Diez noches consecutivas de delirios, cortes¨ªa de Albert Pla
El cantautor inicia un ciclo de conciertos-espect¨¢culo en Madrid
"Es una de esas palabras que tanto le gusta a la gente: multimierda". As¨ª, en lugar de multimedia, describe Albert Pla (Sabadell, 1966) su nuevo espect¨¢culo-concierto, que estren¨® ayer y se celebrar¨¢ durante 10 noches consecutivas en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Tiene sus razones. El escenario est¨¢ decorado con una verja met¨¢lica de luces que ¨¦l mismo enciende y apaga seg¨²n le da. De entre el p¨²blico surge Pla, s¨®lo con su guitarra el¨¦ctrica y vestido con un viejo saco a modo de bat¨ªn. "Bueno, hubo una ¨¦poca en que siempre me vest¨ªa as¨ª. En casa, en la calle. No tiene otra explicaci¨®n".
Todo en la vida de Albert Pla resulta tan c¨®mico y desconcertante como esta vieja costumbre. Dos d¨ªas antes del estreno, en una terraza frente al teatro, Pla se carcajea cuando se le pregunta si le divierten los rumores que de ¨¦l se cuentan. "Hay muchas mentiras. Empezando por la fecha de nacimiento y la ciudad. Por favor, escribe que nac¨ª en Cuenca en 1958. Yo tambi¨¦n invento historias sobre Demi Moore o Zapatero. Para eso est¨¢ la imaginaci¨®n".
"De peque?o quer¨ªa ser bombero, pirata, ladr¨®n, drogadicto y jardinero"
"Dudo mucho que Esperanza Aguirre me contrate como a Boadella"
Lo que se sabe a ciencia cierta es que Pla es un cantante y actor con un talento rebosante. Que fue obrero textil, nadador y funambulista. Tambi¨¦n que vive en el campo, tiene casi 100 canciones a medio componer y memorizadas ("Nunca las escribo") y que su mejor disco, No s¨®lo de rumba vive el hombre (1992), est¨¢ compuesto en Guatemala ("estaba all¨ª y no ten¨ªa nada que hacer").
Ahora acaba de publicar su noveno trabajo. La diferencia es su primer disco en cuatro a?os con temas nuevos, y uno de sus mejores ¨¢lbumes. Once historias surrealistas, delicadas y crudas, en las que se mezcla el humor con el amor y la juerga. A saber, La colilla es una f¨¢bula sobre un cigarro mal apagado que tras quemar todo EE UU llega Espa?a en patera. En Coraz¨®n, narra c¨®mo un coraz¨®n deprimido se escapa y mata a un traficante de ¨®rganos. Y la ¨²ltima del disco, Bona nit -la ¨²nica en catal¨¢n y dedicada a su amigo y productor Quimi Portet, ex ?ltimo de la Fila-, se fotograf¨ªa una farra salvaje entre los dos y por todo Catalu?a. "S¨®lo hay un 50% de realidad en esa canci¨®n", confiesa Pla, buf¨®n, provocador y cuentacuentos.
Habla despacio y sus respuestas son escuetas y contradictorias. ?Sigue las noticias? "No mucho. Parece que hay crisis ?no?". ?Cree que la gente comprende su universo? "A m¨ª eso no me interesa". Adem¨¢s de cantar y actuar, ?qu¨¦ cosas hace bien en la vida? "Soy un in¨²til absoluto en todo". ?Qu¨¦ le pone de mal humor? "Si no me fumo un porro por la ma?ana me enfado".
Sus comienzos en la m¨²sica tienen mucho de cuento. En 1988, animado por el cantautor Javier Krahe ("No es tan raro como parece; es mucho m¨¢s", dec¨ªa Krahe de ¨¦l hace unos meses), Pla gan¨® un concurso de canci¨®n de autor en Ja¨¦n. Ha grabado nueve discos, ha hecho cameos en el cine y varios espect¨¢culos teatrales. Pla imagina todos los d¨ªas c¨®mo ser¨ªa su vida de no haber ganado aquel concurso. "Yo de peque?o quer¨ªa ser bombero, pirata, ladr¨®n, drogadicto, jardinero... Y sigo queriendo serlo. Es como la masturbaci¨®n, que gracias a la imaginaci¨®n no tiene freno".
Pla tambi¨¦n conoce bien sus limitaciones. "Dudo mucho que Esperanza Aguirre me contrate, como a Boadella. Que el Rey venga a un concierto m¨ªo y que yo vaya a ver al Rey. Que gane un Oscar, un Grammy o un Goya. Todo esto es una ficci¨®n imposible". Pero a ¨¦l s¨ª le han ocurrido cosas imposibles. "Yo he trabajado para Hugo Ch¨¢vez y para el PP. Una vez me contrataron en Canarias pensando que era Llu¨ªs Llach. Menuda sorpresa se llevaron", concluye mientras se parte de la risa.
Babelia
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