La crisis deja sin argumentos a McCain
El candidato republicano presentar¨¢ a Obama como un peligro en el debate de hoy
Con la Bolsa de nuevo en ca¨ªda libre, pese al plan de rescate aprobado la pasada semana por el Congreso, y el acecho de una profunda recesi¨®n, resulta muy dif¨ªcil para John McCain darle a esta campa?a electoral un giro hacia territorios que le puedan resultar m¨¢s favorables que el de la econom¨ªa. Pero el candidato republicano a la Casa Blanca est¨¢ en la obligaci¨®n de intentarlo y seguramente lo har¨¢ en el segundo debate entre los candidatos presidenciales estadounidenses, que se celebra hoy con la advertencia previa de que McCain intentar¨¢ demostrar que Barack Obama, por su inexperiencia y su controvertido pasado, constituye una amenaza para este pa¨ªs.
"Ag¨¢rrense el sombrero porque esto se va a poner duro", alert¨® ayer la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, convertida en el ariete de esta estrategia que intenta recurrir masivamente al voto del miedo frente a un candidato negro, de extra?o apellido y de ex¨®tica biograf¨ªa para el gusto del estadounidense medio.
El dem¨®crata airea la relaci¨®n de su rival con una quiebra en los ochenta
El debate de hoy es la mejor oportunidad de comprobar si esa estrategia funciona. Pero, de antemano, esto se percibe como una jugada tan previsible que dif¨ªcilmente puede tener ¨¦xito en medio de un clima como el que existe a 28 d¨ªas para las elecciones. La descalificaci¨®n personal de Obama es la respuesta obvia al ascenso que el candidato dem¨®crata ha experimentado en las encuestas (si las elecciones se celebraran hoy su victoria podr¨ªa ser incluso de grandes proporciones) como consecuencia de que los votantes lo consideran mejor preparado para manejar la econom¨ªa y culpan al Partido Republicano de la crisis actual. Hablar de econom¨ªa se ha convertido, pues, para McCain en un seguro de fracaso.
Pero, al mismo tiempo, ?c¨®mo no hablar de econom¨ªa cuando el ¨ªndice Dow Jones baja de la barrera de los 10.000 puntos? ?C¨®mo no hablar de econom¨ªa cuando el pron¨®stico hecho ayer por los m¨¢s prestigiosos economistas del pa¨ªs advierte que Estados Unidos entrar¨¢ formalmente en recesi¨®n este a?o y ¨¦sta ser¨¢ m¨¢s larga y dif¨ªcil que las dos anteriores? ?C¨®mo no hablar de econom¨ªa cuando las televisiones dedicaron ayer horas a la cobertura de la investigaci¨®n abierta en el Congreso sobre las quiebras de Lehman Brothers y AIG?
Para McCain, intentar que los estadounidenses pongan por encima de esas preocupaciones las dudas sobre Obama, a¨²n aceptando que ¨¦stas puedan existir, resulta una apuesta enormemente arriesgada que puede volverse en su contra. Pero ¨¦sa es la apuesta que le han pedido hacer los estrategas de la derecha conservadora, que ya claramente ha tomado el control de la campa?a de McCain. "El prop¨®sito es demostrar que no se puede confiar ni en el pasado de Obama ni en sus planes para el futuro", confiesa uno de esos estrategas en el diario Politico.
Con ese objetivo, toda la carne va a ser echada en el asador: la relaci¨®n de Obama con William Ayers, un profesor universitario que en los a?os sesenta promovi¨® actividades terroristas; su amistad con el promotor inmobiliario Tony Rezko, procesado por diversas actividades fraudulentas en Chicago y, por supuesto, su antigua pertenencia a la iglesia del pastor radical Jeremiah Wright. De forma m¨¢s discreta, intentar¨¢ tambi¨¦n ponerse en cuesti¨®n la raza de Obama, la religi¨®n de su padre o el pretendido extremismo de sus ideas. "Obama sabe que muchos electores creen que esa clase de amistades son inaceptables para el futuro presidente de EE UU", asegura Brian Rogers, un portavoz republicano. "?Qui¨¦n es Barack Obama?", se pregunta uno de los anuncios televisivos puestos esta semana en circulaci¨®n. "Peligroso. Un riesgo demasiado alto para nuestra naci¨®n", concluye el mensaje de propaganda.
Con todo el viento a su favor, Obama bien podr¨ªa rehuir de esa pelea y esperar a que los d¨ªas pasen para hacerse con la victoria. Pero tambi¨¦n sabe que el tiempo que resta puede ser mucho en una campa?a tan azarosa y ha preferido contraatacar denunciando uno de los episodios m¨¢s pol¨¦micos del pasado pol¨ªtico de McCain: su relaci¨®n con el esc¨¢ndalo de las cajas de ahorro ocurrido a finales de los ochenta y conocido como Keating Five. "Aunque McCain quiere que el p¨²blico se olvide de su err¨¢tica respuesta a la crisis financiera, los lectores deben conocer su relaci¨®n con una crisis similar. Keating Five es ilustrativo sobre el pasado, el presente y el futuro de McCain", afirma el director de la campa?a dem¨®crata, David Ploufe, en un mensaje a los votantes.
McCain fue uno de los Keating Five, uno de los cinco senadores asociados con el gigante inmobiliario Charles Keating, el l¨ªder de un imperio financiero que acab¨® en el fraude y el esc¨¢ndalo. El actual candidato presidencial vio su prestigio perjudicado por ese caso, pero nunca se presentaron cargos contra ¨¦l. El p¨²blico decidir¨¢ hoy, en un debate en el que la gente hace las preguntas, si todos esos asuntos del pasado tienen o no vigencia.
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