Los espa?oles que han cambiado a Cristo por Al¨¢
M¨¢s de un mill¨®n de personas practican el islam en Espa?a. Desde que en 1992 el Estado firm¨® unos acuerdos de cooperaci¨®n con las tres principales religiones no cat¨®licas, el n¨²mero de mezquitas ha proliferado por toda Espa?a. Hoy superan el medio millar y algunas sufren el rechazo de los vecinos. La Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia, ha subvencionado con casi seis millones de euros los proyectos presentados por las congregaciones agrupadas en la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a.
En la plaza de Ponce de Le¨®n de Sevilla hay un local del que salen hombres de rasgos distintos: magreb¨ªes, negros, centroeuropeos, hispanos. La piel es distinta, la religi¨®n, la misma: son musulmanes. El antiguo local, junto a las Escuelas P¨ªas, es hoy mezquita. Acaban de finalizar la tercera oraci¨®n del d¨ªa. El emir de la modesta mezquita, Muyahid Jim¨¦nez, y un grupo de creyentes espa?oles van a contar por qu¨¦ abrazaron el islam.
Abdulhasib Casti?eira dirige la Fundaci¨®n Mezquita de Granada. ?Por qu¨¦ se hizo musulm¨¢n este gallego de Pontevedra, de 53 a?os, licenciado en Filosof¨ªa por la Complutense, cat¨®lico activo que echaba una mano en los barrios marginales? Con elegancia, matiza: "Uno no se hace musulm¨¢n. Lo acepta". "En ¨¢rabe, aceptar significa volver a la condici¨®n original. Y eso es lo que significa el islam: un estado de sumisi¨®n voluntaria al poder divino", a?ade.
Abdesalam Guti¨¦rrez procede de Cogolludo (Guadalajara). Tiene 56 a?os y es ingeniero t¨¦cnico de telecomunicaciones. Musulm¨¢n desde 1981. "Yo era cat¨®lico y todo lo musulm¨¢n me parec¨ªa como de la Edad Media. Descubr¨ª que en el islam no hay nada esot¨¦rico, nada en contra del raciocinio humano, como lo de la consagraci¨®n y el cuerpo y la sangre de Cristo en la religi¨®n cat¨®lica".
Hayid Nieto, sevillano de 49 a?os, es profesor excedente de ciencias sociales. Fue un activo militante cristiano que lleg¨® a presidir la Comunidad Cristiana Bellavista (una barriada de Sevilla) a los 18 a?os. Alguien puso en sus manos Indicaciones de los signos, el libro de Shaij Abdalqadir As-Sufi, l¨ªder y fundador del movimiento musulm¨¢n Al Murabitum. "La primera frase, 'el Cor¨¢n nace del silencio y vuelve al silencio', tumb¨® todas mis teor¨ªas y vi la luz".
Otros abrazaron este credo de la mano de sus padres. Es el caso de dos j¨®venes de la mezquita sevillana, Abuqasim Molinero, de 27 a?os, y Malik Gil, de 26. El primero afirma que no ha tenido problemas para relacionarse con chavales de su edad; muchos j¨®venes no creen en nada "porque es m¨¢s c¨®modo", dice. ?Hacen proselitismo entre compa?eros de aulas y trabajo? Responde Abdesalam: "Creemos que el islam es lo m¨¢s grande y queremos compartirlo. Pero si el otro no est¨¢ interesado, nada. No somos unos palizas".
En las mezquitas, adem¨¢s de rezar, se imparten clases de ¨¢rabe, se ense?a el islam a los ni?os o desarrollan servicios sociales. En la mezquita que dirige Lahasen el Himer, con unos 300 fieles, se les orienta y ayuda en los tr¨¢mites para conseguir la nacionalidad, renovar el permiso de trabajo y residencia, obtener la tarjeta sanitaria o acceder a la educaci¨®n.
Para llevar adelante estos servicios, el colectivo musulm¨¢n recibe ayudas del Estado a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia, creada en 2005. Desde entonces a mayo de 2008, los musulmanes agrupados en la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a (CIE) han recibido 5.887.825 euros. De esa cantidad, 3.559.238 son para proyectos de congregaciones locales y el resto, 2.328.587, para potenciar la estructura de la CIE. Aparte, recuerda Lahsen, las comunidades musulmanas se financian con las aportaciones de sus miembros.
?Hay rechazo hacia los creyentes musulmanes? El Himer sostiene que "lo hay en cualquier pa¨ªs". "Llevamos en Granada 25 a?os y no hemos tenido ning¨²n problema serio". Es cierto que en ocasiones los vecinos han protestado por la presencia masiva de inmigrantes musulmanes en las horas del rezo. O por el deseo de abrir una mezquita. Es el caso de Sevilla, donde los vecinos del barrio de Los Bermejales, a las afueras de la ciudad, echaron abajo el proyecto de construcci¨®n de una mezquita aprobado por el Ayuntamiento socialista, que cedi¨® a la presi¨®n de estos vecinos y envi¨® al colectivo musulm¨¢n a un pol¨ªgono industrial. Muyahid Jim¨¦nez, presidente de la Fundaci¨®n Mezquita de Sevilla, espera que en unos meses puedan comenzar a construirla. Por el momento, oran en el local comercial de Ponce de Le¨®n.
Mansur Escudero, presidente de Junta Isl¨¢mica, recuerda otros casos similares en Terrassa, Sabadell o Almer¨ªa. "Solicitamos permiso para construir una mezquita, el Ayuntamiento lo concede, los vecinos protestan y nos vemos obligados a abandonar con nuestros derechos de ciudadan¨ªa violados", resume.
El Observatorio Andalus¨ª, organismo de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a (Ucide), reflej¨® en un informe de 2007 que el 32% de los espa?oles est¨¢ en contra de que haya una mezquita en su barrio y el 60% muestra desconfianza o recelo hacia los musulmanes. Por su parte, el 76% de ¨¦stos detectan rechazo. Y la raz¨®n es que "predomina a¨²n el temor y el odio sembrados durante cinco siglos por la Iglesia cat¨®lica, pero cuando conocen al musulm¨¢n, lo aceptan", dice Escudero.
Por ello, Abdulhasib advierte de que "nadie debe extra?arse de que haya extremismos y posturas radicales, si al musulm¨¢n se le margina en pol¨ªgonos industriales o poni¨¦ndole trabas para que pueda disponer de un lugar de culto digno".
Se quejan del trato que normalmente reciben en la prensa. Lahsen sostiene que "dan una imagen del islam s¨®lo de sangre y terrorismo, hambre e ignorancia". Cuando se les recuerda que los ¨²ltimos y m¨¢s graves atentados terroristas han sido protagonizados por fan¨¢ticos islamistas, exhiben declaraciones de condena, como la fetua -edicto-, de la Junta Isl¨¢mica publicada en 2004 tras los atentados del 11-M y del 11-S en la que se afirmaba "que aquellos que cometen actos terroristas violan las ense?anzas cor¨¢nicas m¨¢s b¨¢sicas y se convierten as¨ª en ap¨®statas que han abandonado el islam".
Tambi¨¦n defienden el papel reservado a la mujer. Abdesalam afirma: "El islam reconoce la evidencia f¨ªsica de que el hombre y la mujer tienen el mismo valor, pero son distintos y complementarios".
La mezquita sevillana se va quedando vac¨ªa. Los hombres, y un par de mujeres que han orado aparte, han salido en busca de sus trabajos. Hayid recuerda que cuando fund¨® esta comunidad s¨®lo estaban ¨¦l y su esposa. Hoy cuenta con m¨¢s de 150 familias. Han crecido como ha aumentado la presencia de musulmanes en Espa?a. Seg¨²n los datos aportados por Mansur Escudero, en 1992 hab¨ªa alrededor de 400.000 musulmanes en Espa?a y ahora son m¨¢s de un mill¨®n. De ellos, 100.000 son espa?oles conversos.
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