La familia interrumpida
Pedro Zarraluki publica una "comedia melanc¨®lica" sobre un anciano en crisis
Tom¨¢s coge sus maletas y deja su piso en Barcelona para ir al Palacio de Potala, en el T¨ªbet. A 3.700 metros sobre el nivel del mar. Para ello se encarama en su Opel con las pocas cosas que tiene -entre ellas la colecci¨®n de monedas de su hijo- y comienza la andadura. Atr¨¢s ha dejado a su ex mujer, a sus hijos y el televisor que le acompa?aba en sus largos d¨ªas de abandono. Pedro Zarraluki (Barcelona, 1954) ha embarcado a Tom¨¢s, y de paso a su hijo Ricardo, en un viaje hacia s¨ª mismo en la novela Todo eso que tanto nos gusta (Destino). "Creo que quer¨ªa hacer una novela sobre el sutil l¨ªmite entre la madurez, cuando funcionas con la memoria de lo que ya fue, y la juventud, cuando todo est¨¢ en el futuro, en los proyectos", dice.
Despu¨¦s de ahondar en las heridas de la posguerra con Un encargo dif¨ªcil -Premio Nadal de Novela 2005-, Zarraluki decidi¨® hacer lo que ¨¦l llama "una comedia melanc¨®lica", en la que aborda la crisis de un hombre mayor que se revela ante el no futuro que le impone la edad y que lucha para ganar vida y experiencias en un viaje que resulta m¨¢s corto de lo previsto. Y que termina en lo que iba a ser una escala. En un peque?o pueblo catal¨¢n, el personaje de Zarraluki encuentra su propio Palacio de Potala, rodeado de personajes a primera vista simples, pero que le han permitido al autor construir una sinfon¨ªa de caracteres inquietante y diversa. "Las novelas tienen una cosa maravillosa que son los personajes secundarios. La due?a de la fonda, por ejemplo, anarquista radical, se convierte en un observador dentro de la novela que no es ni el narrador ni el autor. Porque pienso que el autor no tiene por qu¨¦ intervenir", afirma Zarraluki, que durante su corta estancia en Madrid aprovech¨® para irse de ca?as con su esposa madrile?a. Regresar¨¢ al Ampurd¨¢n, donde probablemente est¨¦ -como para su personaje- su particular Palacio de Potala. "Paso la mitad del a?o all¨ª, en una casa en el campo donde el tiempo se alarga, los d¨ªas son como una semana, la comida es estupenda y tras leer la prensa y ojear alg¨²n libro todav¨ªa me queda tiempo para podar las plantas".
Babelia
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