Una 'maison' en mitad de la calle
La colecci¨®n m¨¢s cinematogr¨¢fica de Chanel y el futuro al frente de Valentino protagonizan los desfiles de Par¨ªs
Bajo el mismo techo acristalado del Grand Palais, aunque separados por una noche, presentaron sus colecciones para la pr¨®xima primavera dos de las mayores instituciones de la moda francesa: Yves Saint Laurent y Chanel. Comandadas por extranjeros -un italiano (Stefano Pilati) y un alem¨¢n (Karl Lagerfeld)- se enfrentaron de forma muy distinta al reto de actualizar su historia.
El jueves por la noche, Pilati organiz¨® el primer desfile tras la muerte en junio de Saint Laurent. En la invitaci¨®n se le¨ªa un discreto "Gracias a Monsieur", pero ese fue el ¨²nico rastro que dej¨® su sombra. Pilati se complic¨® en una b¨²squeda de una nueva identidad que mezclaba referencias arquitect¨®nicas y orientales (quimonos, pantalones de pescador japon¨¦s) y que result¨® en una propuesta minimalista y un tanto espesa. Hubo algunos logros, es cierto. Se vieron trajes excelentes, con chaquetas sobredimensionadas gracias a un hallazgo de patronaje que les confiere un original volumen en la espalda; zapatos sensacionales (sobre todo, las botas-jaula de charol y pl¨¢stico transparente) y una reinterpretaci¨®n de los pantalones bombacho (olv¨ªdese del rapero MC Hammer e imagine una falda con vuelo cerrada a la altura de las rodillas) que generar¨¢ multitud de copias. Pero se echaba de menos el nervio y las tripas que el italiano ha demostrado en el pasado. Faltaba emoci¨®n, aunque la actriz Catherine Deneuve, eterna musa del maestro, no opine lo mismo. "Creo que ha sido muy justo con el esp¨ªritu de Yves", dec¨ªa antes de pasar al backstage.
Pilati se complic¨® en buscar una nueva identidad para Yves Saint Laurent
Facchinetti trataba de evitar preguntas sobre su continuidad en Valentino
Un esp¨ªritu completamente distinto al que mostr¨® Karl Lagerfeld para Chanel en el mismo lugar, 12 horas despu¨¦s. Un decorado cinematogr¨¢fico reproduc¨ªa a tama?o casi real el edificio del n¨²mero 31 de la rue Cambon donde Mademoiselle instal¨® sus talleres. Son¨® Our house, de Madness, y las puertas de la tienda se abrieron para dejar salir a las modelos. Como en la canci¨®n, la maison se plant¨® en mitad de la calle y sac¨® a pasear una colecci¨®n preciosa. En riguroso negro, blanco, gris y rosa ("mis colores favoritos", dijo Lagerfeld), la silueta se afilaba y los hombros se cuadraban. La decoraci¨®n era abundante, pero el exceso de romanticismo se sorteaba gracias a los materiales de los adornos (silicona y pl¨¢stico, mezclados con plumas). "Con tantas pel¨ªculas sobre la vida de Coco en marcha, quise demostrar que Chanel es algo vivo, algo de hoy", explicaba el septuagenario dise?ador alem¨¢n.
En todo caso, hab¨ªa algo cinematogr¨¢fico en las prendas de aire "agitanado". Largas faldas de volantes y absurdas fundas de guitarra en el caracter¨ªstico acolchado de los bolsos. "Mont¨¦ este decorado (que es, como yo, pura fachada) y ?qu¨¦ haces con un plat¨®? ?Pues una pel¨ªcula!", admit¨ªa jocoso. El filme se torn¨® casi de g¨¦nero musical cuando, al final, cinco chicos aparecieron vestidos con largos collares de cadenaso camelias en las solapas para luego cruzarse con las modelos que sal¨ªan a saludar. Cinco novios para 30 hermanas y, en el centro, Lagerfeld.
Tras saludar a sus devotas seguidoras y clientas (entre las que caben perfiles tan dispares como el de Madame Chirac y Milla Jovovich), habl¨® de romanticismo pos-recesi¨®n y defendi¨® su sorprendente uso de los brillos. Pero, ante la insistencia por hurgar en sus motivaciones e influencias, zanj¨®: "Yo trato de no analizarme demasiado. Si tengo que preguntarme algo es c¨®mo, nunca por qu¨¦".
El que ayer andaba pregunt¨¢ndose por qu¨¦ es Giambattista Valli. Ante la persistencia de quienes le colocan en Valentino, el dise?ador emiti¨® un escueto comunicado: "Me disocio de los rumores sobre cualquier futuro proyecto con la casa Valentino". Fue la gota que colm¨® el vaso de la curiosidad general sobre qui¨¦n suceder¨¢ a Alessandra Facchinetti al frente de Valentino, pues ayer la salida de la dise?adora se daba por segura.
La italiana, de 35 a?os, present¨® en marzo su primera colecci¨®n para la casa, tras la retirada del modista en enero. Exhibi¨® la segunda (tercera, si se cuenta su debut en la alta costura en julio) en una sala te?ida de p¨¢lido rosa. El suyo es un intento de rejuvenecer la marca con una sensibilidad tan delicada que a ratos roza lo cursi. Fascinada por el taller de alta costura de Valentino, quiso incorporar al pr¨ºt-¨¤-porter sus t¨¦cnicas y hallazgos. En concreto, investigar "c¨®mo un bordado puede convertirse en joya". Para conseguirlo anud¨® y anud¨® la organza alrededor de los cuellos de sus et¨¦reos vestidos y la carg¨® de cristales y pedrer¨ªa hasta que, en efecto, se convirti¨® en un collar.
Facchinetti es una mujer delicada, alta, flaqu¨ªsima y con enormes y melanc¨®licos ojos azules. Tras el desfile, era dif¨ªcil no sentir l¨¢stima por ella. Rodeada de c¨¢maras y periodistas, daba vueltas, como enjaulada, tratando de evitar las preguntas sobre su continuidad. Nerviosa, se encog¨ªa de hombros o negaba con la cabeza. "No voy a decir nada sobre eso", dec¨ªa casi suplicante. Minutos antes, Stefano Sassi, director general de la firma y del grupo Valentino, hab¨ªa sido elocuente en su evasiva: "Queremos ser transparentes. Cuando la junta directiva y de accionistas tome una decisi¨®n, la comunicaremos. Y eso suceder¨¢ en breve". ?Qu¨¦ significa breve? "En poco tiempo, eso es todo". Las diferencias con Facchinetti respecto a la direcci¨®n art¨ªstica y los costes parecen ser el origen.
Agotado el fil¨®n de Valli, se da por hecha ahora la candidatura de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, d¨²o que se encarga de la divisi¨®n de accesorios en la casa. De confirmarse, ser¨ªa familiar para Facchinetti, que ha sufrido en sus carnes la sed de resultados inmediatos de la industria para con los j¨®venes a los que conf¨ªa sus nombres de peso. En 2004 le toc¨® suceder a Tom Ford al frente de Gucci. Dur¨® dos temporadas y fue sustituida por Frida Giannini, que dise?aba complementos y s¨ª ha sido capaz de mantener el puesto. ?Vive Alessandra atrapada en el d¨ªa de la marmota? La confirmaci¨®n, "en breve".
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