Perd¨®nanos se?or
?No quer¨ªan un oto?o calentito? Pues ah¨ª lo tienen. Parece como si el ojo de Ike se cerniera sobre el reino gallego y Fanny Mae rascara el bolsillo para ver si encontrara todav¨ªa la calderilla que sobra de Martinsa para remediar alguna hipoteca. Es normal que, cuando el gigante estornuda en Wall Street, el Club Financiero de Vigo se ponga sentencioso o que, cuando Solbes llama a capilla, a Quintana no le salgan las cuentas del monaguillo. Por si fuera poco y el agro no tuviera ya suficientes vacas flacas, mejor flacas que locas, es cierto, he ah¨ª que el gremio del mejill¨®n anda empe?ado en una revuelta m¨¢s bien arcaica para estos tiempos: ?fijaremos el precio del molusco por decreto como el del libro, o dejamos que sea el mercado quien le ponga rumbo al avispero del ¨¦xito o de la ruina? Pues bien, de momento se impone la picaresca y quien manda es quien ha le¨ªdo la jugada anticipadamente y vende su mercanc¨ªa al mejor postor mientras el resto de los cofrades no se ponen de acuerdo para evitar la ca¨ªda del precio. Por cierto, un d¨ªa me explicaron que el del pulpo lo fijan en Jap¨®n y que cuando el samurai manda, O Carballi?o pone la pota.
"Hay dos cosas de las que no pienso volver a escribir: los toros y Ruiz Zaf¨®n"
Total que, mientras unos dejan que la cosa financiera se pudra (a Bush se le ha podrido hasta la Reserva Federal) por aquella cosa liberal del laissez faire, laissez passer (podemos traducirlo por pasotismo) aqu¨ª la hiperactiva ministra de Defensa manda un avi¨®n para defender en Somalia la campa?a del at¨²n y no es que guarden relaci¨®n ambos fen¨®menos pero, si bien se piensa, son dos maneras convergentes de ver el mundo: los que acaban de descubrir la rep¨²blica y los republicanos hartos del at¨²n, los de Bermeo y los de Burela, los que impulsan una educaci¨®n para la ciudadan¨ªa y los que dejan que la ciudadan¨ªa se eduque d¨®nde su cuenta corriente se lo permita (en ingl¨¦s, en valenciano, o en el Colegio Rosales).
Es tal la crisis econ¨®mica que est¨¢ afectando a los valores no s¨®lo burs¨¢tiles sino tambi¨¦n a los morales: la pe?a est¨¢ aplazando su divorcio para un mejor momento, no hay m¨¢s que ver las estad¨ªsticas, lo que quiere decir que el divorcio, como la cirug¨ªa est¨¦tica o el laicismo seg¨²n Ratzinger, es un lujo espiritual que s¨®lo se pueden permitir las sociedades realmente opulentas y ciertos sectores de la poblaci¨®n, aquellos que antiguamente se llamaban "profesiones liberales". Durmamos pues con el enemigo, no hay otra salida pese a la ca¨ªda del precio del suelo (me refiero al urbanizable, no al de la alcoba).
Por si fuera poco los media gallegos han sacado a la palestra un nuevo g¨¦nero semi¨®tico que habla de la toxicidad de los s¨ªmbolos (la vieira) y que afecta a asuntos tan dispares como la gastronom¨ªa, la cultura, la jurisprudencia y el honor de familias, librepensadores y contrabandistas: seguramente lo mejor en la narrativa popular de los ¨²ltimos tiempos. Como en todo, aqu¨ª tambi¨¦n hay partidos m¨¢s viscerales o menos, pero se nota que a los gallegos no nos gusta un pelo que nos toquen las cunchas, y menos cuando lo hace un ling¨¹ista como George Steiner.
En la eleg¨ªa oto?al me sorprendi¨® y bien la trifulca entre el Apolo del reino -David Cal- y la conselleira Anxela Bugallo. Por lo visto debe ser bastante m¨¢s lucrativo el tr¨¢fico de vieiras que el pirag¨¹ismo cuando el mocet¨®n de Ald¨¢n le facilita el n¨²mero de la cuenta corriente. Esas platas bien se merecen una inversi¨®n de alto rendimiento, como en general todos los deportes acu¨¢ticos gallegos, donde, como en el mejill¨®n, somos una potencia mundial.
Por cierto, que esto del columnismo tiene sus riesgos y ya comunico que hay dos cosas de las que no pienso volver a escribir porque siempre me equivoco o me van alancear como la vaquilla de Tordesillas: la primera son los toros; la segunda, Ruiz Zaf¨®n. Cuanto m¨¢s denigro mejor les va a los toreros y a la sombra del viento, ya que no a los toros y a los lectores. Ustedes pensar¨¢n qu¨¦ tiene que ver esto con la crisis y hay una poderosa raz¨®n: a mayor dificultad para llegar a fin de mes m¨¢s nos gusta Paul Auster. O sea que ya puede ir sacando el carn¨¦ de esa fastuosa Biblioteca Nacional y si est¨¢ divorciado, mejor que mejor: el boca-oreja da mucho juego.
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