Las esencias como ¨²ltima trinchera

Las comisiones pasaron como una estampida de ?us sobre la ponencia marco de ?ngel Luna. Con la cara partida deploraba el desd¨¦n del macizo hacia los resultados de las encuestas del CIS. Es decir, el aferramiento a los esencialismos y, por consiguiente, el distanciamiento de la realidad. ?Son las esencias las que desalojaron al PSPV del poder? ?Las que lo han mantenido en la oposici¨®n y en el infinitesimalismo org¨¢nico todos estos a?os? Es probable que hayan tenido alguna incidencia, pero no determinante. De lo contrario, el partido ser¨ªa extraparlamentario. Ahora bien, es dif¨ªcil que su exaltaci¨®n aporte m¨¢s votos.

La ponencia ha sido v¨ªctima de su propia caricatura. De "la incongruencia" de mantener la denominaci¨®n Pa¨ªs Valenciano en las siglas del partido frente a la realidad de Comunidad Valenciana y del desplazamiento ideol¨®gico al centro, que es donde est¨¢ el m¨¢s suculento caladero electoral. Su prop¨®sito era mantener los valores de la izquierda y suavizar el tufo nacionalista para aproximar el producto a la nueva ergonom¨ªa electoral. Sin embargo, nadie hizo esa pedagog¨ªa en el partido m¨¢s all¨¢ de promulgarla en la ponencia, que era tanto como no creer en los cambios que se propon¨ªan.

Esa irresponsabilidad, unida a la desesperaci¨®n de Ximo Puig (y Francesc Romeu, esa extra?a pareja), propici¨® que las esencias se convirtieran en la ¨²ltima farmacia de guardia de quienes trataban de evitar la victoria de Jorge Alarte. Puig se atrincher¨® en el nominalismo y en la pureza de la ideolog¨ªa (lo cual era una novedad en su trayectoria). En su discurso descendi¨® a la intimidad de la fibra, que era lo f¨¢cil dado su auditorio, incluso se permiti¨® citar a Raimon ("Qui perd els origens perd la identidad") cuando ¨¦l ha estado tratando de camuflar con ah¨ªnco de d¨®nde ven¨ªa.

El gabinete de Puig torpede¨® el discurso de Alarte (de tono depre aunque con navajaditas, ob¨¢mico de baja intensidad), enviando SMS a todos los delegados, y luego el alcalde de Morella y Romeu quemaron toda la p¨®lvora con gran control de la coreograf¨ªa y una carga de profundidad a las emociones colectivas al grito de "Pa¨ªs Valenci¨¤!" y "Sempre d'esquerres!". Iconos de gran trascendencia en el vest¨ªbulo del Palacio de Congresos, pero gratuitos m¨¢s all¨¢ de su umbral. Es probable que, como siempre, lo importante fuera ganar all¨ª y no afuera, pero la mayor¨ªa dio ayer el primer paso para conquistar la intemperie. ?Le dejar¨¢n a Alarte sus hipotecas?