El Congreso se moviliza para salvar a Wall Street
La falta de acuerdo en los detalles amenaza con desatar la incertidumbre en los mercados financieros
Wall Street no es una isla. Y cuando el sistema financiero se atora, el resto de la econom¨ªa sufre las consecuencias. ?sa es la filosof¨ªa sobre la que se sustenta el plan de rescate de 700.000 millones de d¨®lares dise?ado por el Tesoro de Estados Unidos con el respaldo de la Reserva Federal (banco central estadounidense). Congresistas de ambos partidos negociaban anoche en el Capitolio para buscar una soluci¨®n que permita sacar de las cuentas de los bancos los activos contaminados, las llamadas hipotecas basura, y evitar as¨ª una hecatombe que arroje al sector financiero a la edad de piedra.
El Tesoro dispondr¨¢ de 250.000 millones inmediatos para ejecutar el plan
A¨²n no se sabe si los jueces podr¨¢n variar las condiciones de algunas hipotecas
La C¨¢mara exige que se fijen reglas claras para supervisar el plan
El objetivo ¨²ltimo era mantener operativos los mercados, acabar con la incertidumbre y que vuelva a fluir el dinero entre los bancos. El diablo, sin embargo, est¨¢ en los detalles del plan, que a ¨²ltima hora de ayer estaban en el aire.
En base a lo que hab¨ªa sobre la mesa, el Tesoro dispondr¨ªa de fondos inmediatos para empezar a ejecutar el plan de rescate de Wall Street, en torno a los 250.000 millones de d¨®lares (171.000 millones de euros), a los que habr¨ªa que a?adir otros 100.00 millones que se inyectar¨ªan en el mercado si la Administraci¨®n lo cree oportuno. El resto no estar¨ªa disponible hasta el mes de mayo.
No estaba claro, por ejemplo, si los jueces podr¨¢n cambiar las condiciones de algunas hipotecas de dudoso cobro. O si el Gobierno podr¨¢ hacerse con una participaci¨®n en las entidades a las que ayude, para as¨ª recuperar parte del dinero que se movilizar¨¢ del contribuyente. Al mismo tiempo, se quieren fijar reglas claras para la supervisi¨®n del plan por parte del Congreso, para velar porque el dinero p¨²blico se use de forma correcta. El otro punto clave del plan pasa por limitar las compensaciones que reciben los ejecutivos de las entidades que se beneficiar¨ªan del rescate.
Todas ellas son partes m¨®viles que los congresistas necesitan encajar correctamente para que se pueda lograr el acuerdo sobre el conjunto. Y est¨¢ por ver si el Tesoro aceptar¨¢ que se parta el cheque, para que el arma que se pone en sus manos no acabe por reventar las arcas p¨²blicas.
Si finalmente se llega a un acuerdo y se pone el plan en marcha, ser¨¢ la mayor intervenci¨®n p¨²blica en la historia de Estados Unidos. Pero el trabajo no estar¨¢ terminado con la aprobaci¨®n de la nueva legislaci¨®n en Washington. El siguiente paso para que la operaci¨®n tenga sentido pasa por poner precio a esos activos contaminados. Y es en este punto donde est¨¢ la clave del coste del rescate.
Goldman Sachs cree que la cantidad que pide Paulson es suficiente para dotarse de recursos con los que comprar esos activos t¨®xicos a los bancos, que se mantendr¨¢n apartados del mercado mientras no vuelva la estabilidad. Es m¨¢s, creen incluso que el coste directo podr¨ªa estar en torno a los 200.000 millones de d¨®lares si las condiciones son favorables.
La cercan¨ªa del pacto en Washington -frustrada horas despu¨¦s al frenar los congresistas republicanos el desarrollo de las negociaciones- dio aire caliente durante la ma?ana al Dow Jones y al S&P 500, que cerr¨® la jornada con una subida del 2%. Pero un fiasco anoche podr¨ªa crear incertidumbre y pesimismo en los mercados. Y es que, como dijo ayer ante el Congreso el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, este plan tambi¨¦n tiene efectos psicol¨®gicos sobre los inversores que deben tenerse en cuenta a la hora de forjar el pacto.
Wall Street se encuentra en un momento cr¨ªtico, que va a marcar su funcionamiento futuro. Pero antes de dar luz verde al plan de rescate, los miembros del Capitolio quieren tener garant¨ªas de que el dinero del contribuyente servir¨¢ realmente para atacar las causas que est¨¢n en el coraz¨®n de la crisis financiera y que est¨¢n salpicando al resto de la econom¨ªa por la v¨ªa de las restricciones al cr¨¦dito, la destrucci¨®n de empleo y ca¨ªda del consumo.
De lo delicado de las negociaciones sirve como ejemplo lo ocurrido en la tarde de ayer en Washington, cuando la negociaci¨®n se torci¨® en la recta final de la jornada nada m¨¢s llegar a la Casa Blanca la propuesta previamente pactada por los l¨ªderes de los dos partidos. El senador dem¨®crata Christopher Dodd hab¨ªa cantado demasiado pronto el acuerdo sobre los "principios fundamentales" del plan de rescate. No sab¨ªa que a¨²n quedaban por delante muchas horas de negociaci¨®n al borde del abismo.
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