Los muros que guardan la memoria

En Berl¨ªn, sobre el mismo suelo sobre el que un d¨ªa se levant¨® el cuartel general de las SS, hay un museo al aire libre dedicado a todas las personas que fueron torturadas y asesinadas por el r¨¦gimen nazi. Cuando recorre con sus ojos lo que a¨²n queda en pie de la c¨¢rcel de Carabanchel, Gervasio Puerta sue?a con ver alguna vez algo parecido. All¨ª mismo: donde miles de represaliados pol¨ªticos del franquismo fueron encerrados durante meses e incluso a?os.

Soldado republicano. Exiliado en Francia tras acabar la Guerra Civil y activista pol¨ªtico m¨¢s tarde, Puerta pas¨® en dos ocasiones por la c¨¢rcel madrile?a: la primera en 1948, cuando pas¨® 15 d¨ªas camino de la prisi¨®n de Burgos; la segunda, en el a?o 1961, estuvo encerrado algo m¨¢s de un mes y medio mientras esperaba el juicio que le declar¨® culpable, posterg¨¢ndole casi una d¨¦cada entre rejas. Todo por sus ideas pol¨ªticas. Hoy es un anciano l¨²cido, que guarda su historia en la cabeza, aunque una parte de ella descanse escrita en papel.

Un grupo de ex presos volvieron a la c¨¢rcel en la que fueron encerrados

Ayer, junto a una veintena de ex presos, volvi¨® al penal de Carabanchel para reivindicar que las excavadoras no acaben con el que consideran el principal "s¨ªmbolo de la dictadura franquista". Para que parte de sus muros se mantengan en pie y pasen a albergar ahora un centro para la paz y la recuperaci¨®n de la memoria.

En el coraz¨®n mismo de la c¨¢rcel, m¨¢s de medio millar de personas les arroparon en un acto emotivo. All¨ª estuvieron presos ilustres de Carabanchel, como el hist¨®rico dirigente del sindicato CC OO, Marcelino Camacho. Visiblemente emocionado, record¨® "los muchos meses" en los que la galer¨ªa sexta de Carabanchel se convirti¨® en su ¨²nica casa. "Volver aqu¨ª y ver que hay mucha gente que apoya algo tan hermoso como crear una casa para el recuerdo te hace pensar que toda la lucha de muchos por la paz y la libertad no fue en balde", reflexionaba Camacho, que no se separ¨® ni un s¨®lo momento de su mujer Josefina, que tantas veces atraves¨® las puertas de la prisi¨®n para visitar a su marido primero y a su hijo, m¨¢s tarde. "Ayuntamiento y Ministerio del Interior quieren derribar la c¨¢rcel y hacer pisos. Lo que nosotros queremos es que se mantenga la c¨²pula central, para que acoja la memoria de la barbarie franquista. Adem¨¢s, el resto de los terrenos pod¨ªan destinarse a equipamientos sociales", indic¨® Juli¨¢n Rebollo, portavoz de la plataforma que organiz¨® el acto. No muy lejos, Rafael Hern¨¢ndez, de 77 a?os, buscaba con la mirada aquella celda en la que le encerraron durante un a?o en 1967 "por comunista". Hoy, ya jubilado, se dedica a la poes¨ªa. Sus recuerdos est¨¢n vivos, como las piedras y adoquines del presidio, aunque es capaz de transmitir gran calma. "Esto no tiene nada que ver con la venganza", dice. Varios j¨®venes se han parado a su lado para escucharle.