Blesa, pendiente de una batalla jur¨ªdica en Caja Madrid
Fieles y rivales discrepan sobre suderecho a seguir al frente tras 12 a?os
La batalla pol¨ªtica por el control de Caja Madrid tiene una fecha clave: mayo de 2009. Es entonces cuando se deben renovar 12 de los 21 miembros del Consejo de Administraci¨®n, entre ellos el presidente, Miguel Blesa. Y es ah¨ª donde sus enemigos, seg¨²n fuentes del PP, podr¨¢n esgrimir para echarle un art¨ªculo de la ley de cajas de la Comunidad de Madrid que deja, al menos aparentemente, el futuro de Blesa en manos de Esperanza Aguirre, la presidenta auton¨®mica.
La discusi¨®n se centra en un apartado de la ley de cajas que podr¨ªa dar la llave a Aguirre
Rajoy no parece dispuesto a que Blesa divida p¨²blicamente al PP
Blesa ya lleva 12 a?os como consejero. La ley de cajas de la Comunidad de Madrid, de 2003, marca que ning¨²n consejero puede estar m¨¢s de 12 a?os. Sin embargo, una disposici¨®n transitoria, la quinta, marca una excepci¨®n: "Los Consejeros Generales, los vocales del Consejo de Administraci¨®n y los miembros de la Comisi¨®n de Control que ostenten el cargo a la entrada en vigor de la presente Ley, aunque hayan cumplido el per¨ªodo m¨¢ximo establecido en el apartado 1 del art¨ªculo 35, en el apartado 1 del art¨ªculo 52 y en el art¨ªculo 70, [12 a?os] o que lo cumplan durante el per¨ªodo electoral vigente a 31 de diciembre de 2003 podr¨¢n permanecer en el cargo durante tal mandato y uno m¨¢s, si resultaren reelegidos por la representaci¨®n que ostenten".
Adem¨¢s de la batalla pol¨ªtica que se ha abierto por el control de la caja, hay una guerra jur¨ªdica por la interpretaci¨®n de esas tres palabras, "por la representaci¨®n que ostenten". Blesa fue elegido como consejero en representaci¨®n de la Asamblea de Madrid en la cuota del PP, como Ricardo Romero de Tejada. Los enemigos del presidente interpretan que s¨®lo podr¨ªa seguir otros seis a?os (un mandato m¨¢s) si fuera reelegido por la Asamblea. Pero es Esperanza Aguirre quien controla esos dos nombres que propone el grupo popular en la c¨¢mara auton¨®mica. Por tanto, seg¨²n esta interpretaci¨®n, el futuro de Blesa, amigo personal de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que le coloc¨® como presidente, est¨¢ en manos de Aguirre, que no parece dispuesta a que contin¨²e despu¨¦s de varios encontronazos.
Sin embargo, en el entorno del presidente la interpretaci¨®n es bien distinta. Seg¨²n fuentes de Caja Madrid, la entidad encarg¨® tres informes a Juan Cadalso, catedr¨¢tico de derecho civil y socio de Ur¨ªa; Rafael G¨®mez Ferrer, consejero de Estado y ex magistrado del Constitucional, y Gaspar Ari?o, catedr¨¢tico de derecho administrativo y ex diputado del PP. Los tres concluyen que Blesa ser¨ªa reelegido porque ya ha sido presidente y que, al no poner "la misma representaci¨®n, no est¨¢ exigiendo que sea la que le present¨® en ocasiones anteriores. Si el legislador hubiera querido dejar claro que deb¨ªa ser la misma entidad, lo hubiera puesto en el texto legal. Adem¨¢s, utiliza el tiempo verbal "que ostenten", es decir, se refiere a la representaci¨®n que ostentan en ese momento, no a la del pasado". La entidad opina que con este final de frase el legislador quiso que el que fuera a ser presidente deber¨ªa haber llegado a la Asamblea por una entidad (Comunidad de Madrid, ayuntamientos, representantes de los trabajadores o los impositores) "y no por otra v¨ªa, como ser una persona de prestigio", apuntan en la caja.
Esta diferencia es clave, porque Blesa cuenta con el apoyo de Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde de Madrid y rival de Aguirre, que podr¨ªa incluirle en la lista que ¨¦l controla como representaci¨®n de los ayuntamientos.
En cualquier caso, y al margen de la batalla jur¨ªdica, en la direcci¨®n del PP se est¨¢ extendiendo una gran preocupaci¨®n por la batalla de poder en Caja Madrid. Mariano Rajoy, a quien Blesa ha llamado para saber si le iba a apoyar -tambi¨¦n lo ha hecho con Aguirre, y ella no le dijo expresamente que tuviera intenciones de forzar su salida, seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo- ha apostado por actuar con "sentido com¨²n".
Eso, seg¨²n su entorno, implica no abrir esta batalla pol¨ªtica precisamente cuando el PP quiere ofrecer la imagen de seriedad y buena gesti¨®n en plena crisis econ¨®mica frente a la falta de ideas que achacan al PSOE. Los populares est¨¢n preocupados porque tanto esta batalla como la de la CEOE, un mundo tambi¨¦n cercano al PP, pueden deteriorar la imagen de los populares como gestores serios en momentos de crisis, una de las claves con las que Mariano Rajoy pretende recuperar el camino perdido y colocarse en buena posici¨®n para las pr¨®ximas elecciones europeas.
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