Gobierno italiano: "Los gitanos se han ido a la permisiva Espa?a"
Un ministro de Berlusconi abre otra pol¨¦mica con Zapatero
Seg¨²n el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, muchos ciudadanos gitanos han abandonado su pa¨ªs en las ¨²ltimas semanas para poner rumbo a Espa?a. "Pens¨¢bamos que hab¨ªa 120.000 [gitanos en Italia]. Hay menos. Muchos se han ido espont¨¢neamente a la m¨¢s permisiva Espa?a de Zapatero", dice Maroni en una entrevista a L'Espresso, que fue anticipada ayer por la p¨¢gina web de la revista.
El ministro de Trabajo e Inmigraci¨®n, Celestino Corbacho, le replic¨® desde Madrid: "Creo que Roberto Maroni har¨ªa bien haciendo que sus declaraciones y su pol¨ªtica se enmarcaran en lo que hace justo 15 d¨ªas acordamos en el Consejo de Ministros de Interior y Justicia, que es el Pacto Europeo de Inmigraci¨®n".
Corbacho responde a Maroni que hable del Pacto Europeo de Inmigraci¨®n
Maroni habr¨ªa descubierto el supuesto trasvase de gitanos gracias al pol¨¦mico censo de la poblaci¨®n de esa etnia que aprob¨® el Gobierno de Silvio Berlusconi el pasado 31 de mayo. En febrero, cuando el centro-derecha lleg¨® al poder, los c¨¢lculos de la Administraci¨®n dijeron que hab¨ªa 140.000 ciudadanos gitanos en Italia. Ahora, a 10 d¨ªas de que finalice el censo -est¨¢ previsto que acabe el 15 de octubre-, los datos recogidos en Roma, Mil¨¢n y N¨¢poles, las tres ciudades donde m¨¢s concentraci¨®n hab¨ªa, indican que no superan los 15.000.
Distintas ONG que trabajan con comunidades gitanas en Italia coinciden en apuntar la veracidad del ¨¦xodo a Espa?a, sobre todo de gitanos rumanos, aunque reconocen que es muy dif¨ªcil fijar los datos. Las ONG manejan una mezcla de dos factores. Seg¨²n la comunidad de San Egidio, el Gobierno "infl¨® intencionadamente las cifras" para justificar la pol¨ªtica de "emergencia gitana". Para el grupo Everyone, "las cifras estaban algo infladas, pero muchos miles de gitanos han decidido irse del pa¨ªs huyendo del acoso y la persecuci¨®n".
Las medidas del Gobierno para controlar a los gitanos incluyeron al principio la toma de huellas a adultos y menores, lo que suscit¨® la condena inmediata de la oposici¨®n, la Iglesia Cat¨®lica y el Parlamento Europeo. Despu¨¦s, Maroni dulcific¨® los m¨¦todos de acuerdo con la Comisi¨®n Europea, y ¨¦sta acab¨® bendiciendo el censo por boca de su vicepresidente, Jacques Barrot.
Las palabras de Maroni tendr¨¢n un efecto probable: prolongar el clima de fractura con Espa?a que ha marcado la relaci¨®n desde que Berlusconi volvi¨® al poder. Desde Madrid, tanto la vicepresidenta, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, como el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, han lanzado duras cr¨ªticas contra la pol¨ªtica migratoria de Berlusconi, al juzgarla racista y unilateral. En esos mismos d¨ªas, la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo, atac¨® tambi¨¦n el machismo del primer ministro italiano en respuesta a un chiste de ¨¦ste sobre el excesivo color rosa del Gobierno Zapatero.
Varios miembros del Gobierno italiano respondieron a esas cr¨ªticas con inusual acritud, recordando que Espa?a no era qui¨¦n para dar lecciones sobre el tema migratorio porque disparaba contra los inmigrantes (en referencia a los incidentes de 2005 en la verja de Ceuta).
La tensi¨®n subi¨® tanto que Roma convoc¨® a su embajador, y decidi¨® enviar a Madrid a un miembro del Gabinete, el ministro (sin cartera) de Pol¨ªticas Comunitarias, Andrea Ronchi, para explicar la nueva pol¨ªtica. Ronchi fue recibido por su hom¨®logo real, el secretario de Estado Diego L¨®pez-Garrido, aunque Roma quiso ver en ese detalle un nuevo desaire.
El encuentro cordial entre los dos jefes de Gobierno durante la cumbre de la FAO de Roma pareci¨® limar tensiones, pero las reiteradas referencias del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero al "sorpasso" de Espa?a a Italia en renta per c¨¢pita han ayudado poco a calmar a las huestes de Berlusconi.
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