Como un dolor que avanza
Como un brote de desesperanza que prende en el p¨¢ramo de la memoria. De esta forma tan desencarnada y progresiva se extiende la violencia por el suelo de los Estados mexicanos. Asesinatos, genocidios ind¨ªgenas, secuestros. ?stas y muchas otras son las formas de violencia infligidas a su pueblo. Y todo en un clima de corrupci¨®n pol¨ªtica, judicial y policial que sirve de abono a la proliferaci¨®n del narcotr¨¢fico y el crimen organizado.
El r¨¦gimen seudodemocr¨¢tico de su Gobierno ha beneficiado las desigualdades sociales y la extrema pobreza de gran parte de su poblaci¨®n. El acoso contra movimientos sociales y sindicales ha hecho imposible que millones de desfavorecidos abandonen esa miseria.
Hoy han sido nueve ejecuciones que se suman a la monta?a de cad¨¢veres que cada d¨ªa aparecen torturados y ejecutados. En Ciudad Ju¨¢rez el exterminio es fundamentalmente femenino, miles de mujeres son raptadas, violadas y asesinadas sin que los poderes del Estado muestren el menor inter¨¦s en ello. Las comunidades de Chiapas o Guerrero son objeto de un genocidio orquestado exclusivamente para arrebatar las tierras a sus leg¨ªtimos pobladores y explotar el medio para lucro de unos pocos. Aqu¨ª, la lista de asesinatos, secuestros y asaltos a la poblaci¨®n ind¨ªgena se?ala directamente a grupos paramilitares que act¨²an para servir a los intereses del propio Estado. Este "terrorismo" ejercido por un Gobierno, que obtuvo un triunfo poco claro y escasamente democr¨¢tico, no es otra cosa que el instrumento que utiliza el poder para saquear y cosificar a sus ciudadanos. La comunidad internacional deber¨ªa dejar de reconocer al Gobierno mexicano como un r¨¦gimen democr¨¢tico. No debe haber tibieza frente al terror ejercido contra el pueblo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.