabajo. Va en contra de mi manera de ser. Disfrut¨¦ hace a?os rodando Algo salvaje, El silencio de los corderos o Philadelphia, pero ahora no busco guiones, prefiero los documentales, la informaci¨®n". "Porque", prosigui¨®, "me he pasado a?os intentado captar momentos elegantes como Howard Hawks. Pero la llegada de Scorsese, las influencias del neorrealismo o de la nouvelle vague, me han ganado. Me gusta el estilo documental realista y as¨ª he hecho La boda de Rachel". Para Demme, "el cine y la m¨²sica es un excelente maridaje y yo estoy habitualmente en esa encrucijada".
Un c¨®ctel que explota en La boda de Rachel, la celebraci¨®n de un matrimonio en una familia con graves problemas entre sus miembros, pero rodeada de mucha m¨²sica: adem¨¢s de la cantidad que se escucha, algunos personajes est¨¢n interpretados por m¨²sicos reales y otros se encarnan a s¨ª mismos. "Est¨¢n acostumbrados a actuar una partitura y son muy fotog¨¦nicos. Rodamos intentando olvidar el gui¨®n". Tras avisar de las posibilidades de YouTube ("Hay gente joven que ni siquiera piensa que hace pel¨ªculas y cuelga all¨ª sus piezas, que son aut¨¦ntico cine") y elogiar a los dos Donostia (Banderas y Meryl Streep, a la que, junto a Eduardo Noriega, entregar¨¢ hoy el galard¨®n), Demme record¨® un momento de La boda de Rachel, cuando el novio entona en el altar Unknown legend, una canci¨®n del mejor amigo del director: "Preferir¨ªa no vivir sin Neil Young".
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