Dobles parejas sin m¨¢scaras
Si en Arte la autora francesa Yasmina Reza utilizaba la an¨¦cdota de un cuadro blanco para plantear una obra teatral sobre la amistad, sus l¨ªmites y sus exigencias, en Un dios salvaje la famosa dramaturga se sirve de una pelea entre ni?os para despojar de m¨¢scaras a sus padres y madres.
Aquello que comienza como una civilizada reuni¨®n entre dos parejas cultas, tolerantes y de clase media-alta, se convierte en el detonante que ayuda a destapar las contradicciones y frustraciones de los cuatro personajes.
Yasmina Reza demuestra de nuevo su maestr¨ªa al trazar un constante vaiv¨¦n de juegos de alianzas entre los cuatro que aleja el texto y los movimientos en escena de estereotipos o recursos f¨¢ciles, al igual que hiciera en Arte.
UN DIOS SALVAJE
Autora: Yasmina Reza. Direcci¨®n: Tamzin Townsend. Actores: Maribel Verd¨², Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Pere Ponce y Antonio Molero.
Teatro Alc¨¢zar, de Madrid.
Hasta el mes de enero.
Unos di¨¢logos llenos de intenci¨®n y de dobles sentidos, cargados de dinamita teatral, van despojando de m¨¢scaras a los personajes que buscan c¨®mplices, provocan enfrentamientos o llegan incluso a las agresiones, seg¨²n sus propios intereses. Se trata de un ejercicio calcado de la vida misma que hace sonre¨ªr inevitablemente al espectador porque se ve retratado en el escenario. Cr¨ªtica despiadada de la farsa en la que deriva el matrimonio en tantas ocasiones y comedia cruel sobre las hipocres¨ªas y convenciones sociales, el montaje de Un dios salvaje concede gran importancia a los silencios y a las miradas. Su directora, Tamzin Townsend, ha pretendido que las m¨¢scaras de lo pol¨ªticamente correcto se noten m¨¢s en lo que se calla que en las siempre tramposas palabras.
Y aqu¨ª la complicidad entre los cuatro actores, que permanecen juntos en escena durante toda la obra, resulta fundamental. Conscientes del tir¨®n popular que todos ellos tienen a trav¨¦s del cine y de la televisi¨®n, Maribel Verd¨², Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Pere Ponce y Antonio Molero se esfuerzan, desde que se levanta el tel¨®n, por ponerse en la piel de sus personajes. Y lo consiguen. Ellos saben que en el teatro se la juegan y por eso han elegido una pieza de una autora brillante que no alcanza la perfecci¨®n de relojer¨ªa teatral de Arte, pero hereda muchas de las virtudes de aquel ¨¦xito.
Babelia
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