El Ramad¨¢n ya es rutina en Espa?a
Las empresas se adaptan a sus trabajadores isl¨¢micos para permitir su ayuno - Un mill¨®n de inmigrantes y espa?oles conversos lo celebran
Keita, el centrocampista del Barcelona, est¨¢ atravesando la recta final del ramad¨¢n, el noveno mes del calendario lunar musulm¨¢n en el que los creyentes ayunan y no mantienen relaciones sexuales desde que sale el sol hasta que se pone. Pero Keita sigue el ayuno como puede. Si no puede cumplir porque tiene que jugar un partido de f¨²tbol o les espera doble sesi¨®n de entrenamiento, come y lo recupera m¨¢s adelante. Como sus compa?eros de equipo, tambi¨¦n musulmanes, Tour¨¦ o Abidal.
El matadero Escorxador de Girona lleva 20 a?os adapt¨¢ndose. El gerente, Josep Maria Puigvert, se encontr¨® con que la mitad de sus trabajadores eran musulmanes y lleg¨® a un pacto para los rezos que hace poco elev¨® a la categor¨ªa de convenio: "Durante el Ramad¨¢n empiezan antes la jornada, para poder irse antes de descansar, y tienen las pausas que necesitan para los rezos especiales, que el resto utiliza para almorzar. Es s¨®lo una cuesti¨®n de flexibilidad laboral", explica.
En algunos centros, la jornada empieza antes y se hacen pausas para rezar
La Junta Isl¨¢mica Catalana impulsa un congreso sobre feminismo
Ya hay alrededor de un mill¨®n de musulmanes en Espa?a que celebran el Ramad¨¢n sin que se generen mayores conflictos. Cada vez m¨¢s, los colectivos m¨¢s aperturistas dentro del islam aprovechan estas fechas para organizar fiestas como las de la ruptura del ayuno (el Iftar, cada atardecer durante el mes de ramad¨¢n) que congracien a la sociedad espa?ola con una religi¨®n isl¨¢mica, cuya imagen es controvertida. "La comunidad musulmana es mucho m¨¢s diversa de lo que la gente cree, y esto lo queremos reflejar aqu¨ª", explica Fuad Saour, de Nador, en plena fiesta de Iftar en el barrio barcelon¨¦s de El Raval. Es jueves y acaban de servir 400 raciones de d¨¢tiles y harira a los vecinos del barrio.
Ha organizado la fiesta la entidad sociocultural de la que es portavoz, IBN, junto con una retah¨ªla de entidades entre las que se mezclan los musulmanes con vecinos de Barcelona que no lo son.
La normalidad con la que discurre el Ramad¨¢n no significa que no existan conflictos religiosos en Espa?a, ni que la apertura de una mezquita haya dejado de provocar rechazo en algunos vecindarios, pero s¨ª que esta ¨¦poca del a?o, que este a?o acaba el 30 de septiembre, se ha instalado como una rutina m¨¢s.
Yusuf Mustafa coincide desde la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢mica de Espa?a (UCIDE), en Madrid, que los musulmanes no se encuentran grandes problemas cuando quieren celebrar el Ramad¨¢n y que la adaptaci¨®n del horario laboral depende de la buena voluntad de trabajador y empresario: "En la construcci¨®n, por ejemplo, s¨®lo implica que en lugar de parar a la ahora de la comida sigan adelante y se puedan ir antes a casa".
El derecho de flexibilidad queda recogido en el convenio firmado entre el Estado y las comunidades isl¨¢micas en 1992 y contempla el cese de la jornada laboral una hora antes de la puesta de sol. Tambi¨¦n se recomienda que los centros p¨²blicos adapten el horario de comida durante el mes de ayuno.
En los colegios, seg¨²n explican desde la consejer¨ªa de Educaci¨®n en Andaluc¨ªa, no suele ser necesaria esta adaptaci¨®n porque los ni?os est¨¢n exentos de cumplir con el Ramad¨¢n, as¨ª como las embarazadas, los enfermos o las personas mayores. "El Ramad¨¢n es sacrificio, no tortura", recalca Yusuf.
En las prisiones, por ejemplo, la adaptaci¨®n es total. Julio Zino, del departamento de Servicios Educativos, Culturales y Religiosos de Prisiones en Catalu?a, apunta que un 15% de los presos catalanes (m¨¢s de 1.300) es musulm¨¢n, y durante este mes se les prepara un turno de cena extra cuando cae el sol y un pic-nic para que puedan tomar la ¨²ltima comida al alba. Adem¨¢s, se intenta agrupar a todos los que lo celebran en la misma celda para compartir los rezos. Y la sorpresa que se llevan los funcionarios "es que hay muchos no musulmanes que piden celebrar el Ramad¨¢n atra¨ªdos por la espiritualidad de ese mes".
Hay un gran colectivo en Espa?a atra¨ªdo por el islam. Seg¨²n las entidades musulmanas, hay al menos unos 50.000 conversos, y algunos de ellos, espa?oles, est¨¢n tambi¨¦n detr¨¢s de iniciativas para dar un revolc¨®n a los lugares comunes que giran en torno su religi¨®n en Espa?a.
Hay otro islam, del que no se habla. Isabel Romero, de la Junta Isl¨¢mica de C¨®rdoba, abraz¨® la fe isl¨¢mica hace 14 a?os y sostiene que las pr¨¢cticas y discursos represivos "no vienen del islam ni de la palabra de Mahoma, sino de los pa¨ªses arcaicos". Por eso, asegura, no hay conflicto alguno con su marido, cristiano animista. "Hay un respeto mutuo, durante la celebraci¨®n del Ramad¨¢n y en general: cuando cae el sol se rompe el ayuno y el que fuma, fuma, y el que come, come y si quiere, y si quieres un encuentro con tu marido, pues lo tienes estupendo".
Eso s¨ª, Isabel explica que todo debe hacerse con moderaci¨®n: "El sacrificio del ayuno, que sirve para ponerse en el lugar de los otros, no sirve de nada si luego te das un atrac¨®n". Ella no lleva velo, y aprueba que lo lleven aquellas mujeres "que lo sienten por su fe, pero no presionadas por la sociedad o la familia".
No oculta que los musulmanes m¨¢s "progresistas" tienen conflictos "a veces peque?os, y a veces grandes" con el ala m¨¢s conservadora de la poblaci¨®n musulmana. Jairo Din Riaza, un funcionario madrile?o que se convirti¨® al islam hace 15 a?os, a los 33, sostiene que "hay integrismo en el islam, claro, y discrepancias, las mismas que con algunos obispos cat¨®licos muy cerrados".
La religi¨®n musulmana le atrajo porque la vio "menos contradictoria". A su juicio, en muchos Estados isl¨¢micos "los hombres utilizan la religi¨®n para justificar los privilegios y mantener a la mujer a su servicio; el totalitarismo utiliza la religi¨®n en su inter¨¦s".
En Barcelona, Abdenmur Prado, de la Junta Isl¨¢mica Catalana, est¨¢ organizando ni m¨¢s ni menos que el II Congreso Internacional de Feminismo Isl¨¢mico, y asegura que "la visi¨®n machista viene de la transformaci¨®n del islam en religi¨®n de Estado".
"Mahoma dijo: quien no hace el amor, no es de los m¨ªos, ?es eso represivo? Lo de que las mujeres no pueden entrar en las mezquitas, por ejemplo, no viene del Cor¨¢n original. Una mezquita sin mujeres no es una mezquita para m¨ª", se despacha.
El reconocido arabista Juan Vernet Gin¨¦s, doctor en Filosof¨ªa y catedr¨¢tico en Lengua y Literatura ?rabes por la Universidad de Barcelona desde 1954, entona el mea culpa. "En el Cor¨¢n hay ciertos cap¨ªtulos que ciertamente hablan con dureza, pero tambi¨¦n algunas partes de la Biblia. Un problema que hay es que buena parte de las traducciones del Cor¨¢n, y yo soy culpable tambi¨¦n, se han hecho con textos medievales en la mano".
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