Dinero a cambio de basura
Algunos esc¨¦pticos llaman al plan de rescate de 480.000 millones de euros propuesto por Henry Paulson "dinero a cambio de basura". Otros han bautizado la legislaci¨®n propuesta Autorizaci¨®n para el Uso de la Fuerza Financiera, en referencia a la Autorizaci¨®n para el Uso de la Fuerza Militar, la infame ley que dio al Gobierno de Bush luz verde para invadir Irak.
Hay algo de raz¨®n en estas pullas. Todos coinciden en que debe hacerse algo grande. Pero lo que Paulson solicita para s¨ª mismo -y para su sucesor- es un poder extraordinario para emplear el dinero de los contribuyentes en un plan que, en mi opini¨®n, no tiene ni pies ni cabeza.
Algunos dicen que debemos sencillamente confiar en Paulson porque es un tipo inteligente que sabe lo que hace. Pero eso es s¨®lo verdad a medias: es un tipo inteligente, pero, ?qu¨¦ exactamente en la experiencia del pasado a?o y medio -un periodo durante el cual Paulson ha declarado repetidamente que la crisis financiera estaba "contenida", y despu¨¦s ha ofrecido remedios que no serv¨ªan- justifica la creencia de que sabe lo que hace? Se lo inventa a medida que avanza, como el resto de nosotros.
Si el plan de salvamento se aprueba en su forma actual, todos lo lamentaremos en un futuro no muy lejano
El Gobierno federal quiere pagar por los activos que compra un precio muy superior al real a costa de los contribuyentes
Por eso, pensemos por nosotros mismos. Yo veo cuatro fases en la crisis financiera:
1. El estallido de la burbuja de la vivienda provoca un dr¨¢stico aumento de la morosidad y de las ejecuciones hipotecarias, lo cual a su vez induce una ca¨ªda de los precios de los activos hipotecarios, activos cuyo valor se deriva en ¨²ltima instancia de los pagos hipotecarios.
2. Estas p¨¦rdidas financieras dejan a muchas instituciones financieras muy escasas de capital: muy pocos activos en comparaci¨®n con su deuda. Este problema es especialmente grave porque todo el mundo contrajo muchas deudas durante los a?os de la burbuja.
3. Como las instituciones financieras tienen demasiado poco capital en relaci¨®n con su deuda, no pueden, o no quieren, proporcionar el cr¨¦dito que la econom¨ªa necesita.
4. Las instituciones financieras intentan pagar su deuda mediante la venta de activos, incluidos los activos hipotecarios, pero esto hace bajar los precios de los activos y empeora a¨²n m¨¢s su posici¨®n financiera. Este c¨ªrculo vicioso es lo que algunos denominan la paradoja del desendeudamiento.
El plan de Paulson se basa en la compra por parte del Gobierno federal de activos problem¨¢ticos, principalmente activos hipotecarios, por valor de hasta 486.000 millones de euros. ?C¨®mo resuelve esto la crisis?
Bien, podr¨ªa romper el c¨ªrculo vicioso del desendeudamiento, la cuarta fase de mi esquem¨¢tica descripci¨®n. Pero ni siquiera eso est¨¢ claro: est¨¢n sometidos a presi¨®n los precios de muchos activos, no s¨®lo los de aquellos que el Tesoro propone comprar. Y aunque el c¨ªrculo vicioso sea limitado, el sistema financiero seguir¨¢ paralizado por la escasez de capital.
O mejor dicho, seguir¨¢ paralizado por la escasez de capital a no ser que el Gobierno federal pague por los activos que compra un precio muy superior al real, proporcionando a las empresas financieras -y a sus accionistas y ejecutivos- una gigantesca lluvia de dinero a costa de los contribuyentes. ?He mencionado que este plan no me convence?
La l¨®gica de la crisis parece exigir que la intervenci¨®n no se d¨¦ en la cuarta fase, sino en la segunda: el sistema financiero necesita m¨¢s capital. Y si el Gobierno va a proporcionar capital a las empresas financieras, deber¨ªa obtener aquello que corresponde a quien aporta capital: una parte de la propiedad, de modo que si el plan de rescate funciona, no vayan todos los beneficios a parar a los que provocaron el caos en primer lugar.
Eso es lo que ocurri¨® con la crisis de las cajas de ahorros: los federales se hicieron con la propiedad de los bancos malos, no s¨®lo de sus activos malos. Y tambi¨¦n es lo que ha ocurrido con Fannie y Freddie. (Y por cierto, ese rescate ha hecho lo que se supon¨ªa que deb¨ªa hacer. Los tipos de inter¨¦s hipotecario han bajado dr¨¢sticamente desde la absorci¨®n estatal).
Pero Paulson insiste en que quiere un plan "limpio". En este contexto, "limpio" significa una ayuda financiera proporcionada por los contribuyentes sin condiciones a cambio: ninguna contrapartida por parte de los que reciben la ayuda. ?Por qu¨¦ es eso bueno? Si a eso le sumamos el hecho de que Paulson tambi¨¦n exige una autoridad dictatorial, adem¨¢s de inmunidad frente a una revisi¨®n "por parte de cualquier tribunal u organismo administrativo", el resultado es una propuesta inaceptable.
Soy consciente de que el Congreso est¨¢ sometido a una enorme presi¨®n para que apruebe el plan de Paulson en los pr¨®ximos d¨ªas, con unas cuantas modificaciones que, como mucho, har¨¢n que sea un poco menos malo. B¨¢sicamente, despu¨¦s de haberse pasado a?o y medio dici¨¦ndonos a todos que la situaci¨®n estaba controlada, el Gobierno de Bush notifica que el cielo se nos viene encima, y que para salvar el mundo tenemos que hacer exactamente lo que nos dice, ya mismo.
Pero yo insto al Congreso a que se detenga a pensar un minuto, respire hondo, e intente en serio rehacer la estructura del plan, convirti¨¦ndolo en un plan que ataje el problema real. No dejen que los avasallen; si este plan se aprueba en su forma actual o algo remotamente parecido, todos lo lamentaremos enormemente en un futuro no muy lejano. -
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